—¿Y qué piensas de salir conmigo ahora? ¿Te convencí?- Cristiano susurró en el oído contrario con atrevimiento.
—Yo...
—¡Ey Leo!- Dibu llegó corriendo en cuánto vió aquella escena.
—Ey Dibu ¿qué pasa? ¿qué haces acá?
—Sólo pasaba por aquí y ví cuándo pateaste el balón, tremenda máquina que sos capitán.
—¿Lo viste? Me alegra que estuvieras aquí, llegaste en el momento correcto, andá llévame al entrenamiento, quiero volver a jugar.
—¿Lo dices en serio Leíto? Sabía que lo lograrías, pero ¿no te parece que tienes que agradecerme...?- Cristiano se pronunció entre ambos, haciéndolo un momento incómodo para Martínez quién lo quería golpear en ese mismo instante y claro que tenía razones.
—Bueno... capitán! Tenemos que irnos ya sino Scaloni nos va a hacer un quilombo.
—Tenés razón Dibu. Perdón Cris tengo que irme, luego te agradeceré apropiadamente ¿sí?- dijo Leo con el corazón acelerado por todas las emociones que sentía.
Leo dejó un pequeño beso en la mejilla del portugués lo cuál lo hizo sorprenderse un poco pero no tanto como al Dibu quién temía haber reaccionado demasiado tarde.
Al arquero argentino le importaba poco las relaciones ajenas y mucho menos llegó a imaginar que estaría metido en un problema que de alguna forma no le correspondía sin embargo no podía quedarse de brazos cruzados después de presenciar tal escena "accidentalmente."
Fue exactamente hace una semana cuando el comportamiento de Cristiano quién de repente era muy cercano a Messi se volvió sospechoso. Algo en él le dió mala espina y comenzó a intentar vigilarlo más de cerca cada que podía, después de todo De Paul y el Dibu eran los que más se preocupaban por su capitán incluso se hacían llamar sus "guardaespaldas" y claro que el Dibu se tomaba en serio su papel de eliminar cualquier riesgo que presentara para el capitán y en este caso era Cristiano Ronaldo.
Este era muy astuto pero eso no fue impedimento para Emi quién después de observarlo por un par de días en los entrenamientos a los que acompañaba al 10 dejará expuesto el gran secreto que ocultaba.
Había visto con sus propios ojos como este bloqueaba a Ochoa de todas las redes sociales de Leo quién no estaba enterado de nada, había sido cuidadoso en que nadie lo observara según él pero no sabía que el Dibu ya lo tenía vigilado desde hace un rato. Al principio no entendía muy bien porque lo hacía o qué problema tenía con el mexicano pero unos días después lo descubrió cuándo vio al portugués sin ninguna gota de bondad cortar toda comunicación que Leo tenía con Memo. Así es, él fue quién había roto y tirado cada una de las cartas que Ochoa le mandaba.
Y eso sí que el Dibu no lo iba a dejar pasar. Cristiano estaba jugando sucio y se había interpuesto en aquella relación y aunque Ochoa no le caía bien, sabía que no era justo para él que seguramente tampoco estaba enterado de nada. Es por eso que esa misma tarde Dibu se comunicó con Guardado quién estaba entrenando también con Ochoa y le explicó toda la situación que ocurría cosa que Memo merecía saber también.
Por suerte justo unos días atrás los mexicanos se habían reconciliado y Ochoa logró entender que el sentimiento de "amor" que tenía por Guardado había desaparecido ya desde hace tiempo y sólo se había quedado aferrado por el hubiera. Dándose cuenta que con la ausencia de Leo en todos esos días le estaba dando la respuesta, él era el único que ocupaba su corazón en ese momento y por eso la estaba pasando tan mal desde que ya no se comunicaban.
Memo se había resignado a quedarse sentado sin hacer nada de nuevo porque creía que Leo lo odiaba aunque ni siquiera sabía que había hecho mal, pero Guardado su mejor amigo, no iba a dejar que las cosas se quedarán así, merecía confesar sus sentimientos al argentino y aunque este lo rechazara, esta vez no se quedaría arrepentido por no haberlo intentado. Él también merecía una oportunidad justa y limpia, no como la que Ronaldo aprovechó con toda maldad.
Es por eso que después de contarle la verdad al arquero mexicano, este aunque con temor iba decidido a luchar por el amor de Messi. Tomó un vuelo hacia Argentina y Leo quién no sabía absolutamente nada se quedó sorprendido al verlo justo parado frente a él.
—¡Memo! ¿Qué haces aquí?
—Te extrañé- Ochoa susurró y con las lágrimas bajando por sus mejillas abrazó al contrario quién aún estaba en shock.
—Ey Leíto, ¿quién es? ¿está todo b...?
Cristiano se encontró con los ojos del arquero a quién tanto odiaba porque sabía que entre Leo y Ochoa iba a ocurrir algo y él no podía soportarlo. Es por eso que sin misericordia actuó por impulso y enterró el cuchillo que estaba usando para hacer el desayuno justo en el abdomen de Ochoa, quién aún con las lágrimas bajando por su rostro se separó de Leo y cayó con fuerza en el piso quejándose de dolor.
—¡Ricitos! ¡¿Cris, por qué hiciste eso?!
—¿Aún no lo entiendes? Yo soy el único que puede estar junto a ti, yo soy mejor que él. Pero si tú no me eliges entonces no puedes hacerlo con nadie más.
—¿Pero qué cosas estás diciendo boludo? Detente, llamaré a la policía en este instante.
—Tú no vas a llamar a nadie Leíto- Ronaldo quién era más alto sujeto a Leo de la cadera inmovilizandolo.
—Si yo no puedo estar contigo entonces nadie más podrá.- el portugués acercó el mismo cuchillo al cuello de Messi.
—¡Alto ahí hijo de puta, esto lo pagarás muy caro!- Dibu quién había acompañado a Ochoa junto con Guardado llegó corriendo al escuchar gritos y en un movimiento más rápido que el contrario, aventó a Ronaldo al piso, poniendo todo su peso sobre él para que no pudiera moverse.
Guardado se acercó corriendo al ver a Ochoa sangrando y sin conocimiento en el piso e inmediatamente llamó a una ambulancia.
Leo quién estaba en shock no podía asimilar ni reaccionar a nada de lo que estaba ocurriendo y se desmayó al no soportar tantas emociones.—Lo siento ricitos, no pude protegerte... - fueron las últimas palabras del 10 antes de desmayarse.
Por favor gente no me funen, mi idea inicial no era hacerlo tan dramático pero la Rosa de Guadalupe pudo más conmigo. Prometo que el Mechoa sí va a ser feliz después de esto 😿🙏
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‧͙⁺˚*・༓☾𝙍𝙖𝙞𝙣 𝙊𝙛 𝘿𝙤𝙪𝙗𝙩𝙨☽༓・*˚⁺‧͙
FanfictionLionel Messi avergonzado y decepcionado de sí mismo por conducir al equipo argentino a perder una y otra vez. Un enjambre lleno de dudas sin un camino qué seguir. Memo Ochoa con el corazón destrozado por Andrés Guardado pero más enfocado que nunca...