Muy Gay para Qatar┋ꫀׁׅܻꪀׁׅzׁׅ֬ᨵׁׅ᥊ׁׅյׁׅυׁׅᥣׁׅ֪ꪱׁׅáꪀׁׅ

Capítulo II

—¿Cómo está Oli?— preguntó Lauti, mientras le daba un sorbo al mate.

—Bien, ya tiene dos años y cada ve más bella— dijo sonriendo con dulzura Enzo, le agradaba hablar de su hija. Mucho.—¿Y la tuya?

—También bien, todos los días su madre me llena la memoria con sus fotos. Las extraño.

—Me imagino.

—Sí — el toro dirigió su mirada en Álvarez, quien hace unos días parecía estar en otro mundo.—¿Y vos,Juli?

—¿Yo qué?—preguntó despertando de las nubes. Pestañando rápido.

—¿Emi y tú no piensan tener pequeñas arañas?— preguntó mientras tragaba un pedazo de pan dulce. La pregunta le dejó en sorpresa, ¿qué debía responder?, ni él sabía.

—Emm, ya no estoy más con ella.—comentó pensativo. Lauti y Enzo se observaron entre sí, en la mirada del mayor se notaba el pensamiento de "metí la pata".

—Ah perdona, no sabía.

—Nah, igual aún estoy muy joven para procrear. Así que tranqui.— respondió levantando los hombros.

—Yo fui papá a los diecinueve.—comentó dudoso Enzo, estaba sobrepensando algo.

—Eso pasó por andar hormonal— le dijo la araña, el otro le observó con el ceño levantado.

—¿Ah, sí?¿hormonal?— preguntó el menor acercándose lentamente. Para que al estar a una distancia mas chica a la de un metro , posará ambas manos en los costados del sillón del contrario y dijéra:—¿Qué es estar hormonal para ti..., Juli?

El cuerpo del nombrado quedó estupefacto, no pestañeo ni se movió un segundo. Sentía sus mejillas calientes, su corazón latía a mil. Enzo observaba con lentitud cada gesto.

—Cof, cof— tosió el otro presente apropósito para ser visto, algo incómodo por aquella tensión.— Sea lo que este pasando entre ustedes, no hagan nada del otro mundo frente a mi.

—Te puedes sumar si quieres — dijo sonriendo ampliamente Fernandez, para dejar la cara del contrario shokiado. Luego se hecho a reír, haciéndole entender que era un chiste.

—Me diste un susto, pelotudo— dijo mientras salía del dormitorio Martínez, levantando un poco más su cabello. Enzo solo reía, para luego poner su mirada en la pequeña araña.

Lo observó nuevamente, mientras Juli seguía tieso. Y seguramente sin aún cerrar los ojos.

—Vamos hermano, levántate. Ve a cambiarte que en media hora tenemos entrenamiento.— comentó mientras se paraba, le daba unas palmadas en la espalda para luego irse del cuarto.

El mayor quedó totalmente atónito. Se levantó del sillón con pereza, debería dejar de haber pensado cosas nada que ver. Seguramente todo era delirio de su cabeza , o así esperaba.

[...]

—La agarró, se la pasó a Messi. La agarró, se la pasó a Messi. Tini, Tini, Tini— redactaba uno de los entrenamientos de De Paul, Otamendi.

—¿Me hablaron?—preguntó Rodri a unos metros, sin haber escuchado lo anterior dicho.

—No, no, claro que no— respondió Nicolás para luego mirar a Lio y reírse.

Estaban en horario de entrenamiento. Julián llevaba corriendo a la par de Molina como una media hora, mientras el resto practicaba pases.

—¿Sabían cómo se llama la mujer de Lewandowski?— dijo el Dibu, mientras se movía en el arco esperando que Dybala pateara.