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- Entonces tú, digo, a tí no te importa ¿cierto? - Luka Modrić era un buen amigo de Messi.
Era de esas amistades con las que hablas cada muerte de obispo pero siempre están ahí para acudir.

-Na, ni bola- sorbió el mate que preparaba su acompañante - menos agua y más yerba te dije hace rato maestro.

Luego del partido contra Japón, en el que Croacia salió victorioso, Modrić llamó a su amistad argentino para que le enseñe a preparar mates  y, de paso, charlar, como hacian en todos los mundiales anteriores.

-Esta historia me es conocida Leo. ¿Te acuerdas en el 2014? Tuvimos una conversación parecida sobre un chico que trabajaba en el hotel donde me hospedaba yo en ese entonces ¿recuerdas? - Luka agarró su celular para revisar los mensajes de su selección.

-Obvio que me acuerdo, ese alfa taba' lindo y encima su acento brasilero uff - contestó riendo por los recuerdos de su juventud.

Siempre fue muy pillo cuando se encontraba en sus veintes. Conocía a alguien, le gustaba, pim pum y listo.

Pero al entrar a sus treintas, las ganas de tener algo casual se le iba de las manos.

-No entiendo por qué con el mexicano es distinto Leo, no lo entiendo - guardó su teléfono y lo miró fijo. -¿Qué es lo que te ocurre?

Messi le devolvio la mirada para buscar respuestas en esos ojos verde oscuro que tanto envidiaba.

Así es, la pulga no le envidiaba el color de ojos a Neymar, Lewandowski, Griezmann o Pique. La pulga adoraba los ojos y la mirada de Modrić, la inocencia y pureza que brindaban lo hacian sentir inferior. Porque él era todo lo contrario.

-Nose, nose. Siento una molestia en mi pecho cuando lo veo y eso no me gusta- agarró la bebida que le devolvia el croata y sorbió, bajo la atenta mirada del otro capitán.

-Creo saber que es lo que te ocurre Leo. Y dejame decirte que eres muy infantil.

-Decime entonces chabón. No te das cuenta que yo nose.

Leo y Luka se levantarón de los sofas para ir yendo hasta el ascensor en conjunto.
Llevaban dos horas ahí sentados en sus mundos y el dolor de cadera, por la incomodidad del asiento, ya le pasaba factura.

-No no no, yo no te voy a ayudar a resolver el enigma. Lo haras tú solo- Modrić apretó el botón del piso en donde se encontraban las habitaciones de su selección.

-Esto Neymar no me lo hace- respondió ofendido por la nula ayuda que recibia de su amigo.

-Por que Neymar no tiene tanta paciencia- las puertas se abrieron y el omega salió del elevador sonriendo - Nos vemos Messi.

-Chau- saludó.

Del mismo piso de Modrić subió con él, Livaković, el arquero de Croacia y fiel enemigo del dibu.

-Muy buenas tus atajadas de hoy che - rompió el silencio Messi.

Dominik se voltió para saludarlo con una leve sonrisa. Se le notaba un poco distraido y nervioso. Llevaba puesto un camperon que lo tapaba desde la punta de sus manos hasta el cuello.

"¿No tiene calor?" Pensó.

Un aroma conocido se filtró por su nariz, haciendo que sus ojos apunten a su acompañante de espacio.
No podia recordar bien de donde reconocia el olor pero sin duda alguna le era familiar.

Al abrirse las puertas nuevamente, se bajó despidiendose del arquero y se retiró del lugar.

De un hotel al otro se podia ir caminando, tranquilo por la privacidad en la que se encontraban.
El leve viento, más el calmado ambiente, ayudaba a su memoria a recordar lo sucedido ayer.

Yo ₙₒ puedo... [Messi/Ochoa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora