Extrañas Apariencias

Muerte y Renacimiento

12.
Sus ojos estaban pesados, recordaba la última hora demasiado borrosa, no sabía qué le había sucedido, él estaba en casa del policía, podía distinguir la silueta de Lia recostada en la cama, en el aire estaba suspendido el perfume de la chica y desde donde estaba podía ver a través de la puerta entreabierta del baño como el cristal estaba empañado por el vaho de la ducha. Primero acabaría con el poli y después se tomaría su tiempo con la chica ¿Pero qué demonios había pasado para encontrarse atado a una silla?
─ Simon, Simon, creía que eras un poco más listo ─ El ceño de Simon se frunció y su boca se torció en un gesto desdeñoso y confundido ─ ¿Pensabas que íbamos a dejar que llegases a la chica con esa facilidad? ─ El rostro de Spider se deleitaba ante la creciente furia de su prisionero ─ En cuanto lleguen nuestros invitados comenzará la fiesta.
─¿Pero cómo? Estuve tan cerca ─ Las carcajadas del tipo con pinta de motero le enfurecieron, su cara distorsionada por la rabia.
─ Nunca estuviste cerca de Lia, todo fue una trampa, tus amigos nos contaron tu plan y tu mismo revelaste lo que ibas a hacer, solo fue cuestión de atraerte al sitio correcto, el resto fue cuestión de planificación y drogas ¿Recuerdas el vaho de la ducha? Eso te noqueo, tu cara fue para grabarla, de hecho mira, el momento exacto ─ Spider se regodeaba, la puerta se abrió con un ruido metálico y el sonido de pasos se hizo más que evidente ─ Justo a tiempo, pedazo de mierda, nuestras invitadas decidirán que haremos contigo.
Cinco figuras aparecieron en su campo de visión, cuatro figuras más pequeñas y una imponente, tanto en presencia, como en altura, Bruno y Lia llegaron agarrados de las manos, detrás de ellos Danae , Aria y Sam miraban expectantes al hombre atado en la silla.
─ Veras, Simon─ La voz de Bruno salió limpia y clara ─ Es hora de que pagues por tus pecados, estas señoritas van a decidir como y en que momento darás tu ultimo suspiro, vas a desear morir mil veces, pero solo ellas dictaran el momento exacto, conozco mil maneras de traerte de vuelta y volverte a llevar de nuevo a la muerte, nadie te buscará, nadie reclamará tu cuerpo, a nadie le importas, en este momento Simon Puente va camino del caribe en un vuelo comercial con muchos testigos ─ Hizo una pausa, nunca había dejado que nadie viese ese lado oscuro que formaba parte de él, pero Lia le había suplicado que la dejase entrar y convenció a las otras chicas, solo necesitaron ver un pequeño fragmento del video de la violación de Emma, eso hizo que todas las dudas quedasen apartadas, las chicas querían venganza.
─ Este va a ser el mejor Halloween de mi vida ─ Dijo Spider guiñando el ojo a Sam que le miraba con coquetería, iba a ser cierto eso de que las almas rotas eran capaces de encontrarse.
─ Estáis locos, la policía os pillará ─ La voz de Simon ya no sonaba con esa seguridad de antes.
─ Él es la policía pedazo de mierda, es el jefe y puede hace lo se le, cante en sus santos huevos y por lo que Lia nos ha dicho, los tiene bien puestos ─ Danae, con particular vocabulario y su extraño humor caminó hasta quedar a la altura de Simon ─ Ya sé que dije que solo iba a mirar jefe ─ Dijo mirando fijamente a Bruno ─ Pero necesito sentir su sangre en mis manos...

Unas horas después Simon era solo una masa de músculos y huesos, su arrogancia se apagó en el momento exacto en el que se dio cuenta de que cualquiera es capaz de matar, tan solo era necesario una motivación y él les había dado una de las más poderosas, la venganza. Ese día marcó el inicio de una nueva alianza, cada año, la noche de Halloween, escogerían a un verdugo, un monstruo y los seis se bañarían en su sangre, porque todos sabían que los monstruos seguirían caminando entre ellos.