capitulo 2

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- Amber despierta- grita mi hermana mientras duermo y me remuevo entre sueño- am, despierta ya.

Me sacuden en el hombro con fuerza, me despierto poco a poco.

- mmmm- murmuró molesta, era una de las cosas que no me gustaba, que me molesten mientras duermo. Mis sueños son sagrados. Siguen sacudiéndome y de repente siento, como me jalan la cobija. Ya está bueno pues...

Me levanto furiosa sin poder ver bien con los rayos de Luz apuntándome directo a la cara.

- ¡¡¿Qué te pasa!!?. ¡Déjame en paz!- grito, ella está parada al frente de mí con los brazos cruzados sobre su pecho, con las cejas levantadas.

- que te pares bella durmiente, ya son las 10 de la mañana y mamá ya estaba preguntando por ti, solo vine a despertarte y ya- me dice tranquilamente, suspira.

Si pues me acuerdo que ayer me acosté tarde después de conversar con ella, lo que íbamos a hacer de la página, bostezo, restriego mis manos en mis ojos para despertarme completamente.

- a ya, pero no me tienes que despertar de esa forma como si se estuviera incendiado la casa -refunfuño. Pero como no lo paso agarro una almohada y la golpeó con ella.

- largo- siseo, y sigo con ello, ella me mira como si estuviera loca.

- pero...- mi hermana trata de taparse con las manos.

- pero nada, largo.

- ya, ya voy, pero baja rápido por qué sino mamá, no te guarda el desayuno- y sin más sale de mi cuarto.

Me terminó de levantar con pereza, siento mi cuerpo pesado, después de lo de ayer está decidido que vamos a abrir la web hoy, estoy emocionada por ello.

Me meto al baño para despejar el sueño, una vez allí abro la regadera, dándome de lleno el agua. Las gotas calientes se esparcen por mi cuerpo frío, y entro en calidez, respiro profundo mientras me enjabono.

Pienso en estas vacaciones que la verdad no tiene nada de disfrute, por qué sí. Nosotras vamos a la escuela si lo suponen, tampoco que nos tienen encerradas de por vida aquí o talvez sí.

A nadie le gusta la escuela, pero a mí si por qué me da una escapatoria, me da un respiro. Haciéndome sentir normal como persona, sin ser diferente a los demás, rodeada de gente igual que yo, claro está siempre he sido solitaria las chicas de mi clase no se acerca a mí por rabia y envidia. Eso es lo que murmuraban en la escuela según por mi belleza o simplemente no se acercaba por miedo de que les quite sus novios, ridículo por qué yo no soy así. En cambio, los chicos se acercan solo para buscar una relación con uno, pero eso lo tengo más que prohibido al igual los amigos de los dos sexos.

Salgo del baño y me visto lo más rápido posible, antes que me regañen, miro el reloj que reposa en mi mesita de noche, verifico la hora son las 10: 35. Salgo de la habitación y bajo rápido.

- buenos días, mami.

- querrás decir buenas tardes, ¿por qué te levantaste tan tarde Amber?- me riñe.

- este... Me acosté tarde- ella está sentada en la sala con una revista de moda en sus piernas, no sé ni para qué los ve si ni siquiera sigue la moda de allí "pobre de ella ". Me mira interrogante.

- ¿y por qué te acostaste tarde?- pregunta, levanta una ceja acusatoria.

- simplemente, no podía dormir- ella me mira a ver si digo mentira, pero como no allá nada, desiste.

- está bien, bueno tu desayuno que prácticamente es almuerzo está en el microondas- y vuelve a su revista.

Y si le dije una mentirita piadosa no le iba a decir "que estoy planeando con Ámbar abrir una página para buscar novio", en realidad soy buena mintiendo, aveces lloraba y ni cuenta se daban sola mi hermana que me conoce bastante bien.

Infringiendo Las Reglas +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora