Estando tan cerca no es momento para vacilar, por mas que la desventaja de fuerzas sea clara, no nos podemos rendir a esta altura
-¿¡Quien peleara conmigo?! -Exclame
Los capitanes restantes se miraron entre si y murmuraban cosas en voz baja que no logré escuchar
-Parece que yo seré tu rival -Dijo el mas joven de ellos dando unos pasos hacia mi
Antes de que pueda decir nada mi visión se distorsionó por unos segundos, cuando recobré el sentido noté que me encontraba en un lugar diferente, nunca antes había visto algo así, parecía como si un cielo nocturno y estrellado me rodeara, incluso el suelo era de ese color, todos los demás capitanes y mis compañeros desaparecieron, dejándome a solas con mi presunto rival
-Pareces estar confundido
-¿ Esta es tu magia ? -
-Así es, bienvenido a mi magia
-¿Que hace exactamente?
-Bueno, si te dijera eso perdería mi ventaja, así que no es información que pueda revelar
Asentí, tiene un punto, simplemente me lancé al combate
-¡Espera espera espera!
Me detuve
-¿Ya vas a atacar? ¿No te gustaría al menos saber el nombre de tu rival? ¿Sus intereses? ¿Por que pelea y como llegó a donde esta?
-¿De que estas hablando? Estamos en un combate a muerte, no es una cita -Repliqué un tanto sorprendido
-Soy Waki, tengo dieciséis años, los capitanes me entrenaron desde que tengo memoria, parece ser que nací con una magia muy rara y poderosa, mas allá del entendimiento de muchos, eso los hizo interesarse en mi
-Eres incluso mas joven de lo que imaginaba, niños como tu no deberían involucrarse en guerras, deshaz tu magia y vete casa
-Lo siento pero no puedo hacer eso, mi casa son ellos, los capitanes que me criaron y aunque me cueste la vida, tengo la orden de retenerte aquí el mayor tiempo posible
-Ya veo, yo soy la mayor amenaza, y tu eres una prisión humana, su plan es que hagas tiempo para que puedan enfrentarse varios contra mi una vez que hagan caer a mis compañeros
-Así es...
Me impulsé hacía su dirección rápidamente
-En otras circunstancias podríamos llevarnos bien, pareces un buen chico, pero -golpee su estomago intentando no contenerme -Necesito salvar a mis amigos
Saltó hacia atrás sosteniendo su estomago
-¿Por que hacen esto? Ustedes atacaron primero a mi familia, ustedes secuestraron a la princesa, si se rinden ahora las consecuencias no serán tan graves
lo perseguí preparando otro golpe
-Tu familia nos esta cazando solo por el color de nuestro pelo
disparé otro puñetazo a su cara el cual llegó a bloquear con un escudo
«¿De donde lo sacó?» Pensé
-Pero es por sus crímenes, si fueran completamente inocentes no tendrían el pelo de ese color, solo acepten la condena, luego serán libres
-¿Eso crees? ¡Yo nací con el pelo de este color! -Lancé una patada a su cabeza
de repente un casco se materializó encima de él bloqueando mi ataque
-Eso no puede ser posible, seguramente has cometido algún crimen tan traumático que lo has olvidado -Reprochaba mientras el casco se desvanecía
-No, eso es porque soy humano, pero tu por lo visto no entiendes de grises Waki -Intenté clavar un rodillazo en su abdomen
-¡¿No eres un hada?! -Una espada desvió mi rodilla de su cuerpo
Asentí
-¿Que se supone que haces luchando una guerra que no incumbe a los de tu raza?
-Vaya, parece que tengo que darte algunas lecciones de historia; hace algunos cuantos años, un científico trajo cincuenta humanos al reino de las hadas, por lo visto los humanos querían regresar a su mundo, pero el gobierno de las hadas tenia otros planes, por alguna razón no querían dejar que vuelvan, se inició una guerra, y a pesar de que los humanos tenían poderes increíbles, poderes como el mío, las hadas eran mucho más, un país entero contra solo cincuenta personas, terminaron por exterminar a casi todos los humanos, dos de mis camaradas son humanos a los cuales trajeron a la fuerza, y otra es hija de un humano ¿Todavía crees que a mi raza no le incumbe?
-Eso es mentira, es todo mentira, los humanos invadieron por cuenta propia este territorio, lastimaron y asesinaron muchísimas hadas -Su tono de voz era rasposo, parecía como si su garganta se cerrara y quisiera llorar
-¿No me crees? eso ocurrió hace muchos años, el tiempo pasó y los humanos aun no tenemos la tecnología para viajar entre mundos, yo llegué aquí gracias a tecnología de las hadas
-¡No te creo! -Extendió su mano
Varios cuchillos desde diferentes direcciones volaban hacía mí, pero para mi cuerpo metálico eran solo cosquillas
-¿Alguna vez mataste a alguien Waki?
-Si -Tartamudeó -Pero era alguien que lo merecía -Agregó
-¿Crees que puedes juzgar quien merece o no vivir?
-Esa persona era malvada, tenía el cabello negro, como tu
-Pero ahora tu eres malvado por matar a alguien ¿ Por que crees que tu cabello no cambió de color ?
-Porque hice justicia
-Mi amigo Yujin, ya sabes, el que peleaba a mi lado, el de cabello naranja, ha matado a algunos soldados, sin embargo su cabello no cambió de color ¿ Hizo justicia entonces ?
Waki no respondía, mis palabras parecían haber sembrado la duda en la mente de este chico
-Ey, vamos ¿El capitán de la novena división no tiene una respuesta para mi?
-Cállate, estoy... estoy pensando, lo que dices es verdad pero... pero no tiene sentido
-Quizás los soldados no son tan buenos como crees, a lo mejor estas en el bando equivocado Waki, veo en tu mirada ese hambre de justicia, eres como yo, solo que no has visto el mundo como en realidad es, los capitanes te criaron para que seas como ellos quieren, te adoctrinaron, no como a su hijo, como a un perro
-¡Te dije que te calles! -Nuevamente extendió su mano materializando armas que volaban a mi dirección
Justo antes de que impacten en mi, desactivé mi poder, tres cuchillos se clavaron en mi, uno en mi hombro, uno en mi mano, y uno atravesó mi estomago al completo, dejando un hueco
-¡No! ¡No no no no no! ¿ Que has hecho ? ¿ por que te dejaste atravesar ? ¿ estas bien ? responde
Caí al suelo respirando con dificultad, ese chico se acercó a mi, pude ver lagrimas en sus ojos
-Humano, no te mueras, todavía no terminamos de hablar, lo siento lo siento -Se arrodilló a un lado de mi
«No pude ganar la batalla física, pero gané la batalla mental» Pensé mientras veía sus hermosos rizos dorados oscureciéndose «Dejo estas heridas en tus manos Hozona»
En medio del caos del campo de batalla generado por la lucha entre la rebelión y los capitanes dos jóvenes emergieron. Ambos de cabello completamente oscuro, uno de ellos herido de muerte en el suelo, el otro llorando sobre su contrincante.
El caos se volvió paz, todos voltearon a ver a ambos jóvenes, sin entender muy bien lo que había ocurrido
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Hada corrompida
FantasyYusei, era un chico normal, una noche una chica se introdujo en su cuarto diciendo ser un hada, Yusei no le creía y la trataba de intrusa hasta que cierto suceso lo hizo cambiar de opinion...