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Ochoa simplemente no podía explicarse cómo es que terminó metido en aquella situación. Había pasado exactamente 1 semana y media desde que tuvo aquel divertido encuentro con Lionel Messi y este había pasado todos los días evitando las preocupaciones del arquero y cambiando de tema cada que podía, pero gracias a eso estaba teniendo los mejores días de su vida visitando aquel nuevo país ya que Leo se había ofrecido a darle un tour completamente privado y gratis.

Se culpaba por caer en su trampa cada que lo tomaba de la mano para llevarlo a un sitio diferente pues realmente quería ayudarlo con sus preocupaciones pero Messi era demasiado terco en querer enfrentar todo aquello solo y en silencio sin molestar a nadie, por una parte lo entendía porque sabía que era reservado y no es como que le tuviera tanta confianza pero por otra parte quería tomarlo entre sus brazos y dejarle que sacara todo lo que con mucho esfuerzo había tratado de enterrar para él mismo, esa impotencia por no poder ayudarlo lo ponía triste pero por primera vez en su vida estaba decidido a ser paciente con Leo y esperarlo todo el tiempo que necesitara para poner en orden su cabeza.

No entendía de dónde provenía todo aquel deseo por querer ayudar al delantero, después de todo Guardado además de su familia eran las únicas personas por las que se preocupaba realmente, pero quizás fue ese gesto de empatía que tuvo Messi con él lo que le hizo darse cuenta que podía hacer más amigos aparte de Andrés, había pasado tanto tiempo cegado por ese amor unilateral que rechazó a cada persona que se le acercaba aunque fuera con la intención de entablar una amistad con él, pero ahora que había pasado unos cuántos días con el delantero sentía y quería ser cercano a él forjando quizá en un corto tiempo una buena amistad con el 10.

—Tierra llamando a Ochoa, Tierra llamando a Ochoa.

—Oh! Eh... ¿qué pasa pulguita?. Perdón me quedé pensando en algo.

—Ese algo es Andrés Guardado ¿o qué? Sé que apenas ha pasado una semana y media pero vamos Ochoa no podés pasarte cada segundo pensando en él.

—No wey, en realidad estaba pensando en ti, necesito decirte algo pero quiero que me escuches atentamente porque no lo volveré a repetir.

—No me digas que ya lo superaste tan rápido y ahora te me vas a confesar a mí. No es por nada Memo pero primero que nada no creo que seas mi tipo.

—No seas pendejo wey por supuesto que no me voy a confesar a ti, y para que quede claro tú tampoco eres mi tipo eh.
Escúchame bien Leo...sé que llevamos unos cuántos días conociendonos y puede que el día de mañana ni nos topemos pero creo que eres un buen tipo y tengo un gran deseo de ser tu amigo, ya sabes salir a pasear unos días, ver alguna película o cualquier cosa, no tiene que ser diario pero tú sabes...

—¿Es eso lo que me querías decir boludo? JAJAJAJA perdóname pero la última vez que alguien me pidió que fuera su amigo fue cuándo era un pibito. Que hijo de puta sos Ochoa creí que desde aquel día ya éramos amigos, pero bueno supongo que te gira lento la ardilla.

—Estúpida pulga sólo olvídalo, ni quién quiera estar contigo, me conseguiré a alguien más serio, hasta nunca.

—JAJAJAJA, nooo Memo espera por favor, yo también quiero ser tu amigo! Sólo estaba bromeando, detente.

Ochoa intento ocultar su sonrisa y se detuvo hasta que Messi llegó a su lado.

—Muy bien me detengo porque aún no he terminado de hablar, pero te juro que si al terminar te vuelves a burlar de mí, me regreso a México en este mismo momento, ¿de acuerdo?.

—Sí señor.- respondió Leo intentando no reírse de nuevo.

—Tch este estúpido... bueno escúchame bien Leo, sé que estás pasando por un momento difícil y no quieres decirle a nadie pero los ojos no engañan cuándo alguien sufre, ahora que somos amigos respeto tu espacio pero quiero que sepas que estoy aquí a tu lado y te escucharé sobre todo lo que quieras hablar aún si es lo más mínimo, me esforzaré para ganar tu confianza y consolarte cuándo sientas que ya no puedas. Pedir ayuda no te hace alguien débil, para mí eres el mejor jugador del mundo y también eres humano así que fallar un par de veces en realidad no importa mucho, verás que muy pronto podrán lograrlo, así que piénsalo un poco ¿sí?

Ochoa tomó a Messi entre sus brazos y acarició suavemente su espalda dejando palmaditas, sabía que Leo lo había escuchado bien cuándo en vez de volver a reírse se quedó en silencio.
Los ojos del contrario se cristalizaron más se esforzó en no derramar ninguna lágrima, estaba feliz de haber encontrado a alguien que estaba dispuesto a estar con él aunque no dijera palabra alguna sobre lo que le ocurría.
"Quizás este es el nuevo comienzo que buscaba y necesitaba"- Leo cerró los ojos con una sonrisa y abrazo a Ochoa.

—Gracias ricitos...

‧͙⁺˚*・༓☾𝙍𝙖𝙞𝙣 𝙊𝙛 𝘿𝙤𝙪𝙗𝙩𝙨☽༓・*˚⁺‧͙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora