ETIQUETA

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VIORICA

El sonido de la puerta abriéndose de golpe me hace abrir los ojos de golpe encontrándome con April agitada, veo que su mirada se posa en la mi haciéndome sentar en la cama haciéndome fruncir el ceño.

- ¿Por qué no contestas? – pregunta visiblemente nerviosa poniéndome en alerta.

- Me quede dormida – respondo tomando el celular –antes de ir al juego.

- ¿sabes qué hora es? – niego con la cabeza desbloqueando el celular abriendo los ojos al ver la hora haciendo que me ponga de pie caminando al closet. – lastimaron a Owen – esas palabras hacen que deje de sentir el oxígeno en mis pulmones al tiempo que una fuerte punzada de dolor me atraviesa el pecho llenándome los ojos de lágrimas.

- ¿sa...sabes do...donde esta? – pregunto cómo puedo sintiendo como las manos me tiemblan.

- Supongo que en la enfermería – responde observándome, por lo que reacciono yendo al closet donde tomo lo primero que encuentro vistiéndome. April me extiende mi celular y llaves antes de que salga a toda prisa de la residencia con una sola cosa en mente. Llegar junto a él.

Me limpio las lágrimas que ruedan por mis ojos al saber que se encuentra herido, respiro profundamente tratando de controlarme al darme cuenta de algo y es lo mucho que me gusta Owen Sinclair. Aunque no creo que sea un simple gusto cuando pienso en como reacciono cada vez que lo tengo cerca o lo mucho que afecta saber que está herido, el dolor en mi pecho es abrumador y sé que solo lo aliviare cuando lo vea y sepa que está bien.

Salgo de mis pensamientos cuando veo a Irisa junto Luck y quien creo que es Mayner, por lo que corro hasta ellos que al verme parecen molestos.

- ¿Dónde está? – pregunto muy nerviosa y preocupada - ¿Qué sucedió? – al verme sus miradas se suavizan mientras Luck me abraza.

- ¿Dónde estabas, nena? – pregunta Luck observándome.

- Me quede dormida – respondo a lo que ellos sonríen mientras Irisa me extiende una tarjeta negra con las iniciales de la fraternidad "ZTK"

- Está en la fraternidad, habitación dieciocho – responde mientras su primo la abraza por la cintura – cuídalo – asiento con la cabeza antes de tomar la tarjeta para luego pasar por su lado yendo a la fraternidad a la que llego en un par de minutos notando que todo el lugar está en calma y silencio, camino hacia la puerta poniendo en la cerradura la tarjeta que abre la puerta de inmediato.

Me adentro en la hermosa cada tenuemente iluminada, camino por el lugar subiendo las escaleras y al llegar a la planta superior noto lo grande que es la casa. busco con la mirada el número y veo que es la puerta al final de pasillo. Camino hasta la puerta, la abro lentamente entrando a la habitación encontrándolo en la cama recostado. El vendaje en su torso hace que mis ojos se llenen de lágrimas.

- No quiero ver a nadie – su voz me estremece justo cuando sus hermosos ojos se posan en mí.

- Solo quiero ver con mis propios ojos que estas bien –digo tratando de no romper en llanto. - ¿puedo pasar? solo será un momento, lo juro.

- Ven – es todo lo que necesito para acercarme a él sintiendo mi corazón desbocado cuando me siento a su lado.

Mientras hablamos lo observo confirmando mis sentimientos hacia él, la calidez de su piel junto a la mía cuando me acuesto a su lado es el mejor bálsamo para calmar mi preocupación al saber que está bien. Sin embargo, nada me preparo para lo que sale de sus labios mientras estamos acostados mirándonos a los ojos y las cuales hacen que mi corazón enloquezca.

Owen Sinclair  - Saga Diamantes IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora