Apocalypse • DabiHawks

-Voz baja-

No es capaz de reconocer la suave melodía que se reproducía en su cabeza, seguía reproduciéndose en bucle desde que el recamarero apareció con la nueva ropa y el resto de la cena. Comenzó a tararearla por simple instinto, llamando la atención de Touya, quien se quedó mirándolo con una sonrisa divertida, luego continúo acomodando y probando cada plató de la cena, sin dejar de prestar atención a su voz.

Keigo estaba tan concentrado en tratar de recordar que dejo de tomarle importancia a la intensa mirada contraria, creía que si una canción venía a tu mente era por algo en específico, pero como iba saberlo sino recordaba que canción era.

Caminó por el pent house para revisar las canciones que se habían reproducido, la ropa que Touya había pedido llamó más su atenció, la reviso sin ser realmente crítico. Rio por lo ostentosa que lucía, se preguntó que estaba pensando Touya cuando la escogió, tal vez no lo había hecho, tal vez solo dio una breve descripción, algo desinteresado pero suficiente para que sea algo de su estilo, porque no iba a negar que sí le había gustado.
Touya podía ser más que el hijo mayor de los Todoroki, ese joven que siempre se metía en problemas y con el que Enji Todoroki hacia todo lo posible por controlar.

Con este pensamiento en mente fue ver lo que hacía, lo encontró de espaldas buscando la serie que había mencionado. Cómo quería sorprenderlo, ni siquiera subió al sofá, solo se estiró para tomarlo por los hombros. Sintió como dio un pequeño salto así que contuvo la risa, a cambio de molestarlo y que después no se vengara por esto, movió los dedos sobre sus hombros a manera de masaje.

—Me encanta tu cabello, es imposible no... identificarte —sus manos se deslizaron de los hombros a meterse entre el cabello, avanzó con suavidad hasta que llegó a su objetivo, los mechones de cabello rojo intenso.

Touya se dejó hacer, destenso el cuerpo y fue moviéndose junto a la manera en que lo recorrían las manos de Keigo.

—Sabias que así no era antes. Era completamente rojo, fue cambiando hasta que se quedó así, fue complicado porque sucedió durante la secundaria.

—Me lo imagino. Me hubiera gustado verte así, aunque con tu padre puedo darme una idea —sintió como Touya se tensó por un segundo. —¿Lo has tenido de otra forma? Yo nunca he podido hacerme algo, además, siempre me ha gustado como me veo.

Los intensos ojos turquesa lo miraron desde abajo, una mirada crítica que esperó evadir.

—Hubo una vez que me lo pinte de negro intenso, muy oscuro. Pasaba por una situación mala en la escuela y las cosas con mi padre parecían empeorar, esa fue la mejor solución para Dabi de diecinueve años —respondió sonriendo, ante su propia impulsividad. Estiró su mano hasta sostener entre sus dedos un mechón de cabello rubio, lo miro con detenimiento y luego su sonrisa se amplio. —Se nota, por eso es tan suave.

—¿Por eso no querías jalarlo? —dijo Hawks con diversión.

Cuando iba a comenzar sus comentarios de doble sentido, Touya tomó su rostro con ambas manos. Se miraron unos segundos sin hacer algún movimiento, algo nuevo para uno de ellos. Keigo se agachó para alcanzar los labios que tanto quería, pero Touya lo sostuvo en su sitio, antes de poder reclamar algo, lo miró levantarse del sofá para girarse y quedar de frente.

—Quiero besarte a gusto —dijo Dabi acercándose para poder concluir el beso.
No fue un contacto intenso, fue un suave pero corto beso, luego un par más.
—La edad durante la secundaria es... complicada ¿Cómo te fue a ti? Me dijiste de los internados pero no fuiste específico. El viejo me amenazó varias veces con llevarme a uno, nunca lo cumplió, aunque creo que hubiera sido mejor.

La expresión de Hawks cambió a una mirada seria, luego a una perdida y cuando volvió a mirarlo simplemente sonrió.

—Me la pasé toda mi vida concluyendo un grado de escolaridad y luego irme al siguiente internado. Mi punto de comparación fueron mis amigos de la preparatoria que venían de "escuelas normales", con ellos hago cosas más divertidas. Fue desde entonces que volví a llamar la atención de mis tíos y heme aquí.