II

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Todo era iluminado... Como si me estuvieran apuntando con una linterna de luz blanca... No era una luz cegadora... Más bien... Era una tranquila pero muy presente...

Me quedé parado por un tiempo contemplando el cielo despejado y el agua calmada que estaba en mis pies hasta que escuché el sonido de una reja abriéndose lentamente

—Oh amados hijos... Vengan con su pluma y tendrán un espacio en mi paraíso —¿Paraíso?... ¿Acaso ahí me encontraba? No dudé en moverme hasta llegar al final de una pequeña fila que cada vez se hacía más grande

Pronto llegó mi turno y alguien muy simpático me atendió

—¡Mucho gusto! —dije con entusiasmo, no sentía miedo de estar muerto... Este lugar era muy cómodo...

—Buen día estimado mortal, ¿Tiene su pluma? —me preguntó un señor de cabellos rubios

—¿Pluma? No... No tengo ninguna pluma... No me la dieron... —no sabía de qué pluma hablaba, ¿Me había olvidado de ella en alguna parte?

—Oh, no se preocupe, a veces la Diosa Drista se olvida de entregarlas... Nombre completo por favor —nombre completo... No lo quería mencionarlo pero mi sueño era descansar en paz y al fin lo iba a conseguir

—Alexis Maldonado —contesté con una sonrisa esperando a que el señor me de acceso

—No sale registrado... Deme un momento por favor —me quedé esperando por un breve tiempo hasta que volvió con compañía... Y esa compañía me daba miedo...

—¿No aparece? ¡Kristen! —grito un hombre alto y con máscara blanca

—¿Si mi señor DreamXD?... —¡¿DreamXD?! ¡Pensé que no era real!

—Creo que te equivocaste de persona Kristen, no está en la lista del cielo —la chica se quedó callada pensando mientras me miraba fijamente... Francamente me daba miedo...

—Disculpe la objeción pero creo que los cuervos de Philza se confundieron... Los buitres tuvieron que llevárselo —dijo mirando al que atendía a la fila

—¿Estás diciendo que mis cuervos se confundieron? Tal vez como vieron que los buitres no llegaban se lo llevaron, recordemos que las almas no pueden quedarse suspendidas por mucho tiempo —respondió con un ligero enojo

—No tengo tiempo para esto, Kristen, llévate a tu sucio pecador de mi pulcro paraíso —¡¿Sucio pecador?! ¡¿Disculpa?!

—Sí mi señor... Disculpe por este inconveniente... —de repente sentí que me faltaba el aire y me caí rendido pero conciente al suelo, aunque después de unos segundos perdí el conocimiento.

...

—¿Crees que sigue vivo?... —preguntó Kristen viendo desde arriba a Alexis

—Kristen... ¡Tú misma lo mataste! ¡Obviamente no está vivo! –gritó el contrario en respuesta

—Idiota, ¡Sabes a lo que me refiero! —le devolvió el grito viéndolo con enojo

—Mmm... Bueno... No creo que esté del todo ido... —aquel chico se agachó para examinar a Alexis de cerca

—Él me va a matar... No quiero... Por favor joven... Despierte... —después de aquellas palabras, Alexis abrió los ojos asustado

—¡Mierda santa! —gritó con susto —¿Quiénes son ustedes?... —preguntó ya calmado

—Yo soy Kristen, la Diosa de la muerte y por tu culpa ¡El señor me iba a matar! —Kristen gritó enojada haciendo que Alexis se vuelva a asustar

—Llorona... No le hagas caso... —empezó a hablar un chico que estaba a su costado, era alto y vestía de rojo, este le extendió la mano a Alexis para que se levantara

—Gracias... ¿Y usted es...? —preguntó mientras se levantaba

—Soy Edgard, pero no me llames así... Dime The Egg, así me conocen todos aquí... La pesada de Kristen me llama "Huevo" para joderme... —le respondió con una sonrisa escalofriante

—Y... ¿Dónde estoy?... —ambos dioses se miraron entre sí pensando si decirle o no

—Te darás cuenta en unos minutos Alexis —Kristen se dio la vuelta y se fue, Alexis quedó confundido y miró a The Egg para buscar respuestas aunque este ya se había ido

—¿Qué se supone que haga aquí?... —se preguntó viendo a los alrededores sin encontrar nada más que vacío

Después de unos minutos sonó una repentina voz por todo el lugar.

—¿Hola?... ¿Está encendido?... Oh, ¡Hola mis no estimados crueles y horribles pecadores! Les habla Tomas Simons, el encargado en práctica de la Gran Fila, ¿Qué es la Gran Fila? Es aquella a la que serán transportados en unos segundos, página uno de- ¿Mumza también tengo que decir eso?

—No Tommy, solo... —pasa la página con una sonrisa cansada —Tienes que pasar la página... Nada más...

—Ah... Bueno, como les decía, en esta fila, según los pecados que han cometido, los enviaré a su infierno, ¡Espero disfruten su nada corta estadía!

Alexis se quedó congelado al saber que se encontraba en el infierno, o inframundo, o Limbo, aunque, según lo que él había leído, ninguno de esos tres lugares se parecían a este.

De repente lo transportaron a una larga fila en la que él era el 18vo. Rápidamente la fila fue disminuyendo hasta que llegó su turno y Alexis, ya no con la seguridad de antes, saludo al "recepcionista".

—Hola... Yo soy Alexis Maldonado—se presentó con una sonrisa nerviosa y muchas ganas de querer salir de ahí

—¡Hola Alexis! Tienes nombre de vieja... ¡No importa! Veamos tus pecados... —en eso, Tomas abrió un libro enorme encontrando a Alexis rápidamente.

Alexis estaba nervioso en lo que el contrario leía sus pecados y cambiaba su cara de felicidad a angustia.

—Alexis... No sé a dónde llevarte, nunca me había pasado... ¡Mumza! —en un acto de confusión, Tom llamó a Kristen para buscar ayuda y en lo que ella venía, Tomas releía los pecados asustándose cada vez más

—¿Qué pasó corazón? ¿Este pecador te está insultando? —se acercó Kristen con una mirada de furia al preguntar lo último

—No Mumza, es que Alexis tiene muchos pecados y no sé a dónde mandarlo... —respondió mostrándole el libro de los pecados

Kristen se tomó su tiempo para leerlos cada uno prestando atención a los detalles. Al cabo de unos minutos, Kristen decidió a dónde se iba Alexis.

—Alexis, por todos tus pecados, tú no vas a ningún círculo... —Kristen miró preocupada a Alexis y este suspiro sintiéndose de cierta forma aliviado

—Ufff... ¡Qué bien! ¿Entonces a dónde voy señorita? —preguntó entusiasmado

—Tú te vas al mundo de abajo...

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