Yo ₙₒ puedo... [Messi/Ochoa]

#12

-Tengo que conseguir otro hotel- Habló convencido por el ambiente solitario que lo rodeaba y, que a la vez, lo agobiaba.

La Fifa les brindaba la hospedación a los jugadores que participaban en la copa sin importar que su selección siga participe o eliminada.
Pero Ochoa no se sentía tan comodo conviviendo con toda una selección que no conocía.

Hoy se encontraba desayunando solo,a las doce y media de la mañana, luego de su decisión de quedarse.
Aún no vió a Lio para hacerle ver que no lo había abandonado y que estaria con el ante cualquier necesidad.

Cuando abrió los ojos, esta mañana, pensó tranquilamente su desición. Hasta llegó a arrepentirse un poco.
Sin embargo, el deseaba estar ahí. No solo por Lio, sino que también por si mismo.

¿Realmente le gustaba ese omega? Él estaba seguro de que sí, pero su orgullo tenía que tenerlo bien asegurado de que lo estaba.

Miró, por el ventanal del gran comedor, a la selección Argentina llegando recien de su entrenamiento mañanero.

-Es muy raro encontrar a un jugador solo sin su equipo. - Una voz femenina llamó su atención.
La camarera que lo atendia para servirle el desayuno lo miraba con curiosidad.

-Me quede por las bellezas exoticas de Qatar que tanto lograron.. emm.. cautivarme. - Volvió a mirar a fuera, en busca de esa belleza exotica que tanto lo cautivaba.

-Es cierto, son muy bellas las vistas. Me llamo Karla, por cierto.- Estiró su brazo para estrecharle la mano.

-Guillermo, un gusto.- Correspondió el saludo notando el acento latinoamericano que llevaba su compañia.

Karla terminó de servir el café, que pidió anteriormente, y con una leve sonrisa se despidió regresando a la cocina.

Unos pasos fuertes se hicieron ecos en el pasillo de entrada del comedor.
La figura de un argentino, con su vestimenta de entrenamiento y transpirado hasta los pies, se hizo presente.

Como la distancia entre ellos dos era bastante. Ochoa no notó la cara de sorprendido y enojado que mostraba el omega.

Al sentir la mirada de algunos mozos y chequear las camaras, respiró hondo y caminó despacio hasta el mexicano. Sentandose en frente de él con el ceño fruncido.

-¿Por que no me dijiste que te habías quedado?. - Preguntó en voz baja. - Me tuve que enterar por el toro Martínez, que te vió volviendo a tu habitación anoche.

-Estaba un poco enojado, lo siento- Respondió agarrando la taza, evitando los ojos pesados del menor.

-Ayer no me contestaste y te fuiste sin decirme un carajo. Pense que... - Agachó la cabeza para tranquilizarse y pensar lo que iba a decir.

-Me estaban esperando para irme con ellos. No podía hacerlos perder el tiempo y avisarles por el celular. - Tomó un sorbo del café amargo para despues continuar. - No tengo ni idea en que quedamos pero no pienso tocarte si no quieres. La excusa de ser amigos con privilegios no me la trago.

Messi comprendia y aceptaba el razonamiento del alfa. Lo de ser ese tipo de "amistad" y que no se iba a enamorar era mentira. Él mismo lo sabía y lo admitía.

Aún necesitaba tiempo para entenderse.

-No te tenía así a vos. - Apoyó su cabeza en el respaldo de la silla.

-Yo tampoco creí que fueras tan problemático, vendes muy bien tu imagen Lionel. - Contestó mirandolo fijamente.

La tensión en el aire se hacía pesada, nunca nadie le había dicho en su propia cara que era problemático ni mucho menos, vende humo.