Cebo

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11.
─ No vas a tener contacto con ese depravado, solo serás un cebo, pero antes de que él llegue a la trampa, estarás a salvo en un lugar secreto, esto no admite discusiones ─ Bruno la miro y ella asintió, sabía que tenía las de perder y además tampoco le apetecía que Simon se le acercase lo suficiente, algo en su mente la instaba a tener un miedo primitivo, no solo a Simon, sino también a los dos hombres que la acompañaban en el coche.
─ Vais a matarle ¿Verdad?
─ No te quepa ninguna duda, un tipo como él no deja rastros, la gente de Killer no tiene ni un pequeño rastro de ADN, ese tipo quedaría libre para seguir matando y torturando, no puede quedar libre ¿Lo entiendes pequeña? ─ Bruno gruñó a su amigo, no le gustaba nada la familiaridad que Spider estaba teniendo con Lia, pero confiaba en él y si algo le sucediese, solo Spider podría protegerla, Lia siempre atraía los problemas a su vida ─ Tranquilo Killer, no quiero compartir a tu chica ─ El rostro de Lia enrojeció violentamente haciendo que Spider estallase en carcajadas ─ Definitivamente me gusta ella.
Simon esperaba la oportunidad para atacar, sabía en qué apartamento ocultaban a la chica justo ahora el coche oscuro estaba entrando en el garaje,solo era cuestión de esperar y nadie tenía más paciencia que él, solo unas horas y la maldita Amelia pagaría su afrenta. Su teléfono vibro sacándolo de su ensimismamiento, leyó el mensaje mostrando una macabra sonrisa, era uno de los gemelos, nunca aprendió sus nombres y tampoco es que le interesase mucho hacerlo ahora, el mensaje le daba una dirección y aseguraba que le tenían una sorpresa, en la foto adjunta, solo podía verse las manos de una mujer y el nombre de Sam, la chica estúpida que grito y cuyos hermanos mayores le dieron una brutal paliza, su objetivo era Amelia, pero tampoco iba a rechazar a otra de las zorras. Primero acabaría con Amelia y después remataría su ola sangrienta con Sam, desaparecía y nadie sabría jamás quien mató a las tres amigas.
Como Bruno había adelantado, Simon se había colado en su apartamento, podía verlo claramente mediante las cámaras que había instalado por toda la casa, siempre habían estado inactivas, menos la de la puerta y la terraza, por el bien de Lia, pero no iba a consentir que ninguno de sus hombres viese a la joven dormir, romper el cuello de un hombre era algo fácil para él.
─ ¿Cómo sabías que entraría en tu casa? ─ La voz de Lia temblaba por el miedo, los ojos de Simon estaban más llenos de odio que aquella vez tantos años atrás, ¿Era posible que ella fuese la culpable de toda aquella maldad?
─ Preciosa, no lo pienses, Simon es un psicópata y la culpa no es de nadie.
─ ¿También sabes leer mentes?
─ No preciosa, pero tu cara es una fuente de información excelente y se me da bien leer a las personas, ahora intenta dormir, Spider debe estar acabando su trampa.

Extrañas AparienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora