Hada corrompida

¿Aliado?

—Lamento lo ocurrido, Yusei.

—No te preocupes, Waki.

—Yusei, deberíamos irnos, cometimos el error de subestimar a los capitanes.
—Sí, Yujin, aún no estamos listos para enfrentarlos.
—¿Qué hacemos con este, Yusei? —preguntó Tassei.

—Waki ahora es uno de los nuestros, solo miren su cabello. —Tras decir eso, todos lo observaron.

Waki bajó la mirada, avergonzado.
—Hozona, encárgate de Dorobo, creo que está peor que yo. —La tensión se cortaba de golpe.

—Sí —acató la orden sin dudar.

Tras un minuto de incómodo silencio:
—Yo no soy un criminal ni un rebelde.

—¿Entonces cómo explicas tu cabello? —Eru refutó antes que nadie.

Waki simplemente apartó la mirada.
—Bueno, ya hablaremos de eso más tarde. ¿Alguien puede ayudarme a levantarme? La herida sanó, pero todavía duele como si mi estómago siguiera agujereado.Matt y Yujin hicieron caso a mi petición; Waki tuvo la intención, pero apenas se movió cuando Tassei lo detuvo con amenazas.
—¿Cómo se encuentra Dorobo?Tekia, quien estaba de rodillas junto a él, volteó a verme con lágrimas en sus ojos, temí lo peor.
—Aún respira, pero una pequeña parte de su corazón fue perforada y gasté demasiada magia en ti, Yusei. —dijo Hozona, dándome algo de esperanza.
—Sálvalo, por favor, Hozona. —rogaba Tekia entre lágrimas.
—Mi magia no será suficiente; necesito el equipo médico que tengo en la base. Debemos volver cuanto antes, pero será complicado moverlo tan lejos sin empeorar su estado.
La situación volvía a ponerse tensa; debíamos tomar una decisión, nos mirábamos en busca de respuestas.
—Yo puedo llevarlos a su base en un instante si me dicen dónde está —sorprendió a todos Waki.
—Eru, dale las coordenadas de la base —dije con una leve sonrisa. «Solución milagrosa».

—¡Pero, Yusei, es un capitán enemigo! —reclamaba Tassei.

—¿Quieres arriesgarte a perder a Dorobo?Tassei apretó los dientes con rabia. Tras eso, fue él mismo quien le brindó las coordenadas; me tomó por sorpresa que las recordara. Waki juntó sus manos para utilizar su magia y, sin siquiera darnos cuenta, estábamos dentro de la base. Nick, Tekia, Tassei y Yujin ayudaron a Hozona a trasladar a Dorobo a la habitación donde se encontraba todo el equipo médico.

—Sé que te gustaría preguntarme algunas cosas, pero eso tendrá que esperar. —Tras escucharme, Waki asintió.

Me puse rumbo a mi habitación.
—Es una jugada arriesgada —me susurró Matt.
—Confía en mí, me veo reflejado en ese chico —respondí.
Mientras me marchaba, dije en un tono de voz elevado para que todos escucharan:
—Denle una habitación a nuestro invitado.
Una vez que me puse cómodo en mi cuarto, escuché como golpeaban la puerta. Al abrir, me encontré con la princesa.
—Ya fui informada de la situación; podría decirse que fue una misión exitosa, aunque el objetivo principal no se completó. Este nuevo rehén nos acercará más a nuestro destino.
Negué con la cabeza.
—La misión fue un fracaso; tuvimos algo de suerte, y Waki no es un rehén, es un nuevo aliado.
—¿Un capitán de división es un aliado? ¿De qué estás hablando, Yusei?
—Es un joven con la mente abierta, está dispuesto a escuchar nuestro lado de la historia.

Mientras tanto, en otra parte de la base:

—Yusei me comentó que... ustedes son humanos, ¿verdad? —pregunté con algo de timidez mientras buscaban una habitación para mí.

—Sí —respondió ese hombre grande y fornido a quien escuché que llaman Matt.

—Yo soy una híbrida, mitad hada, mitad humana, me llamo Grami, por cierto, gracias por traernos de nuevo a la base.

«Ella es muy amable, ¿o solo estará siendo cordial?»

Tras caminar por los pasillos de esta mansión a la que llaman base, llegamos a una habitación que, por lo visto, no tenía dueño aún.

—Bueno, puedes quedarte en esta; entiendo que Yusei tiene fe en ti, así que será mejor que no lo defraudes —expresó Matt de manera intimidante.

Tanto él como Grami se dieron media vuelta y comenzaron a caminar por donde vinieron.

—¡Quiero saber más de los humanos!

Tras decir eso, aquel tipo que da miedo volteó; con esa mirada aterradora, levantó su mano; cerré los ojos esperando un golpe, sin embargo, acarició mi cabello con suavidad.

—Siempre es agradable que se interesen por mi raza, pero estoy muy cansado ahora —tras decir eso, bostezó.

«Puede que los humanos no sean tan malos como me contaron».

—Ese anciano logró llevarme al límite aunque éramos dos contra uno.

«Se refiere al abuelo Ñorei».

—En fin, mañana te contaré lo que quieras saber, muchacho, déjame descansar por hoy.

Tras decir eso, ahora sí, ambos avanzaron hasta desaparecer de mi vista. Entré en mi habitación y era realmente bonita; decidí que yo también debía descansar, hoy fue un día como pocos. Sin embargo, el descanso no duraría mucho; un sonido me despertó: "nock nock", viendo el cielo a través de la ventana, estimo que serán las 6:00 AM aproximadamente.

«¿Quién será a esta hora?»