Apocalypse • DabiHawks

-Aparecer y Hallar-

No tenía ni idea de que hacia ahí. Sabía cómo había llegado y con quién, pero no porqué aún no sé iba.

Esto le pasaba por molestar a Shoto, ese malvado adolescentes se había escapado de acompañarlo a él y a su padre, por otro de sus bonitos momentos con sus amigos; supuestamente hoy estaría ocupado con una trabajo escolar.
Lo peor era que solo se había sacado la excusa de la manga cuando Touya comenzó a molestarlo con el tema de sus relaciones, nunca hubo un plan previo, simplemente como Shoto había tomado la iniciativa los demás aceptaron.

"—Solo les digo lo que quieren saber. Supuestamente eres más listo." Lo dicho y la sonrisa de autosuficiencia de su hermano, le hicieron apretar los puños.

A cada segundo empeoraba su ánimo, todo le ponía incómodo y de mal humor. Había personas contando sus experiencias con lástima en sus rostros, quienes les escuchaban le daban palabras suaves de comprensión, en el escenario, el animador con su voz aterciopelada también daba palabras comprensivas y después motivaba a participar a la contribución.

Había muchas voces hablando a su alrededor, ya había escapado más de tres veces de personas querian hacerle compañía. De seguro le preguntarían que hacia ahí, no diría la verdad y tampoco quería quedar como una de esas personas adineradas idiotas.

Se quedó en una zona apartada, había un par personas llorando pero era capaz de tolerarlo. Por lo que notaba, se encontraban en su misma situación de incomodidad y preferían no ser vistas así de emocionales.

—¿Tú eres el Joven Todoroki, cierto? —se escuchó con discreción.

Touya giro a dónde provenía la pregunta, encontradose con un joven apuesto que daba una imagen y sensación que no encajaba con el lugar: muy sincero, relajado, amable, y seguro.

—Asi es, Todoroki Touya —extendió la mano, pero el acto social fue más que un saludo cordial, podía jurarlo por la manera en la que el joven le sonreía.

—Hokusu Keigo —completó la presentación, alegre de que el amargado joven aceptara conversar.

—¿De verdad... Hawks? Si querías mantener el anonimato no era necesario ser tan formal —devolvió la sonrisa, pero por lo absurdo que era su primera interacción del evento.

Había quedado un poco avergonzado, era obvio por el sonrojo en sus mejillas, pero para Keigo era preferible unos segundos de vergüenza qué horas de explicación, que con su capacidad para hablar se transformarían también en segundos, pero de verdad quería acercarse a Touya, y con todo lo que traía en la punta de la lengua lo haría alejarse corriendo.

—¿Y qué haces aquí?

Keigo agradeció el cambio de tema tan rápido.

—Mis tíos tienen mucho dinero y un gran sentido de empatía y humanidad —respondió disimulando en completo acuerdo. En verdad los señores Koan tenían interés por la problemática y daban grandes donativos, pero no podía encubrir su regocijo por ser reconocidos.

Touya le miró entrecerrando los ojos, al principio como un gesto burlón, luego como algo más serio. Había aprendido que era bueno conocer el lenguaje corporal de las personas, así entendería cosas que no le dicen, y no siente que le faltó saber algo.

—Necesitaba una buena razón para irme de aquí...

—Perdona si te incomode. No te vayas, yo me iré por allá...

—No me estás entendiendo —tomó de la muñeca a Keigo para caminar hacía la salida.

—Espera, no puedo irme sin mi tío —decía con exaltación, mientras señalaba al señor Koan. Al reconocerlo, la expresión de Touya cambio a una de completa confusión.