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-¿Queé? -me separo de su cuerpo y me levanto rápidamente.

Él se queda sentado en el suelo, con la cabeza baja y los brazos descansando en sus rodillas. Exhala y también se pone de pie. Sigue con la vista puesta en el líquido de sprite que aún está en el suelo, no me mira a los ojos.

-¿Quiere ir a comer conmigo, Señorita... Kim?

Abro la boca y comienzo a tartamudear: -Pero, pero, tú, tú... y yo, no, no... -miro a todos lados, tratando de buscar si hay una camara oculta y esto sea un plan orquestado por la directiva de bithit o en el peor de los casos por mi madrastra Lola.

Él se ríe y comienza carcajearse, se agarra el estómago y se tumba a reírse en su sillón de cuero negro. Yo me le quedo viendo y tarde comprendo que solo está jugando conmigo... De nuevo. Me pongo roja del coraje y decido que he tenido suficiente con J-hope. Me largo de su estudio o eso intento cuando me doy cuenta de que aún nos tiene encerrados.

-Abre la puerta, por favor -estiro el pomo de la puerta y lo miro- ¡Qué abras la puerta, J-hope!

Mi grito hace que él calme su risa. Lo veo cambiar delante de mí, ahora es el J-hope oscuro. El serio, el que me obligó a quitarme su camisa frente a él. Él que me acorraló en la cocina. Suelto la puerta y me alejo cuando lo veo pararse y caminar en mi dirección. No despega su mirada de mi cara, que del rojo ha pasado al pálido. Gira las llaves y la abre de par en par. Camino a su lado, despacio y con mis manos cruzadas en mi estómago.

-Gracias -susurro al pasar bajo su brazo que sostiene la puerta abierta.

Camino a prisa lo más que puedo y estoy a punto de abrir la puerta por dónde entré cuando las risas de Jk, Jimin y RM se escuchan detrás. Si me ven estoy muerta. Volteo a ver si J-hope me ha seguido pero no lo veo.

-Shh -dice a mis espaldas, eso hace que la piel se me ponga de gallina. Me toma del brazo y me conduce a un costado, oprime un botón del ascensor que hay ahí y me empuja adentro junto con él. Las puertas se cierran justo a tiempo cuando la otra puerta se abre y los chicos entran pero no nos alcanzan a ver... O eso quiero creer.

Adentro del pequeño ascensor, él me suelta y va recargado a un lado del tablero. Yo estoy frente a él. Lo veo observar los números que van en cuenta regresiva y de forma lenta. Su perfil es tan hermoso que me quedo embobada por unos instantes. Me permito observarlo.

-¿Ya terminaste la inspección? -con voz ronca su cuello gira y me mira a los ojos- Debemos de tener cuidado, no te pueden ver conmigo cercas. Saldremos en unos momentos y quiero que vayas con la cabeza agachada. Te harás pasar por una asistente de la compañía ¿Entendido?

-¿Siempre haces eso con tus novias?

Él abre su boca en una sonrisa y observa de nuevo los números. Negando con la cabeza y sin responder. Llegamos a los pisos inferiores y luego pasamos al estacionamiento exclusivo de ellos.

-¿Estás enamora pequeña Sun-Hee? -saca su teléfono y teclea mientras se abren las puertas del ascensor. Su pregunta me toma desprevenida porque la hizo sin siquiera mirarme.

¿De dónde sacó eso? ¿Enamorada?

-No -le respondo rotundamente.

Sale apresurado y yo le sigo el paso, camina muy rápido así que tengo que ir casi brincando tras de él. El estacionamiento está mojado por la lluvia y el aire está frío, me abrazo el cuerpo y en eso un chirrido se acerca a nosotros. Una gran camioneta negra se para al frente. Le abre las puerta un guardia de seguridad y él entra cerrando la puerta en mis narices.

Behind The Sun - JhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora