Yo ₙₒ puedo... [Messi/Ochoa]

#4

El marcador daba 0 a 0 y el silbato tocó el fín del partido.
Sintió como el aire abandonaba sus pulmones sin poder creer las atajadas que hizo más el penal de Lewandowski.

Miró al cielo para sonreir y agradecer.
Aunque hayan empatado, eso ya no dependia de él sino de sus compañeros pero por su parte, hizo lo que podia y funcionó.

En los vestidores todos se tomaron un minuto para acercarse y felicitarlo. Días y días de entrenamientos dieron sus frutos.

-Yo sabia que podias hacer esto Memo - festejó Guardado a su lado mientras se colocaba una remera luego de su ducha.

- Le acabas de demostrar al puto del tata que eres apto - habló desde el otro lado Alexis Vega.

Desde que se le incluyó a la selección, para jugar en Qatar, hasta este día, el tata martino no paraba de hacerlo sentir insuficiente. No paraba de generar pelea tras pelea con el arquero, como si el único responsable fuera él.
No lo admitia pero a memo le dolia que lo hagan sentir responsable de las derrotas hacia su selección.

Hasta habia dudado de aceptar jugar esta copa del mundo por la presión que metian en él. Tuvó un gran tiempo hasta que decidió, por fín, aceptar jugar sin importarle que el director tecnico sea una basura vendida. Sin importarle las opiniones de los periodistas y otros jugadores.

Estaba en paz consigo mismo ahora y con ganas de seguir demostrando su capacidad.

- Ese viejo pelon no me va a arruinar- contestó con seguridad empezando su caminata hacia los baños.

El agua sobre él lo hizo despejar tanto la mente que la imagen de cierto omega apareció para invadir sus pensamientos.
No entendia el porque de su presencia en esas situaciones pero tampoco se quejaba.

La vuelta al hotel estuvo tranquilo, algunos se durmieron en el mini viaje y otros se deslumbraban con los paisajes.
Al llegar, Ochoa decidió ir a visitar a su "nuevo amigo" Lionel Messi, con el que siempre cruzaba algunas palabras cada vez que se encontraban.

No habia vuelto a oler ese aroma a flores. Y por más que lo aliviaba, al mismo tiempo se sentia decepcionado.

Sus charlas se basaban simplemente en los partidos proximos y sus tacticas. Pero algo dentro suyo queria seguir aprendiendo más de aquel omega.

"Seguramente debe estar en su habitación descansando, ire a visitarlo" pensó mientras sus pies caminaban, desde antes de que lo dijera, hacia el ascensor.

La Selección Argentina ocupaba el sexto piso del hotel, la selección de polonia el cuarto, Arabia Saudita el quinto y Mexico el septimo.

Al llegar al número de habitación correspondiente tocó tres veces la puerta sin sonar desesperado.
No escuchó nada desde adentro, ni pisadas o voces.

Ya sin insistir se alejó algunos pasos hasta que hoyó la puerta abrirse. Con una sonrisa se devolvió a saludarlo pero no esperaba encontrarse al omega con los ojos rojos e hinchados de tristeza más la narizita roja, confirmando que estuvo llorando.

-¿Que paso, sucedio algo?- preguntó con preocupación y entrando a la habitación.

- N-no - sollozó el argentino - ¿no te enteraste? Perdimos... - se llevó las manos a sus ojos para tallar las lagrimas que exigian salir.

Fue ahí mismo que Guillermo se enteró de la derrota que le dió Arabia a la Argentina. No habia preguntado ni chequeado el resultado porque ya sentia que la selección albiceleste iba a salir ganando.
Pero se equivocó.

Miró por toda la pieza para ver si habia otro jugador presente. Al notar que estaba ellos dos solos, se acerco hacia el más petizo y lo abrazó apoyando una mano en su cintura, y otra atras de su cabeza.

Lionel aceptó el abrazo y comenzó a llorar como lo habia estado haciendo desde que llegó al hotel.

Se sentia inutil por haber perdido el primer partido. Para sus otros compañeros era una simple recaida que ya iban a superar, pero para él, que era su último mundial y la ultima oportunidad de ganar esa copa que tanto deseó, era un golpe bajo.
Le llegaban recuerdos del 2014, no queria volver a sentir eso de nuevo, no otra vez.

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Luego de estar 4 horas en aquel cuarto, en las que el omega le contó sus pensamientos y frustraciones sobre los mundiales, y como los llevaba emocionalmente, se pusiero de acuerdo para  levantarse a comer algo. Pero no movian ni un pelo. Ya iban tres veces que sucedia.

Al arquero mexicano le gustaba tener a Messi entre sus brazos, sintiendo su calor corporal y oliendo ese aroma delicado que se le volvio a escapar en aquellos lapsos de desahogo personal que tuvó anteriormente.

"Pude apaciguarlo sin necesidad de utilizar mis feromonas" pensó con orgullo el alfa mientras aún le hacia masajes en la espalda.
Era una de las pocas veces que logró calmar a un omega sin necesidad de sus feromonas. Usualmente las libera para que a los omegas se les tranquilice las aguas, con el aroma de lluvia, pasto mojado y café.

- Gracias por escucharme Guille...- susurró el omega recostado en su pecho - sé que no somos tan amigos pero el tenerte cerca me sosiega. Espero que formemos una gran amistad - terminó diciendo antes de cerrar los ojos y dormirse.

Ochoa se dispusó a levantarse, sin despertar a su "nuevo amigo" en el proceso, taparlo con las mantas y acariciarle la cabeza como despedida.

- Yo también espero que nos convirtamos en buenos amigos - murmuró para luego salir por la puerta celeste que tenian todas las habitaciones de aquella selección.

Al ya estar afuera chocó un poco con el mediocampista Enzo Fernández que estaba junto a Julián Alvarez.

- Cuidado que esta durmiendo - advirtió memo con voz baja. Y siguió caminando hacia su piso.

- ¿Y este que hacia acá? - preguntó en voz alta el alfa a su pareja mientras ambos veian como se alejaba.

- Creo que Messi lo llamó. Hoy no estaba bien despues del partido, seguro lo acompañó. - contestó Alvarez abriendo la puerta y confirmando que sí estaba descansando.

-Vos crees que ellos dos hayan...- habló con cierta duda mientras se colocaba una mano en la nuca.

- Lo dudo, Mami Lio es muy puro para esas cosas - respondió sonriendo el omega para luego darle un escaso beso de despedida.

- Cierto, cierto - asintió en respuesta- es purito Lio, no como otros - dijo dando a entender que se referia a su omega.

Luego de ver lo colorado que pusó al cordobes, se fue hacia su puerta junto a las puteadas de su amor atras suyo.