Mi nombre es Hoseki Kisetsu y esta es mi historia , una que merece la pena ser contada porque a veces , ser el malo es cuestión de perspectiva.
-¿Por qué?- preguntó curioso.
-Mi madre siempre decía que la bondad se paga con bondad.- respondí regal...
Tenía que arreglar aquella situación pronto, Uvogin no había vuelto y necesitaba hacerme a la idea de que era muy posible que no lo hiciese. Ese maldito usuario de las cadenas parecía peligroso, no podía permitir que se interpusiese en nuestros planes.
Me cabreaba, los inconvenientes inesperados siempre me generaban una sensación de incomodidad pero tenía que mantener la calma como siempre y pensar un buen plan.
Elegimos un buen hotel donde quedarnos, con acceso a internet para que Shalnark pudiese hacer su trabajo de investigación. Pasado un tiempo y entré en aquel despacho para comprobar cómo le estaba yendo.
Me pasó una fotografía, en ella aparecía una joven de cabello azul y ojos del mismo color.
- ¿Quién es ella?-
- Es la hija de Nostrade, se llama Neon. Según la información online de los Hunters, el usuario de las cadenas es uno de sus guardaespaldas pero no sabemos nada más de él. En cuanto al resto de guardaespaldas, tenemos los nombres y fotografías de seis de ellos. - miré la pantalla con la información . Paseé mi mirada por aquellos rostros desconocidos hasta que uno de ellos no lo fue.
¿Qué hacía ella ahí?
Fruncí el ceño y aparté mis pensamientos a un lado rápidamente para seguir con la conversación, mi amigo rubio me miraba a la espera de que dijese algo.
- ¿Y esta chica es la responsable del éxito de la familia Nostrade?- pregunté señalando la fotografía que tenía entre mis manos .
-Eso parece, la información de la web de los Hunters no suele ser incorrecta. - asentí mirando de nuevo el monitor del ordenador.
-Imprime eso y entrégaselo al resto. -
Dejé la fotografía en el escritorio y me fui a la habitación , un par de ideas estaban cobrando vida en mi cabeza.
"Una ducha caliente me ayudará a pensar mejor" pensé a la vez que comenzaba a desnudarme.
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Algo bueno de dedicar tiempo a conocer a las personas es que gracias a ello es mucho más fácil convencerlas para que hagan lo que quieras, claro que no siempre funciona y depende de muchos factores. Además, cuando se trataba de ella, no estaba seguro de casi nada.
Pero ahí estaba, entrando por la puerta de la cafetería en la que le había citado una hora antes. La nostalgia me golpeó fuertemente al verla, es posible que no fuese consciente de lo mucho que la echaba de menos hasta aquel momento.
Me levanté para saludarla, el hecho de que solo me miró y agitó su mano antes de sentarse ya me indicó que algo estaba mal. No era estúpido, podía ver claramente en su rostro que no estaba del todo contenta con nuestro encuentro, el verdadero reto era averiguar por qué.
Aunque podía hacerme una idea.
Tomé asiento junto a ella en aquel pequeño sofá de cuero rojo, con mi cuerpo levemente girado para poder observarla. El camarero se acercó , miró el sofá vacío frente a nosotros con curiosidad.
