Capitulo 9

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Me dirigí hacia los establos para realizar las labores mañaneras, y en el camino me encontré con el veterinario revisando a uno de los caballos, como también a sus graneros dedicarse al cuidado de ellos.

— ¿El caballo se encuentra enfermo? — pregunté mientras me acercaba con rapidez.

— No, hoy es el chequeo generar de todos— me recordó con tranquilidad, asentí sintiéndome más aliviado y tranquilo. — los demás se están encargando de alimentarlos, y hay algunos veterinarios verificando la salud de los demás animales— informó acariciando el lomo del caballo. — El capataz acaba de llegar, fue a verificar los cultivos y sus cuidados, también verificó a los animales antes de dirigirse aquel lugar— me observo, asentí con tranquilidad.

— Iré a comprobar  a las ovejas ¿podría seguir encargándote de los animales y el veterinario? — pregunte observando mi alrededor, el asintió y decidí caminar hasta el lugar.

Cuando termine las labores del campo ya era bastante tarde, caminé hasta la cocina y decidí realizar algo ligero de comer.

Tras terminar coloqué la mesa y llame a Yoongi  para que bajara a cenar, la conversación en la mesa se mantenía ligera y tímida.

Tras mi confesión y la aceptación de Yoongi, ambos solíamos míranos con timidez sin embargo, los cosquilleos en mi vientre se hacían presente en cuanto sentía su mirada.

— Escuche que irás al pueblo— pregunto el capataz saliendo de casa y siguiéndome

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— Escuche que irás al pueblo— pregunto el capataz saliendo de casa y siguiéndome.

— Así es, debo de comprar algunas cosas para Yoongi y la casa. — expliqué — ¿Por que? — pregunte.

— Necesito algunos medicamentos que ya se encuentran escasos y necesito reponerlo, también hay que comprar algunos alimentos para los animales, ¿crees poder pasar por ello? — asentí, anotando mentalmente las cosas que debía de comprar. — también recuerda comprar algunas vitaminas.

— Seguro —

Saliendo de mi propiedad, conduje por el camino de tierra hasta llegar a la autopista principal, tomando así el tramo más largo, para así girar a la izquierda y así tomar el camino que dirigía al pueblo, lo cual no demore más de 45 minutos en llegar.

Los campos de Daegu normalmente se encuentras un poco más apartado de la ciudad, por lo que suele tomar más tiempo en llegar.

Hice mi primera parada en la farmacia, pidiendo los medicamentos que el capataz requería para asi detener la camioneta a las afueras de la tienda.

Busco algunas prendas de vestir, escogiendo desde calcetines, pantalones largo y cortos, sudaderas, camisetas y ropa interior.

Parecían que todas aquellas prendas iba acorde a la talla de Yoongi Por lo que suspire contento de tener el conocimiento de su talla, así el trabajo se me facilitaría.

Caminé satisfecho hasta la caja donde pague por mis compras y salí con más de tres bolsas en mis manos.

Volví hasta el estacionamiento donde se encontraba el auto, realize una parada cuando pasé frente a una tienda de zapatos y sin dudarlo ingrese saliendo con más bolsas en mis mano.

Terminando de hacer las compras, hice una última parada la cual fue el supermercado, agarrando los alimentos de animales que se necesitaba en la granja, suspirando de alivio cuando page y finalice de realizar las compras.

Mi estómago rugía pidiendo un poco de comida, y el sol ya daba indicios de que pronto el atardecer haría de su aparición.

Me detuvo en una cafetería que había visto, pedí un sándwich y un jugo para calmar el hambre hasta que llegara a la granja, sin poder resistirme pedí una porción de  pastel de chocolate para llevárselo a Yoongi y asi este pudiera disgustar de la ambrosía dulce del postre.

Al terminar de comer, pague la cuenta y me dirigí hacia mi camioneta, me coloqué el cinturón y sin más emprendí mi viaje hasta la granja.

Salí de la calle principal, girando hacia la granja, recorrí  el camino de tierra para así llegar hasta mi hogar, el agotamiento de estar caminando todo el día y de manejar se hacían presente a medida de lo que recorría, solté un suspiro de enojo al saber que la granja se encontraba alejada y el deseo de llegar se hacía cada vez más grande.

Cuando finalmente me acerqué lo suficiente como para poder apreciar mi casa, solté un suspiro de alivio y cansancio.

Estacionándome frente a la casa, me quite el cinturón de seguridad y baje, indique a unos de los trabajadores que se encontraban cerca de que me ayudara a bajar las compras y alimentos.

— ¿Tienes hambre? — escuche la voz de Yoongi detrás de mi mientras cargaba conmigo los alimentos de los animales, voltee y lo observé con una sonrisa en el rostro y asentí. — ¿Falta mucho para que termines? — pregunto, de forma inmediata negué.

— solo llevare este saco lleno de alimentos, y luego pasaré a lavarme las manos ¿por que? ¿Cocinaste? — pregunte con un deje de emoción en mi voz, la pequeña sonrisa que me regaló hizo que mi corazón revoloteara y el zoológico en mi estómago hicieran de su aparición.

— Si — suspiro — no soy tan bueno como tú, pero algo es algo.— chasqueo la lengua con diversión, reí sacudiendo mis hombros.

— Dejé un postre en la guagua para ti, ¿podrías buscarlo en lo que termino aquí? — El me observo con sorpresa y asintió. — También te compré algo de ropa, ya no puedes seguir usando la mía, si seguimos así te adueñaras de mi closet y me dejarás desnudo— bromeé, el se río y negó mientras caminaba hasta la camioneta.

—No es como si me molestara que quedaras desnudo.— escuche que murmuró, me detuve sorprendido y voltee a verlo con un deje de sorpresa en mi rostro.

Sentí como poco a poco el calor subía a mi rostro y esta se ponía de color carmesí, mi corazón se agito al saber que Yoongi deseaba mi cuerpo tanto como yo el de él.

Maldición! Ahora no sentía un zoológico en mi estómago, sentía que mi cuerpo se encontraba en una montaña rusa, una llena de emoción y excitación.

Bendita sea la hora en que nuestros cuerpos se envuelvan y se funden uno con el otro, por que ese día se que moriré de emoción.

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Un Amor Inesperado. (Yoontae) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora