Todos quieren conquistar el mundo (Khan y Tú)

Secuestrada

Narras tú

Pasaron unos meses hasta que abandoné el hospital.

Mi vientre ya estaba muy abultado cuando volví al trabajo y todos me daban la enhorabuena por el bebé.
Entré en mi despacho y ví un sobre encima de mi mesa, lo agarré y lo abrí leyendo la tarjeta.
La felicidad invadió todos los rincones de mi cuerpo de pies a cabeza.

De pronto alguien golpeó suavemente mi puerta con los nudillos.
-Pase- dije sirviendome un vaso de agua y guardando el sobre en mi bolso.
-Hola- dijo Kirk entrando y fijandose en mi abultado vientre -¿Qué tal lo llevas?-
-Muy bien- dije sonriendo -no me da problemas la verdad-
-Me alegro- dijo con una leve sonrisa- siento mucho como te traté aquella noche, no era mi intención-
-Lo imagino- dije dando un trago de agua -pero no debiste irte de aquella forma-
-Lo sé y lo siento mucho- dijo -¿Podrás perdonarme?-
-No lo sé Kirk- dije seria -ahora seré madre de un niño que es el hijo de un criminal...¿Estarías dispuesto a ayudarme?-
-Si- dijo sonriendo -te ayudaré en todo lo que sea necesario-

No pude evitarlo y le besé con una sonrisa, estaba bastante enamorada de él.
Mi trabajo se hizo muy sencillo aquel día y al volver a casa mi padre me estaba esperando.
-Hola mi amor- dijo él besando mi mejilla -pareces muy contenta ¿Que pasó?-
-Papá- dije sonriendo -el lunes dirigiré toda la flota... me han ascendido-
-¿Qué?- dijo sonriendo -eso es increíble mi amor, se nota que has aprendido del mejor-
-Poco a poco lo voy logrando papá- dije -pero... ¿Y el bebé?-
-No te preocupes- dijo sonriendo -yo te ayudaré cuando tengas que ir a trabajar le cuidaré-
-Eres el mejor papá- dije sonriendo.
-Y...- dijo él -¿sabes algo de Khan desde lo del hospital?-
-No- dije -pero prefiero no saberlo-
-Hija- dijo mi padre -es su padre después de todo-
-Me da igual- dije seria.

Mi padre suspiró y siguió intentando convencerme de dejar a Khan ver al bebé pero no iba a ser tan sencillo
, aún necesitaba tiempo para perdonarle.
No voy a negar que le amaba porque así lo era pero no iba a darle esa satisfacción así como así.
Cuando papá se fue yo me quedé en casa haciendo algunos papeles importantes de la Flota.

De pronto escuché un ruido en la entrada, miré el reloj y eran las diez.
ME levanté y fuí a ver lo que era pero al salir al salón alguien golpeó mi cabeza dejandome inconsciente.
Lo último que recuerdo era haberme desplomado sobre el frío suelo de madera y haber visto unas botas de color negro antes de que todo se quedase en una completa oscuridad.

Cuando me desperté, estaba en una habitación de color blanco en una cama matrimonial con una colcha de estampado floral muy linda.
Los muebles eran de madera y la habitación estaba iluminada por un gran ventanal que dejaba ver un hermoso jardín con una enorme piscina.

Me incorporé en la cama y mi cabeza me dolía a horrores, seguramente era del golpe que me habían dado.
¿Pero por qué me encerrarían en un lugar así? Tenía claro que todo aquello no debía ser una coincidencia.

Vi un vestido de flores sobre una silla y me lo puse dejando mi ropa en su lugar, me quedaba como un guante.
Cepillé mi cabello y salí de la habitación a un enorme pasillo donde sonaba una suave música de piano.
Seguí aquella dulce melodía y me llevó a un precioso salón, toda la casa era como la que siempre había querido.
En un piano de Cola estaba sentado un hombre de espaldas con el cabello ondulado.
-Sospechaba que eras tú- dije.
-Lo siento- dijo él -tenía que hacerlo-
-Khan- dije -me has secuestrado ¿Sabes cuántos años te puedes caer?-
-Ya tengo cadena perpetua- dijo con una leve risa -no creo que se pueda ampliar más-
-¿Dónde estamos?- dije mirando hacia afuera.
-A las afueras de Londres- dijo él -donde siempre queríamos vivir-
-¿Es tuya?- dije sorprendida.
-Si- dijo él tomando mi mano -Ven quiero enseñarte algo-

Subimos de nuevo a aquel enorme pasillo y Khan fue a una puerta al fondo del pasillo.
Abrió aquella habitación y descubrí un cuarto perfectamente decorado para el bebé.
Tenía todo lo que siempre quise en la habitación del pequeño, las paredes eran de color blanco con algunos dibujos, había un enorme cambiador con bañera incorporada, una caja llena de juguetes, un armario lleno de ropa... pero lo más lindo era la preciosa cuna con un móvil del sistema solar que brillaba en la oscuridad.
-La he decorado yo- dijo él -recordaba todo lo que querías si tuviéramos un niño-
-Khan...- dije casi sin palabras -esto es demasiado-
-Todo es poco para vosotros- dijo acariciando mi abultado vientre -tan solo quiero ser feliz a vuestro lado-
-Dios...- suspiré -no sé que decir-

Tomó mi mentón y me besó con delicadeza.
ME separé lo más rápido que pude y le miré a los ojos que mostraban sorpresa en aquel momento.
-¿Qué pasa?- dijo él.
-No- dije -esto está mal Khan, no podemos estar juntos-
-Claro que podemos- dijo él -lo que pasa es que estás más enamorada de Kirk que de mí-
-No- dije sin darme cuenta -eso no es verdad-
-Sabía que seguías amándome- dijo tomando mis mejillas entre sus manos -solo quiero que seamos felices-
-No sé lo que quiero- dije con los ojos cristalizados.
-Shhh- dijo él abrazándome -está bien-

Correspondí a su abrazo y rompí a llorar, no sabía lo que me estaba pasando.
No quería que Khan estuviese con el bebé pero él era su verdadero padre, Amaba a Kirk pero también le amaba a él...
Mi cabeza estaba hecha un lío y no sabía como decidirme para estar segura de o que realmente quería.