Extrañas Apariencias

Noche de Cena

 1.
Escondida tras una apariencia normal, la bestia esperaba para volver a atacar, el mes de Octubre siempre era el más propicio para dar rienda suelta a sus instintos y de paso librar a la sociedad de lo peor que habitaba entre ellos. Oculto tras una máscara de cordialidad, el más brutal de los monstruos disfrutaba de la privacidad que proporciona una barra de bar en pleno bullicio.
En el otro extremo del mismo lugar, cinco chicas disfrutaban de una noche de descanso, sin imaginar que esa iba a ser la última vez que disfrutasen de lo que pensaban era la normalidad, pues sin saberlo, una de ellas iba a convertirse en la obsesión de una bestia y otra iba a perder su vida a manos de un grupo de "chicos normales"...

Eran pasadas las dos de la madrugada, el taxi dejó a su última pasajera sin saber que sería el último que vería a la chica con vida. Como cualquier otro fin de semana, Emma busca sus llaves en el pequeño bolso viendo al taxi alejarse, con un suspiro y una risa encuentra el metal de las llaves y sintiéndose a salvo mete la llave en la cerradura, solo un par de segundos y la tragedia podría haberse evitado, pero todo transcurre con tal rapidez que la joven solo es consciente de lo que pasa una vez que su cuerpo es arrastrado por dos pares de grandes brazos hasta el sucio suelo de una furgoneta,su pesadilla no había hecho más que comenzar.
─ ¿Qué está pasando? ─ Su voz ya no parecía suya, el terror la llenaba por completo, en respuesta solo obtuso un puñetazo y un pinchazo que la hizo paralizarse, las palabras sumisión química acudieron a su mente. Como estudiante avanzada de criminología sabía a lo que se enfrentaba... Horas de tortura y humillaciones y con suerte la muerte.
DOMINGO
Aria y Danae tomaban un café con tostadas en la pequeña cocina del piso que compartían, las cinco habían quedado para comer en el italiano de la plaza y después, siguiendo su propia tradición, verían una peli de terror y criticarían todos y cada uno de los efectos especiales, el WhatsApp grupal sonó, era Lia, recordándoles a todas que no llegasen tarde, todas sabían que ella odiaba esperar. Puntualmente, cuatro de las chicas ya estaban sentadas en su mesa favorita, Aria, Danae, Lia y Samantha, la única que faltaba era Emma, que como de costumbre se habría levantado tarde y las haría esperar otra media hora más, cosa que a ninguna de ellas sorprendía.
─ Pidamos las bebidas, estoy segura de que Em, llegará muerta de hambre ─ Para ir adelantando pidieron ensalada, un vino ligero y algunos entrantes, la chica que faltaba se retrasaba más de lo normal y al llamarla su teléfono no daba señal.
─ Pidamos, lleva casi una hora de retraso, llamaré a su madre ─ Comento Danae poniéndose cada vez más nerviosa mientras intercambiaba unas pocas palabras con la madre de Emma ─ Comamos, seguramente tendrá una historia fenomenal para contarnos, seguro estará bien ─ Animó a todas con poca convicción. Fuera, sentado en la terraza del restaurante de enfrente, una sombra gigantesca no quitaba los ojos de la mesa de las chicas sin llegar a comprender porque sus rostros mostraban tanto nerviosismo.
LUNES
La respiración sonaba pesada junto a su oído, los ojos de Lia se abrieron de golpe y un sudor frío se pegaba a todo su cuerpo, sentada ya en la cama, luchaba para poder respirar, llevaba tiempo sin tener esas horribles pesadillas, sin sentir que algo muy malo se cernía en torno a ella. Como cada comienzo de semana se preparó un ligero desayuno y se enfrentó a otra tediosa semana, no trabajaba, su salud mental se recuperaba de una situación bastante oscura y por el momento no podía enfrentarse a lo que todos llaman vida normal. En el dormitorio su teléfono sonaba, al responder su último trago de café se atasca en su garganta y el aire desaparece de sus pulmones, Aria hablaba históricamente, el cuerpo de su amiga acababa de aparecer sin vida en un contenedor de basura, el suelo parece abrirse debajo de sus pies y todo se vuelve negro justo antes de que su cabeza golpee el suelo y un grito estrangulado rompa la calma de la mañana.
El grito estremece al hombre que se cuela en casa de la joven para ver como su cabeza golpea fuertemente el suelo, sabía que ella ya conocía las atroces noticias sobre la joven hallada, su estado empeoraría a lo largo del día y al fin los caminos de ambos se entrecruzarían y él no haría nada para evitarlo,con cuidado recogió el cuerpo inerte de la chica y la trasladó hasta el cercano sofá, la patrulla no tardaría en llegar y el ya había reclamado llevar el caso personalmente, era el jefe de policía más joven y también el más letal, la bestia reclamaba la sangre de los culpables y estos no pisarían una cárcel, el infierno era el único lugar al que debían ir.