Hada corrompida

Cambio

Raibaru camino calmado pero a pasó aligerado hacía nosotros, podía ver una mirada llena de ira, tomó a Grami por la cabeza y la estampó contra la pared, ella se desmayó al instante, Tassei intentó atacarlo, fue en vano, Raibaru golpeó sus costillas después de esquivar sin problema el ataque de Tassei y pude escuchar como crujían sus huesos, apostaría que rompió algunos con ese solo golpe, no pude hacer nada mientras él me tomaba del cuello y empezaba a apretar

- El estúpido protegido de Eru, quiero ver su reacción cuando vea tu cadáver - exclamo poniendo una sonrisa sádica

- ¡¿ Por que lo odias tanto ?! - Dije apenas pudiendo respirar

- Ja - Dejó de apretar tan fuerte pero aún me sostenía en el aire tomándome del cuello

- ¡Dime! - Grité

- Es obvio, ambos fuimos rivales siempre, incluso pretendientes a la princesa ¿ Sabes lo que significa ? Que cuando el rey muere, uno de los dos, quien consiga casarse con la princesa se convertirá en el nuevo rey - Explicó denotando gula de poder

- ¿ Eso es todo ? - Pregunte incrédulo mientras intentaba aflojar su agarre para respirar un poco mas

- Je, el arruino mis planes - Expreso con una mirada desconsolada pero una sonrisa tétrica 

- ¿ Tus... planes ? - pregunté nuevamente

- En realidad nunca me interesó la princesa, de quien realmente estoy enamorado es de su hermana menor, pero ella no se convertiría en reina y el puesto de rey también era algo que anhelaba con todas mis ansias, tenía que elegir entre mi sueño y mi amada - Contó con cautela

casi estuve por sentir pena por él y su historia pero

- Entonces el mismo día que hubo muy poca seguridad en el castillo real contraté unos sicarios para que hagan decidir a Eru salvar a la reina o a la princesa, era obvio que elegiría a la reina, después de todo es la reina y de no hacerlo se consideraría traición, pero ¡el maldito bastardo eligió salvar a la princesa! - Confeso con ira

abrí mis parpados sorprendido

- Es tu culpa, el verdadero traidor que mato a la reina... - Dije, empece a sentirme muy molesto

- Si, pero todavía no quería que muriera la madre de mi amada, yo quería que muriera su hermana, y una vez que me case con mi querida Regina, entonces ahí si dar muerte al rey y a la reina para convertirnos en soberanos del reino. - Contó terminando por reírse maliciosamente tras su ultima palabra 

- Desgraciado ¡Mataste a la reina y no sientes ni una pizca de culpa! - Grité con furia

- Así es - Respondió 

- ¡Arruinaste la vida de tu amigo y lo tratan como un traidor! - Grité aun mas fuerte

- Si - Dijo borrando la sonrisa en su rostro

- ¡Incluso pensaste en matar a toda la familia de la persona que amas! - Increíblemente pude liberarme de su mano 

- Eso también, y ahora que lo sabes tengo que matarte - Exclamó mientras desenvainaba su estoque

- ¡Eres escoria, la peor basura de este mundo, deberías morir, no mereces nada de mi piedad! - Grité con todas mis fuerzas

Solté un puñetazo directo a su estomago y él se defendió con su estoque poniéndolo delante de su estomago, creí que mi brazo se iba a destrozar, pero este se volvió de un color metálico como el hierro y rompí el estoque llegando a su estomago y expulsándolo algunos metros lejos de mi.
Tanto Raibaru como yo miramos mi mano asombrados.

- Maldito humano, guardabas un truco mas - Dijo apretando los dientes

desplegó sus alas y voló muy rápido contra mi dándome un golpe en la cara pero no me dolió, nisiquiera logró moverme, y pude ver que sus nudillos estaban sangrando cuando separó su puño de mi rostro, iba a darle otro golpe cuando noté que el color metálico de mis manos se estaba desvaneciendo, de todas formas el pudo esquivar el golpe, tomó a su hermano y salió de el lugar muy rápido. Con eso me dí cuenta que por fin había logrado activar mi poder, aunque no se muy bien como lo hice, pero por unos segundos me volví tan fuerte que logré hacer que ese idiota huya despavorido.
Hoy fue un buen día para la rebelión, conquistamos una base que a pesar de que no es la gran cosa es mejor que nada, logre descubrir unos secretos interesantes y ademas le dí un buen susto a Raibaru e incluso Grami y yo activamos por primera vez nuestros poderes. Saqué mi fragibilis y envié una "Y" que significaba que cumplimos la misión con éxito, me moví hasta donde estaban mis dos compañeros heridos y los llevé hasta unas camas improvisadas con algo similar a heno que se encontraba en las cercanías de aquella base. Me recosté junto con ellos que se encontraban inconscientes y me detuve a ver mejor mi fragibilis, el equipo de Eru ya había mandado una "Y", también el de Nick, pero Hozona envió una "P", eso quería decir que se encontraban en problemas, mi grupo era el que estaba mas cerca de la base a la que se dirigió el grupo de Hozona, me dispuse a levantarme y salir lo mas rápido que pude encaminado hasta donde ella, Dorobo y Tekia se encontraban, dejé a Grami y Tassei descansando, ellos no iban a poder pelear en el estado que se encontraban, y tampoco había problema si los dejaba en aquella base, el enemigo no volverá, corrí durante un tiempo bastante largo guiándome con un mapa que esta en mi fragibilis, y por fin llegue exhausto a la base enemiga en la que debería estar Hozona y el resto, en la entrada no había guardias y las puertas estaban abiertas, entré sin mas, este lugar era mas grande, había varios caballeros derrotados en el suelo, estuve recorriendo durante un rato esos largos pasillos siguiendo un rastro de cadáveres, se que Tekia pasó por aquí porque algunos de los cuerpos tenían la peculiar marca de sus zapatos con punta, empece a escuchar unos quejidos después de caminar un rato, apresuré mi paso a pesar de que estaba bastante cansado por todo lo que tuve que caminar antes, llegué a una puerta de madera vieja por la que provenían los quejidos, desenfunde mi espada mientras rompí la puerta de una patada y me encontré con una situación horrible, Dorobo encadenado de pies y manos a la pared mientras lo torturaban con un cuchillo, Hozona tenía un par de guardias encima, luchaba por quitárselos mientras lagrimas salían de sus ojos viendo lo que le hacían a Tekia y sabiendo que ella iba a ser la siguiente, Tekia en el suelo sostenida por dos guardias mientras otro embestía contra su cadera repetidas veces. Había bastante sangre debajo de ella e incluso se encontraba desmayada, o quizás algo peor...
Esto ya no es algo que puedan excusarse con "solo hacía mi trabajo"
En ese momento algo cambió dentro de mi

- Los voy a matar a todos - Dije mientras mi cuerpo tomaba un color metálico 

Lancé mi espada y quedó clavada en la cabeza de quien estaba embistiendo a Tekia, mi cuerpo se sentía muy pesado, pero me moví con una velocidad excepcional hacía quien estaba torturando a Dorobo y aplaste su cabeza entre mis dos manos, por unos segundos vi la expresión de mi compañero, estaba muy impactado, quedaban 4 guardias restantes, los que sostenían a Tekia la soltaron para desenfundar sus armas pero no fueron lo suficientemente veloces, pues antes de que lo logren yo ya estaba enfrente de ellos preparando un potente golpe al estomago del que estaba por delante, al darlo, lo empuje con tal fuerza que salió disparado hasta la pared junto con su compañero que se encontraba detrás suyo y quedaron inconscientes en el acto, solo quedaban dos, tenían hachas en sus manos, vinieron a golpearme con ellas, recibí el impacto de lleno, pero casi no sentí nada, enrede mi brazo en el cuello de uno y apreté con fuerza partiendo su cuello, del ultimo restante lo tomé por su cadera y empece a apretar cada vez mas fuerte, me producía un placer único escuchar crujir sus huesos por cada gramo de fuerza que yo agregaba a mi apretón, lo dejé sufriendo unos segundos y luego di un golpe en su cuello que lo dejó sin aire y terminó por brindarle muerte. Miré a mi alrededor, ningún enemigo seguía con vida, mis dos compañeros conscientes miraban confusos entre alivio y terror lo que yo acababa de hacer, mi cuerpo volvió a su color original, Hozona sollozaba en el piso, liberé a Dorobo quien fue corriendo a abrazar a Tekia, que no se si es su cadáver o aun tiene esperanzas, me acerqué poniendo mi mano en su cuello para sentir su pulso...
Cada segundo se sentía enorme, ya iban 2 segundos que parecían minutos en los que su pulso no respondía y entonces, lo sentí, respiré aliviado, ella aun vive.