XIII

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Se quedaba sin aire y se concentraba en luchar por conseguir un poco de este.

Estaba solo en su cabaña, nadie escuchaba su sufrimiento.

Nunca quiso terminar así, ¿Quién dice que iba a terminar así? Este no iba a ser su final. No por ahora.

Luchó por un minuto hasta llegar al punto de desmayarse. Antes de caer al suelo logró gritar por ayuda. Ayuda muy significativa.

—¡KRISTEN!

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—¡Sapnap! ¡Karl! ¡Ya llegué! —gritó Quackity entrando a la casa

—¡Quackity! ¿Que trajiste? —se acercó Sapnap mirando las bolsas, detrás de él venía Karl, un poco curioso también

—Traje helado para los tres —Sapnap inmediatamente se emocionó y agarró la cubeta de helado

—Karl, ¿Tú vas a querer?

—No Sapnap, estoy enfermo, adiós —Karl respondió cortante y subió nuevamente a su habitación

—¿Qué sucede con Karl? Sapnap, él siempre te dice Nick ¿Se pelearon? —ambos empezaron a caminar hasta la cocina para servir el helado

—Bueno, Karl está enojado porque tuve sexo contigo, él lo considera infidelidad pero no lo es, él terminó contigo, yo no, por lo tanto, tú eres mi novio, tiene que aprender que no siempre voy a estar del lado de alguien, esta vez estoy de mí lado —habló seriamente

—Igualmente le voy a servir helado, sé que está enfermo pero cuando yo me enfermaba mi mamá me daba helado y chocolate caliente —Sapnap sonrió con ternura y Quackity se quedó melancólico mientras preparaba lo que había mencionado

Al cabo de unos minutos, puso el helado y el chocolate caliente en sus manos para subir hasta la habitación de Karl y tocar la puerta con cuidado.

—¿Qué pasa? —preguntó Karl abriendo la puerta —Dije que no iba a comer helado, estoy enfermo Quackity

—Mi madre siempre decía "al dolor hay que consentirlo para luego atacarlo por la espalda, solo así desaparecerá" —habló entrando a la habitación para dejar las cosas sobre la mesa

—¿Tu mamá se refería a las enfermedades o a las personas? Porque lo hiciste con ambas —respondió cerrando la puerta

—Karl... Yo ya me disculpé por eso, parece que no te queda claro mi arrepentimiento, no pido que me vuelvas a amar, pido que entiendas de una vez que ya me arrepentí... ¿Qué es lo que te ata a recordar eso nuevamente?

Karl se quedó en silencio y de su mesa de noche sacó una caja

—Si no me hubiera enterado de tu infidelidad te hubiera pedido matrimonio... Ya tenía el anillo, solo faltaba que tú estuvieras presente... Pero antes de eso se presentó Schlatt a contarme todo

Ambos se quedaron en silencio, Quackity sin saber que decir y Karl tratando de contener sus lágrimas.

—Estoy conciente de lo mal que te hablé Quackity, sentí que era el culpable de que te atropellaran por no aceptarte en mi casa —sin poder aguantarlo más, Karl empezó a llorar mientras hablaba —No te debí encarar eso, no en ese momento, me sentía tan culpable de tu muerte y de la depresión de Sapnap... No aguantaba la tristeza y arrepentimiento al verlo llorar por tí... Y cuando regresaste, solo recordé por qué no te había dejado entrar a mi casa esa noche

—Lamento mucho todo lo que te hice Karl, todo lo que les hice, acepto que estaba cegado por el dinero que Schlatt me daba y el amor que sentía por ustedes, no supe elegir qué quería... Nuevamente te pido perdón, pero esta es la última vez que te lo digo, sé que estuve mal pero tienes que aprender a perdonar y dejar ir... La vida es más fácil cuando lo haces

El silencio se apoderó de la habitación nuevamente, pero era un silencio cómodamente pacífico.

Karl abrazó al contrario aún en silencio y le susurró —Te perdono, pero no significa que las cosas vayan a ser como alguna vez lo fueron

—Lo sé, pero solo quiero paz en esta casa, para Sapnap, para tí y para mí

—No te preocupes, ya habrá paz... Y gracias por el helado, en serio quería un poco...

—Disfruta, estaré abajo con Sapnap por si necesitas algo —salió de la habitación cerrando la puerta con cuidado y al darse la vuelta se encontró con Sapnap mirándolo enojado —¡Mierda! ¡Sapnap qué susto!

—¡Eso es lo que debe de hacer la gente que tiene problemas! ¡Hablar! Estoy orgulloso de ustedes dos... Al fin se dignaron a hablar y a solucionar sus problemas

—Recien me siento listo para hablarlo bobo... Vamos a comer ya...

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—¿Ya te sientes bien? —le preguntó preocupada

—Sí, eso creo —respiró profundamente antes de continuar —Gracias por venir... A los dos... Sobretodo a tí Phil

—No tienes que agradecerme, Kristen está un poco sorda

—¡¿Sorda?! ¡Sorda tu abuela! Aunque, de no ser por Philza te hubieras muerto...

—¿Y qué hacían juntos ustedes dos en la casa de Phil?

—Solucionando nuestros problemas, no somos como Quackity —respondió Kristen

—Ya... Bueno... Cómo digas Kris...

/No, no era c0vid, lo juro/

El Nuevo Miembro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora