Narrador Omnisciente
Al fin de cuentas, habían ganado ante México. Si salían victoriosos contra Polonia, clasificarían tranquilamente a octavos.
Julián se sentía aliviado. Hace no mucho había cortado su relación con Emilia, en lo general debería estar afectado, pero no sentía nada. Ni tristeza, ni emoción; ni tampoco algo que este relacionado con la libertad que uno llega a sentir cuando está soltero. No sentía nada. Se sabía que le tenía un gran aprecio a la chica, pero en parte, nunca supo si había salido con ella por una atracción de verdad. En sí, no era un tema que rondará con frecuencia en su mente.
Estaban cenando al aire libre, como un festejo por haber ganado ese día. No era lo mismo conseguir la carne del asado Argentino en un país Asiático que en la misma nación, por ende optaron por empanadas, las cuales eran hechas por uno que otro cocinero especializado quien sabía lo que hacía.
Todos estaban dispersos en diferentes conversaciones. Por ejemplo, el Papu a quien mientras comía Otamendi le cortaba el pelo.
—Si el corte te queda como una reverenda patada en el traste no es mi culpa, aviso.— dijo el más alto mientras el otro asentía.
—¿Desde cuando Nicolás es peluquero?—cuestionó Paredes, tomando gaseosa en un vaso con estampado de Boca.
—Desde hoy.— afirmó Ota, rascándose la nuca.— Hice una apuesta con Alejandro, en la cual si ganábamos hoy yo le iba a cortar el pelo. Pensé que lo habíamos tomado como joda pero para él no fue así. Apenas salí del baño y ya me esperaba tieso con la maquinita de pelo en las manos, sonriendo como un enano de jardín.
—Promesas son promesas. Ahora déjame al estilo Beckham.
—Como usted ordene, señor David Beckham.
Y por otro lado, estaban Emiliano , Lio , Enzo, Juli y De Paul.
—Ah Dibu, no te pregunté.— comentó Messi mientras agarraba una empanada.—¿Le pudiste hacer upa a tu hija?
—Sí. Ahora falta hacerle upa a la Copa.— respondió con una sonrisa engreída. Miró a los otros que estaban al rededor suyo con el ceño fruncido—¿Por qué tan callados ustedes tres?,¿les comió la lengua el ratón o ya están cagados por Lewandowski?
—Yo estoy hablando con mi Triple T. Les manda saludos dice— dijo Rodri con una cara de niño iluminado observando su celular.
—Ay mi motorcito.— le dijo en risas al oído el dibu, el resto solo reía.
—Che, paren con eso.
—Tini, Tini, Tini.
—Ey.
—Dile que también le saludamos, mándale el emoji ese que suena como "muak💋"—comentó Enzo.
—¿Hablas del pikito?, totalmente. Pero ponlo algo así "Ellos también te saludan, motorcito de mi corazón💋" Así bien cursi.— el menor asintió, mientras el veintitrés siguió con sus molestias al número siete.
Enzo vio de reojo a Julián. El chico siempre estaba motivado convirtiéndose con su común energía uno de los solcitos de la selección. Pero está vez estaba raro. Por ende, se sentó al lado suyo poniéndo su brazo en el cuello del contrario, haciéndole despertar de golpe de un posible viaje astral.
—Julin, ¿qué te pasa?, hoy estuviste muy desanimado hermano, y eso que ganamos.
—¿De verdad?, no me di cuenta. Solo tengo sueño , y pienso en cosas.— dijo sin mirarle al rostro.
—¿Por qué no vas a dormir?, si estás cansado deberías hacerlo. — agarró las mejillas del mayor de una manera para poder verle los ojos— A ve, esos ojitos llenos de felicida, ¿onde tan?— dijo con esa sonrisa diamantina Enzo. El contacto visual duró más de lo esperado, los iris de Juli por un momento brillaron.
—Ya besense, pues— dijo Cuti mientras se servía gaseosa y los miraba como si fueran alguna especie de comedia romántica. Fernández soltó al otro de manera lenta. Sonrió de forma burlona por el comentario del mayor, mientras Álvarez, tenía las mejillas algo coloradas.
—Yo esperaba pikito— dijo Licha cruzando los brazos decepcionado, y al lado Molina quien observaba todo, pero no estaba tan pendiente al respecto por que se encontraba centrado en la comida.
Mientras estaban en eso, Messi se encontraba en una videollamada con el Kun. Un tercio de presentes estaba tras de él , riéndose de los descansos que el ex jugador le hacía al actual Beckham.
—Me voy al dormitorio— informó el nueve. Quienes estaban anteriormente con él asintieron, mientras se miraban entre sí.
—¿Y a este qué bicho le picó?— cuestionó el veinticinco. Cuti observó a Enzo con seriedad, como si estuviera analizándolo.
—...
—...
—¿Qué hice ahora?— preguntó sin entender, sabía que esa mirada de Romero era algo así como juzgadora.
—Y no sé, capaz le dijiste algo feo a la cría.
—No dije nada, lo juro, de hecho me dijo que estaba cansado así que le dije que debería ir a dormir— se justificó aún confundido.
—¿Por qué le dices cría cuando es dos años menor que tú?— habló Nahuel con un rostro inocente, levantando el ceño mientras masticaba. Cuti levantó una mano como diciendo que guardará silencio, aún seguía con una mirada analizante.
—Ajá, aún no confío en tus palabras. Está rarito desde el abrazo que se dieron hoy.—hizo una pausa para hacerse el interesante— Yo lo veo todo, Enzo.— Posó su mano sobre el hombro del nombrado, el otro quedó procesando lo dicho sin entender un pepino.
—Bue, se creía Jesucristo o algo así viste— habló de nuevo Molina, esta vez ganándose una mirada seria de Cuti. Y a su vez, recibiendo en el oído un susurro del Licha: "No opines mucho en su contra, puede ser un sádico en ocaciones", asintió.
Por otro lado, en el cuarto del nueve y veinticuatro, estaba el mayor de los dos. Acostado mirando el techo. Había salido un poco más corriendo del festín y se avergonzaba de ello. La cuestión es qué, desde el abrazo de unas horas anteriores, se sentía extraño. Cada vez que estaba cerca de Fernández, se sentía incómodo. No de esa incomodidad de no sentirse cómodo en sí, Enzo le agradaba mucho para ser el caso. Si no, era más algo así como incómodo de raro, de vergonzoso, no del todo pero en parte sí. Un incomodó de no saber accionar ante su presencia de una manera normal, como la naturalidad de antes.
Si así eran las cosas ese día, no quería imaginarse como serían los siguientes. Para nada.
—Dev
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Muy Gay para Qatar┋ꫀׁׅܻꪀׁׅzׁׅ֬ᨵׁׅ᥊ׁׅյׁׅυׁׅᥣׁׅ֪ꪱׁׅáꪀׁׅ
RomanceLuego de que unas simples pero alentadoras palabras salieran de los labios de Enzo, Julián despertaría ciertos sentimientos. ¿Descubrirá su sentir al instante o bastará qué sucedan varios acontecimientos? ¿Qué tan complicado será para el mayor, dar...