-Palabras...-

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Touya se sirvió tres vasos y se los bebió uno tras otro, Keigo lo miró asombrado tratando de disimular la mirada crítica que dio.

—¿Tratas de nivelar la partida? —dijo risueño mientras seleccionaba su personaje.

—Me pareció bastante injusto después de la tercera vez. Tampoco me gustó que te rindieras al final, se un digno jugador —respondió con arrogancia.

Desde la perspectiva de Keigo pudiera percibirse animado por el alcohol, cuando en realidad apenas estaba empezando, era lo que Touya llamada su "super poder", mismo por el cual Shoto se ha enojado unas cuantas veces, pero por ahora no quiere pensar en su molesto hermano, sino en el guapo chico rubio que está a su lado.

En otras circunstancias ya le hubiera quitado toda las prendas que lo cubrían y lo tendría sometido debajo, pero no, con Keigo, aunque si sentía ese cosquilleo cada que la bata mostraba más de lo necesario, también estaba un sentimiento confortante que llevaba su mirada de la desnudes de Keigo a su rostro, en especifico a disfrutar atento de las expresiones que hacía mientras jugaban o daba un sorbo a su bebida.

—Es que no me gustan este tipo de juegos. Soy más de modo aventura, recolección...

—Construccion, bien, entiendo por dónde vas. ¿Qué tal uno de carreras de autos? Son competitivos y no requieren muchos comandos —se levantó de su asiento en el esponjoso sillón, sin esperar una respuesta comenzó a buscar el siguiente juego.

Simplemente se guío por esa costumbre de ponerse delante de la pantalla como si así seleccionará de manera más eficaz.

Keigo sonrió confundido por el joven que tenía delante y la manera tan poco pudorosa en la que estaba parado, podía distinguir con exactitud su silueta y el color de sus bóxer.

Después de una breve conversación sobre lo "obsesivo" que podía ser su tío con el cuidado que tenía sobre él y el intercambio de quejas que obtuvo de parte de Touya, desarrollaron más confianza, la suficiente como para quitarse las incómodas camisas y pantalones de vestir, y solo quedar cubiertos por su ropa interior y la bata.
Le pareció extrañó lo bien que funcionaba generar confianza cuando externaba pequeños datos sobre su dinámica familiar, siempre le había funcionado, y con Touya fue incluso más rápido de lo que le había costado con Twice.

Así que ahora tenía una vista perfecta de Touya, incluso mejor de la que se esperaría por lo ajustado que son sus boxers.

—¿Puedo servirme más o es solo para ti? —había tomado su vaso para concentrarse en otra cosa pero ya no quedaba más que un sorbo. Tomando la sonrisa que le dio Touya como respuesta, se inclino sobre sillón para alcanzar la botella que estaba hasta el otro extremo. —Ya casi no hay, iré por otra.

Después de servir lo que quedaba en la botella, se levantó del sillón como había dicho, pero no solo por más alcohol, sino porqué su cabeza comenzaba a volverse un lío.

Desde que lo miro a distancia lo reconoció, como no hacerlo si la genética de esa familia parecía única; ojos de colores fieros que daban la sensación de frialdad e indiferencia, sus cabellos de un color tan blanco aparentaba ser tan suave y sedoso, no podían evitar llamar la atención.

Al verlo tan repelente de cualquier acercamiento, pensó que tal vez la reputación que cargaba Touya Todoroki no era lo que se comentaba, pero esas mismas dudas lo guiaron a su objetivo: encontrar una nueva emoción, no cualquiera, una que le hiciera morir para recordarle que estaba vivo y no cautivo de un acuerdo que nunca hubo aceptado por voluntad.

Tras mentirle al Sr. Kohan de manera profesional sobre un asunto inconcluso en otro continente, con pruebas y acuerdos con contactos en tal país, podría pasar todo el tiempo que quisiera con Touya, siempre y cuando tuvieran discreción.

Apocalypse • DabiHawks Donde viven las historias. Descúbrelo ahora