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—¡¿Por qué tienes que ser tan difícil?! ¡¿Qué no entiendes los sacrificios que estoy haciendo por ti?! —gritó Alexis apoyando sus brazos en la mesa de su jefe —Simplemente no entiendo... ¿Por qué?...

—¿Crees que gastaré mi tiempo explicándote lo que sucede? Solo lo diré una vez más... Recoge tus cosas y vete, estás despedido, ya hablaremos más tarde... ¡Vete ya antes de que yo te saque! —gritó en respuesta Schlatt parándose de su asiento mientras lo veía con enojo

—¡Como quieras! —le dio una cachetada y salió enojado mientras que sus compañeros lo veían con confusión

—¡Alexis! ¿Cómo estás? —llegó su amigo George apoyando su hombro en la puerta de su cubículo, este observó detenidamente las acciones de su amigo, vio que estaba empacando sus cosas y sonrió pensando que le había ido bien —¿De vacaciones de nuevo? Gracias, nos quitas al jefe de encima, me agrada que te vaya bien en lo que haces

—George... Me despidieron... —dijo sin voltear a verlo, el contrario se quedó sorprendido y empezó a reír nervioso consiguiendo una mirada seria de Alexis

—Alex... No bromees, ¿Cómo tu novio te va a despedir? Eso no tiene sentido y lo sabes... —en realidad, sí tenía mucho sentido y eso lo sabían todos los que trabajaban en esa empresa

Jonathan Schlatt, o simplemente Schlatt, es y siempre fue una persona muy impulsiva e indiferente ante cualquier situación de cualquier persona, solo le importaba él mismo y eso se los hizo saber a todos desde la primera reunión

—Sabes que no bromeo, ¡¿Crees que mis lágrimas bromean?! —George se quedó callado sin saber qué decir, solo lo vió y en silencio lo dejó para que se tranquilizara

Después de unos minutos, Alexis salió del edificio dándose la vuelta para ver la ventana de la oficina de Schlatt sin imaginar que cruzarían miradas por unos breves segundos pero estas fueron interrumpidas por el enojo de Alexis que hizo que volteara inmediatamente para subirse a su carro e irse

—¿Qué chingados hice?... ¡¿Qué se supone que hice?!... —grita con ojos llorosos sin ver bien el camino, eso hizo que casi choque con un camión que pasaba tranquilamente al frente suyo, el sonido del claxon lo despertó de su pequeño trance logrando hacerlo frenar con susto

"¡Fíjate en el camino idiota!" —le gritó aquel que manejaba el camión. Alexis, enojado y con rabia, contuvo sus insultos y dejó pasar aquella situación tratando de callar sus pensamientos

Finalmente, después de unas horas, llegó a su apartamento y se tiró a la cama rompiendo en llanto aún preguntándose porqué Schlatt, su novio y ahora antiguo jefe, lo había despedido.

Después de unas largas 7 horas, Schlatt llegó al apartamento abriendo la puerta principal sin saludar, no había nada extraño en eso, pues, este nunca saludaba al llegar pero era porque ambos siempre llegaban juntos del trabajo.

—Hola Jonathan... —saludó Alexis acercándose a la puerta con los ojos rojos e hinchados

—Mhm... —le respondió cortando cualquier luz de conversación

—Schlatt... —Alexis continuó —¿Me podrías explicar lo de esta mañana? ¿Por favor?...

—Estás despedido, no hay más ciencia en ello, no te veo apto para el trabajo y tampoco para estar conmigo —lo último descolocó a Alexis quien lo vio confundido, Schlatt lo miró, suspiro y le terminó respondiendo molesto —Que quiero que te vayas de mi apartamento, ya no somos nada

—¿Q-qué?... —los ojos del menor se pusieron llorosos de nuevo al escuchar aquella frase —¡¿Qué te he hecho para merecer esto?! ¡Responde! ¡¿Qué mierda hice?!

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