Hada corrompida

Bajas

Apenas mi cuerpo terminó de tomar aquel color metálico, Mekko atacó sin vacilar, dando un puñetazo al mismo tiempo a mi y a Yujin con ambas manos, el cual ambos bloqueamos. Lancé una patada que iba dirigida a su cabeza, mientras que Yujin intentaba ponerse detrás de él para atacar por ambos flancos, sin embargo, el capitán simplemente se agacharía para esquivar mi ataque mientras que golpeaba a mi amigo en su punto débil, el cual cayó tumbado por el dolor, sosteniendo con ambas manos el lugar donde fue herido 

-¡Eso fue muy sucio! -Gritaba la ya curada Grami

quien observaba el combate atentamente junto con los demás.
Disparé una ráfaga de puñetazos rápidos e imprecisos, solo para darle tiempo a Yujin de que se recomponga, se que esos golpes no le iban a hacer mucho, pero lo distraerían el tiempo suficiente

-¡Que obstinado! -Gritó, justo cuando logró atrapar uno de mis golpes

Una cierra voladora se dirigía a él a toda velocidad

-Ganamos -Dije sin poder evitar sonreír a la vez que la cierra impactaba en su abdomen 

Pero mas temprano que tarde la sonrisa se me borró del rostro al ver como la cierra rebotaba en él como si estuviera hecha de goma, logré librarme de su agarré y di un pequeño salto hacia atrás 

-No entiendo, mis cierras no logran dañarlo 

-También pudo romper mi espada con un golpe, quizás su magia es similar a mi poder y puede transformar su cuerpo, solo que a diferencia de mi, no cambia visualmente

-Creí que tu metal era de los mas resistentes de todos, no tiene sentido que haya podido doblar tu brazo tan fácilmente

-Y Kyofu ya dijo que mi poder era raro y quería estudiarlo, no creo que otro capitán tenga algo similar

-¡Vamos a seguir peleando! -Gritaba el capitán abalanzándose sobre nosotros

Parecía que disfrutaba combatir, podía verlo en su rostro, Yujin y yo juntos apenas resistíamos los intercambios de golpes, nos hacia retroceder cada vez mas, un golpe en el pecho de Yujin lo tumbo al suelo, y con él fuera de combate no tuvo problemas para sostenerme en el aire tomándome del cuello, Yujin le disparó otra cierra, pero el capitán solo levantó su mano y la detuvo 

-Fue divertido, sus estrategias de combate no estuvieron mal, pero creo que no tienen nada mas que ofrecerme, así que es hora de acabar con este combat -Repentinamente me soltó y su dialogo se detuvo

Simplemente cayó al suelo desplomado, al fijarme mejor, logré visualizar un par de dagas clavadas en su espalda, y como Dorobo se materializaba detrás de él 

-Buen trabajo Dorobo -Tassei se veía agotado

Parece que utilizó su magia de nuevo, mas de lo que su cuerpo se lo permitía 

-¿ Por que tus armas pudieron dañarlo y mis cierras no ?

-Porque no se lo esperaba, creo que su magia era cambiar el material del objeto que esta tocando 

-En efecto, pero no tenías permitido intervenir -Una voz que no me sonaba haber escuchado antes soltó esa frase

Sin que siquiera pueda darme cuenta, una lanza atravesaba el estomago de Dorobo

-¡Dorobo! -Tekia se lanzaba al combate contra la persona que perforó el cuerpo de nuestro camarada

Sus patadas eran mortales, pero la capitana en cuestión tenía un manejo excelente con su lanza, la cual bloqueaba sin problema todos los ataques de nuestra compañera rebelde

-¿¡Como te atreves a atacarlo por la espalda a sangre fría!? -Gritaba Tekia sin dejar de atacar por un instante

La capitana batió su lanza con fuerza haciendo que su atacante tenga que retroceder

-Que irónico, juraría que tu amigo hizo exactamente lo mismo -La capitana miraba a su compañero en el suelo -Se acabaron los juegos, mira a donde te llevó eso Mekko

Seguido de esa frase, los cuatro capitanes restantes se ponían de pie, al verlos una gota de sudor frío caía por mi frente. Tuvimos que derrotar a uno solo entre tres, Eru, Matt y Nick están peleando contra dos de siete restantes de ellos, Dorobo esta caído, por no decir que ese golpe pudo haber sido mortal, Hozona solo sabe defenderse con su escudo, no atacar, y Tassei parece estar exhausto por el uso excesivo de su magia, eso nos deja en cinco contra cinco...

-Soy Amai, Amai Fukulla, capitana de la octava división, recuerden bien mi nombre, porque seré la lanza de la justicia que haga caer de una vez por todas a la rebelión, vengaré a Mekko, a Kyofu, y a todos los soldados caídos en batalla por ustedes 

Estaba claramente furiosa, daba miedo, de hecho es la mujer que mas miedo me dio hasta la fecha sin contar a mi madre enfadada.