El Nuevo Miembro

III

—¿Falta mucho para llegar? —Alexis preguntó sintiendo mucho frío y cansancio

Ambos se encontraban caminando por la nieve, eso no significa que estaban en el mundo real, solo estaban en una zona más profunda del inframundo en donde solo se encontraban los dioses y buitres.

—Alexis, ¿Puedes hacer silencio un rato? Sé que tienes frío pero cállate ya, estamos por llegar —contestó Kristen intentando concentrarse en la brújula que tenía en sus manos

—No me gusta este lugar... Es muy- —no terminó su frase y se estrelló contra una construcción, aunque no le dolió por estar muerto, lo descolocó haciendo que se quedara quieto sentado en el piso por unos segundos

—Eso te pasa por quejarte, levántate —le ordenó Kristen un poco molesta esperando a que le haga caso

Alexis se levantó de inmediato con una sonrisa nerviosa, ante eso, Kristen rodó los ojos y tocó la puerta de aquella construcción que, aparentemente, era una cabaña en medio de la nada.

Casi de inmediato, un hombre alto, con cabello largo y máscara, les abrió la puerta.

—¿Qué sucede Kris? ¿Con quién vienes y por qué vienes? —preguntó aquel hombre mirando curiosamente a Alexis

—Vine porque esta odiosa alma pecadora no tiene en dónde quedarse —antes de que el contrario pudiera contestar, Kristen continuó hablando —Tiene más de 50 pecados y todos son realmente sucios... Technoblade...

—¡¿Technoblade?! ¡Usted es el Blood God! —gritó Alexis retrocediendo un poco por el miedo cortando la conversación entre la Diosa de la Muerte y el rey y Dios de la oscuridad y los males

—¿Éste? ¿50 pecados? Debes estar bromeando Kristen, y no estoy de ánimos para las bromas —cuando Techno estubo a punto de cerrar la puerta, Kristen le dijo algo que lo detendría por completo

—¡Era amigo de George! —Techno, al escuchar esas palabras, abrió la puerta dudoso

—¿Eras amigo de George? —preguntó Techno a Alexis mirándolo con seriedad

—¿Jorge? ¡Sí! Somos-... Bueno, éramos amigos cuando estaba vivo... –se quedó pensando en lo que había dicho y empezó a asustarse por ello —¿Pasa algo con él?

—Nada que te importe... Pasen a mi casa, tenemos mucho de que hablar...

Después de unas horas de hablar, Alexis quedó más confundido de lo que estaba antes, tenía tantas preguntas y ninguna se las iban a responder.

—Entonces él es... —sib dejarlo terminar, Techno empezó a hablar para callarlo

—Sí, y tengo un trabajo para tí —Alexis lo miró confundido y curioso —Los vas a matar

—Sí... Claro... ¿Y cómo? —preguntó retóricamente sin creerle que Techno hablaba en serio

—Simple, revivirás, les sacarás información y luego los matarás —habló con simpleza —Pero no tienes opción, lo haces o sufrirás las consecuencias

Inmediatamente Alexis se sobresaltó y empezó a balbucear con miedo hasta poder crear alguna frase, oración o pregunta.

—Y... ¿Qué pasa si no lo hago? —preguntó temeroso sin querer hacer enojar a Techno

—Si no lo haces quedarás suspendido en el Limbo Alexis —contestó serio quedándose callado por un tiempo —¿Sabes? Ya no serás Alexis, te cambiarás de nombre

—¿Necesidad? Ninguna, ¿Por qué me tengo que cambiar de nombre? De cierta forma me caga que me digan Alexis pero mi jefa me lo puso con mucho cariño —aunque a Alexis no le gustaba su nombre, no se lo quería cambiar por nada del mundo, mala suerte que eso a Technoblade no le importaba

—Ahora serás Quackity y me da igual si no te quieres llamar así, serás Quackity, está decidio —Alexis, ahora Quackity, se levantó enojado abriendo la boca para hablar pero Techno lo interrumpió antes de que pudiera decir alguna palabra —Vayanse de mi casa, Kristen, enséñale el lugar a este chico y que conozca a sus nuevos compañeros

—Sí Technoblade, gracias por recibirnos —hizo una venia y volteó a ver a Quackity —Vamonos —ella agarró su mano y se lo llevó afuera de la cabaña

—¿Ese sujeto será mi jefe? Es igual que Schlatt... —preguntó susurrando lo último, Quackity aún seguía dolido por lo que sucedió el día antes de morir, no iba a ser algo fácil de olvidar, no a su parecer

—Será tu jefe quieras o no, igualmente no tienes alternativa... Ahora silencio, estoy intentando recordar dónde quedaban los círculos —así como dice La Divina Comedia, existen 9 círculos para castigar a los pecadores según los males que han cometido en su vida

Aquellos 9 círculos estaban protegidos por The Egg, siendo el único con acceso libre a esa zona. Aquel que quería entrar ahí por alguna razón, tenía que pedirle el paso a Edgard.

—¡Edgard! —gritó Kristen frente a un panel de vidrio en altura que mostraba un enorme círculo que contenía los 9 círculos de castigo —¡Huevo!

—¡Que no me digas Huevo! ¡Estoy ocupado vigilando los circulos! ¡¿Qué quieres?! —le respondió gritando aunque ya estaba parado en frente de ella siendo separados por el panel de vidrio

—No sé si recuerdas a Alexis, ahora se llama Quackity, y el jefe me dijo que le mostrara todo el lugar —Edgard inmediatamente deshizo el panel para que pudieran pasar

—Quackity, no toques nada, las almas te van a llevar con ellas si pisas mal —Quackity rápidamente asintió y los tres empezaron a caminar entre los círculos

—Cada uno de los círculos es para castigar diferentes errores graves que haz cometido en toda tu miserable vida... Tú tienes al rededor de 50, así que no perteneces a ningún círculo —empezó a explicar Kristen mientras caminaba viendo el interior de cada círculo

—Preferiría estar aquí en vez de hacer lo que ese Technoblade me pidió —lo que dijo detuvo a Kristen y a Edgard y ambos voltearon a verlo con confusión y miedo

—Quackity, yo estoy a cargo de este lugar porque cumplí una condena de muchos años en el noveno círculo, te aseguro que prefieres hacer lo que sea antes de estar en este lugar —Edgard se veía asustado por el comentario de Quackity, y este último no se dignó a cambiar de opinión y solo lo miró con comprensión falsa

Continuaron caminando por unas horas, Edgard les explicaba para qué era cada uno de los círculos y cómo se encargaba de mantenerlos en orden.

Kristen solo observaba a Quackity desde atrás sin que él se diera cuenta, había algo en él que le llamaba la atención pero, sin descubrir qué era, decidió no intentar investigar más.

Por otro lado, Quackity fingía prestar atención a lo que decía Edgard, le estresaba que hablara tanto, además, sufría de déficit de atención lo cual no ayudaba mucho.

—Y este es el final del recorrido, ahora, váyanse, tengo mucho trabajo que hacer y ya me retrasaron —habló Edgard por última vez un poco enojado y procedió a alejarse para continuar sus pendientes

—Quackity, recuerda, no tienes acceso a este lugar, si entras aquí y alguien te descubre estarás en serios problemas con Technoblade —advirtió Kristen y empezó a caminar

—Sí Kristen —empezó a seguirla con una sonrisa en su boca que cada vez se hacía más notoria

Si bien Quackity vivió toda su vida haciéndole caso a las personas, él había nacido para romper las reglas (según él).

Ya un poco alejado de Kristen murmuró con una sonrisa —sí Kristen... No entraré ahí para nada...