Sirena. Capitulo 12

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Capitulo 12:

Estando Hanna montada en mis muslos saboreo alternadamente sus senos, mientras ella se sujeta de mi cuello con los brazos. Yo la sostengo de la cintura con la mano izquierda mientras que con la otra mano estimulo su vagina. La penetro con los dedos para dilatarla, ella me expresa lo bien que la hago sentir por medio de la voz. Finalmente hundo la nariz en su cuello que se siente húmedo, así como toda su piel debido a la fiebre del placer. El cuerpo húmedo y acalorado de Hanna se retuerce, luego vibra. Las paredes vibrantes y calientes de su vagina se envuelven alrededor de mis dedos mientras la penetro con ellos. Finalmente sintiendo que esta lo suficientemente lubricada y dilatada abro el cierre de mi cremallera para liberar mi erección.

Es un poco raro tener que prepararla para tener sexo, porque ya hemos tenido sexo en innumerables ocasiones, pero claro, en esas ocasiones ambos teníamos otros cuerpos físicos, por lo que ahora como Hanna la sirena y como Aarón Fischer seria la primera vez.

Decido olvidar nuestro pasado. Comenzaremos de nuevo. El destino nos esta dando una segunda oportunidad.

Teniendo mi erección libre apego a Hanna a mi cuerpo y luego acomodo mi falo en su entrada vaginal. Ambos jadeamos por la presión que se produce debido a la unión de nuestros cuerpos. Estando incrustado en su húmeda cavidad la tomo de las nalgas y comienzo a levantarla y a bajarla sin prisa por mi anchura. Hanna esta demasiado apretada, así que le pido.

—Por favor relájate Hanna, no puedo moverme si me aprietas tanto.

—Eres demasiado grande Aarón. No entraras.

—Claro que si podré. Solo abrázame.

Hanna rodea mi cuello con los brazos y entonces comienzo a moverla nuevamente por mi anchura hasta que finalmente su interior cede. El ardor da paso al placer tanto para ella como para mi. El placer es tal que comienzo a sentir que pierdo el control. La muevo arriba abajo con más rapidez y brusquedad. Busco sus labios mientras recorro su piel y ella en algún momento comienza a moverse por su cuenta gimiendo en mi boca mientras su cuerpo vibra y se sacude. Me gusta demasiado como su interior se amolda a mi miembro. Me recibe por completo. Puedo sentir que choco en su centro cada vez que inserto mi miembro en su interior. Me gusta su voz gimiendo. Me gusta como su piel se acalora. Me fascina como su vagina expulsa una abundante lubricación produciendo un incesante chapoteo. Es un sonido pegajoso y lujurioso. Me encanta como Hanna me jala del cabello para devorar mis labios. De pronto comienzo a sentir que mi falo comienza a hincharse. Mis instintos toman el control. Deseo quedarme atorado en su interior. Mi miembro crece. Hanna esta tan excitada que a penas lo nota. De pronto me tiendo con ella sobre la cama incrustado en su interior, abro sus piernas a la altura de los muslos y comienzo a embestir dentro de su cavidad con empujes poderosos. La amaso con mi miembro. Su voz gozando me excita. La imagen de ella recibiéndome en su interior mientras me desea es tan seductora y hermosa que no tengo palabras. De pronto ella me atrae a su piel incrustando las uñas en mi espalda. Yo recorro su piel con deseo y pasión. Deseo devorarla. Quiero cogerla más duro. Presiono las caderas contra Hanna hasta que finalmente me tenso. El orgasmo se hace presente tanto en Hanna como en mi. Vierto en su útero el semen que ella tanto quería. Ahora mismo quisiera restregarlo por todo su cuerpo para marcarla como mía.

A pesar de haberme corrido continuo duro porque tengo ganas de continuar follándola. Cuando trato de salir de ella para cambiar de posición descubro que no puedo sacar el pene de su interior porque me he anudado dentro de ella. Hanna finalmente se da cuenta y me observa impactada. No alcanza a decirme nada porque atrapo sus labios sonriendo, sintiéndome complacido. Quedarme atrapado en su interior era justo lo que deseaban mis instintos. Me tiendo sobre Hanna y comienzo a embestirla nuevamente. Hanna se prende de mi cuerpo con brazos y piernas. Ella olvida lo que quería decir sobre el nudo que se produjo, solo se dedica a disfrutarme una vez más. Perdemos el sentido del tiempo mientras amamos nuestros cuerpos. Solo soy consciente de haberme corrido nuevamente y que hemos cambiado de posición. La penetro estando apegado a su espalda mientras la abrazo posesivamente. Nuestras voces hacen eco en la habitación. No tengo idea de si el tiempo ha transcurrido. No sé si es de día o de noche. Solo sé que el deseo entre Hanna y yo no se apaga, sino que aumenta hasta que perdemos la cordura.

Tres días después....

Cuando recupere la cordura esta mañana estando desnudo junto a Hanna en mi cama, estando ella dormida profundamente con las huellas en su cuerpo de un sexo frenético y prolongado, pude darme cuenta de que he cambiado. Continuo siendo mentalmente y físicamente Aarón Fischer, pero a la vez no lo soy.

Deje a Hanna durmiendo en mi cama. Como cada día me preparé para irme a trabajar. No porque me importe un carajo mi trabajo como investigador en la base secreta de Pearl Harbor. Lo hago por Hanna. Le prometí reunir pruebas de la existencia de las sirenas.

Por ahora continuaré haciendo las cosas como las haría el humano Aarón Fischer. No deseo llamar innecesariamente la atención de mis superiores. Frente a Hanna necesito fingir que no tengo la menor idea de como crear y manipular la materia. Permitiré que ella me enseñe la teoría que maneja. Como ya no es una diosa no podrá hacerlo ella misma. Será divertido seguir sus instrucciones.

Pienso utilizar estos 10 meses en tierra firme junto a Hanna para hacer crecer nuestro afecto. Quiero que volvamos a enamorarnos. Quiero que ella ame a Aarón. Y yo quiero enamorarme de Hanna, la sirena.

Antes de salir rumbo al trabajo deje preparada una buena cantidad de comida fresca para Hanna, porque cuando despierte estará realmente hambrienta. Ella necesitará energías, mucho más ahora que esta en cinta. Sé instintivamente que nuestro apareamiento fue un éxito.

Hoy deberé explicarle a mi jefe en la base del porqué no aparecí en el trabajo en tres días. Debo inventar una razón creíble, porque intuyo que mi jefe sospecha de mi. El tenia ciertas dudas de lo que realmente sucedió en el buque hace dos meses con la sirena que escapo.

Sé que mi superior ha estado investigando a los sobrevivientes de la matanza en el buque. Creo que él sabe que omití algunas cosas. He estado en la mira de los militares. Me han estado vigilando, debido a ello no he podido sacar información confidencial de la base secreta de datos. Debido a ello estoy en la cuerda floja. Debo ganar tiempo. Tengo que mantener a Hanna oculta. En el peor de los casos, si la descubren huiré con ella a lo más profundo del mar.

Horas después....

Cuando estoy por salir de la base militar en Pearl Harbor, de repente me encuentro siendo interceptado por un contingente de militares fuertemente armados. Y sé que es tarde para huir junto a Hanna, porque entre el grupo armado que me detiene esta presente mi superior de la base de Pearl Harbor acompañado de Judith Jones, la asesora del presidente. Mi ex amante.

Judith me ha traicionado. Me vendió a los superiores en el ejercito de Estados Unidos para vengarse por mi desamor.

Judith me afirma su traición diciéndome.

—No te aflijas tanto Aarón Fischer. No vas ha ser ejecutado, porque gracias a que escondiste a la sirena fugitiva en tu casa hemos podido darle captura con mayor facilidad.

No habríamos podido atraparla en los océanos tan vastos. No habría manera de atraerla de otra manera.

Sin duda esa sirena es interesante. No por nada te gusta tanto. Es una criatura muy bella, aunque letal. Mato a un pelotón completo de soldados altamente entrenados antes de ponerla a dormir. Ella se rindió sin poner más resistencia cuando le mencione que tú la entregaste a nosotros.

Le dije que tú y yo somos amantes. Le dije que me hablaste de ella. Le dije que la vendiste por el bien de tu carrera como investigador. Parecía devastada por tu traición. 

Aquella criatura debe estar odiándote y maldiciéndote. Te lo tienes muy bien merecido. Sabias que la inteligencia en esta base secreta, así como en el Pentágono sospechaban de ti. Sospechabas que te estaban investigando luego de ser el único sobreviviente del equipo de investigación en aquel buque, aún así acogiste y escondiste a esa sirena en tu propia casa.

 En el fondo querías entregarla a los militares para deshacerte de ella. O bien subestimaste a la inteligencia militar. Tal vez pensaste que no irían a buscarla tan prontamente. Que ingenuo de tu parte. ¿No crees?.

La criatura no esta muerta. Todavía.

A estas horas esta siendo trasladada muy lejos de Hawai en un barco militar.

Cuando la hayamos estudiado e interrogado puede que vuelvas a verla, pero claro. Estando muerta, en pedazos. Y tú eres el único culpable.

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⏰ Última actualización: Dec 24, 2022 ⏰

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