Behind The Sun - Jhope

38

El aire fresco de la noche golpeó mi rostro al salir del edificio de Hybe. Las sirenas se habían apagado, y el caos que esperábamos encontrar afuera simplemente no estaba allí. Miré a mi alrededor, esperando ver a la prensa o al menos a algún curioso, pero todo estaba sorprendentemente tranquilo.

-Es raro... -murmuré, rompiendo el silencio.

-No tanto -respondió Yoongi a mi lado, con los ojos atentos al entorno. -Hybe tiene sus formas de manejar estas cosas.

-¿Acuerdo con las instancias gubernamentales? -pregunté, recordando algún rumor que había oído antes.

Él asintió. -Sí. Siempre hay discreción si necesitan asistencia médica, policial o cualquier tipo de intervención. No quieren que los escándalos lleguen al público, especialmente cuando hay vidas en juego.

Algunos paramédicos ayudaban a Bang PD a caminar hacia la ambulancia, mientras otros organizaban a los policías que custodiaban a Lola. Sin embargo, en lugar de meterla en una patrulla, la guiaron hacia una camioneta blindada negra que había llegado sin hacer ruido.

-Eso no es un procedimiento normal, ¿verdad? -pregunté, observando cómo los oficiales escoltaban a Lola hasta la camioneta.

El señor Lee, que venía detrás de nosotros, dejó escapar un pequeño suspiro. -No, no lo es. Pero es obra de Bang PD.

Me giré hacia él, confundida. -¿Por qué?

-Para asustarla -intervino Yoongi, su voz baja pero firme. -Quiere que entienda quién tiene el control ahora.

Miré hacia la camioneta nuevamente. Lola estaba siendo metida en el vehículo con cuidado, pero la expresión en su rostro lo decía todo: no sabía qué iba a pasar con ella. Por un momento, sentí una mezcla de alivio y lástima. No importaba lo que hubiera hecho, ella también era humana.

-Vamos, sube a la ambulancia -me dijo Yoongi, tomándome del brazo suavemente.

Me dejé guiar, y pronto estábamos dentro de la ambulancia junto con Bang PD y el señor Lee. Los paramédicos trabajaban con rapidez, limpiando y vendando la herida en el costado de Bang PD. Yoongi y yo nos sentamos frente a él, mientras el señor Lee permanecía de pie junto a la puerta, observando todo con calma.

-¿Qué va a pasar ahora? -pregunté, rompiendo el silencio incómodo.

Bang PD levantó la vista hacia mí, su rostro aún pálido pero su expresión decidida. -Primero, me aseguraré de que Lola enfrente las consecuencias de todo lo que ha hecho. Después... -Hizo una pausa, como si las palabras le pesaran. -Después, tendremos que arreglar el desastre que dejó.

Yoongi lo observó con atención. -¿Y qué hay de Hybe? ¿Cómo van a manejar esto?

-Con la misma discreción que siempre -respondió Bang PD, con un tono casi resignado. -Esto no puede salir a la luz.

El silencio volvió a llenar la ambulancia. Miré por la pequeña ventana trasera, viendo cómo la camioneta blindada desaparecía en la oscuridad, llevándose con ella a Lola y todas las preguntas sin respuesta que aún colgaban en el aire.

Sabía que todo esto no había terminado. Esto era solo una pequeña victoria en una batalla mucho más grande que todavía no alcanzaba a comprender del todo.

La ambulancia llegó al hospital con rapidez. Los paramédicos sacaron a Bang PD en una camilla, mientras Yoongi, el señor Lee y yo lo seguíamos de cerca. La noche había sido un torbellino, y el cansancio comenzaba a pesar en mi cuerpo, pero sabía que aún no había terminado.

Cuando nos asignaron una sala para Bang PD, el señor Lee se quedó afuera con Yoongi, revisando detalles con los policías que habían llegado al lugar. Yo me mantuve en un rincón, tratando de mantenerme fuera del camino mientras los doctores trabajaban en su herida.