Capítulo 20.- El corazón de un samurái

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Hola amigos, llegamos al final de este arco. Me tuvo pensando bastante, pero lo hice con mucho amor. Espero lo disfruten.

"Una muerte bella honra toda la vida"

En el cuarto de los ingenieros, una respiración agitada se elevaba. Jo, herido de gravedad en su brazo, trataba de fingir lo más posible. Toki, de manera rápida abrió la puerta de la armería.

Hmmm...─ Suspiró. ─...estas admas son antiguas...─ Jo vio los estantes, todas llenas de armas viejas, armas de fuego, ahora obsoletas, granadas y munición. Jo estando herido apenas podría usarlas, pero era imposible para Toki, simplemente sería demasiado débil para resistir el retroceso.

No te pdeocupes, Jo. Puedo sed útil de otda fodma...─

La puerta comenzaba a ser forzada por los guerrilleros de Ocassus. Pronto, Asra Nox estaría con el artefacto. Jo y Toki tuvieron el tiempo justo para hacer una improvisada trinchera.

Yo seré el fuego, tú serás mi apoyo, Toki.─ Los amigos asintieron, preparándose para la batalla final. Casi al instante la puerta estalló, el primer soldado que entró fue recibido con una ráfaga del rifle de Jo, los demás comenzaron el intercambio de balas.

...

Asra Nox, con un par de sus hombres, llegaron a la puerta de la bóveda del nivel 10, no había sistemas, no había cerraduras, solo ella y lo que sea que estuviese al otro lado.

Ustedes dos, aguarden aquí...─ Sentenció la líder.

Al abrir la puerta, el cuarto entero se iluminó, y con ello, sus ojos serían los primeros en contemplar, desde hace dos mil años el artefacto Hylotl. Protegido dentro de un cristal blindado no podría disponer de él hasta destruir el cristal.

Asra Nox, contactando con superficie, necesito que bajen explosivos, ahora.─ La orden de la líder de Ocassus solo halló silencio y estática.

Aquí Asra Nox, ¿Me escuchan? ¿Qué carajo están haciendo?─ La mujer profería toda clase de gritos e insultos, pero los soldados apostados en la superficie no respondieron. Según el semblante de su rostro, Asra se mostró cada vez más decidida a medida que descartaba, con una calma absoluta, todas las demás posibilidades.

...

...

Ha llegado...─

...

"Oxígeno 80% menos de lo normal, funciones cerebrales al 50%. Alerta. Alerta..."

Bastila apenas podía oír a su analizador. Sin poder moverse o reaccionar, ni siquiera pensar claramente, los estertores de su ya difícil respiración consumían le poco oxígeno que quedaba.

¡Por favor debes rescatarnos!─ Bastila podía oír la desesperada solicitud holográfica de Koichi, había llegado hasta el último piso de la biblioteca. Claramente se comunicaba con alguien, pero la chica no podía reaccionar. Lentamente estaba perdiendo el conocimiento.

Sin embargo pudo notar la presencia del extraño a unos pasos de la puerta. Los ingenieros de Ocassus por alguna razón no respondieron al intruso, ni profirieron sonido alguno más que sus cuerpos impactando el piso. De forma inesperada, el extraño manipuló la consola principal, abriendo los ductos de ventilación del cuarto, instantáneamente, Bastila recobró el conocimiento, respirando el ansiado oxígeno que tanto le hacía falta, tosiendo violentamente tratando de recuperarse.

¿Cómo habrá llegado...? ¿Koichi...?

En un abrir y cerrar de ojos, de nuevo estaba sola. Apenas pudiendo ponerse en pie, notó que los controles de su puerta ahora estaban desbloqueados. Sin embargo, estaba muy ansiosa, y sus brazos se ponían más y más temblorosos a medida que se acercaban al panel, como si no quisieran abrir la puerta.

Starbound - Estrellas Caídas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora