Aarón Fischer es un biólogo marino que trabaja para la inteligencia militar de los Estados Unidos que trata por todos los medios de ocultar la existencia de las sirenas debido a los intereses económicos de los empresarios del petróleo y de la pesca...
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En cuanto la sirena esta a un paso de mi, descubro lo tenso que estoy, ya que siento dolor muscular cuando incrédulo recibo su sonrisa siniestra y lasciva al darme un vistazo general con apreciación.
Me observa como si fuese un bocado irresistible al que no tardara en degustar. Noto en ella claros deseos de colgarse de mi cuello para luego prenderse de mis labios.
Siento en la piel la necesidad sexual que también despierto en ella. Nuestra atracción sexual es mutua. Trago saliva.
No quiero creer que ella pueda desearme sexualmente, porque no soy un tritón. Pertenezco a la raza humana, la cual asegura odiar y despreciar.
No puede ser real ese interés personal. Según sus palabras, preferiría ver a la raza humana borrada de la faz de la Tierra.
No soy un humano de corazón puro como la sirena aseguro cuando me beso a bordo del buque de investigación, hace dos meses.
Soy ambicioso. Carezco de consciencia. No soy amable ni compasivo. No estudie ciencia marina por un interés altruista. No sueño con salvar las especies biológicas del abuso humano. Yo solo estudio a dichas criaturas sin sentir verdadero amor por ellas, como si aman a los animales los demás científicos biólogos.
Pero en caso de ser verídico el interés que ella siente por mi. Me atrevo a cuestionarme....
¿Podría la sirena tener sexo conmigo en caso de que decida caer en su seducción?. ¿Esta biológicamente capacitada para tener sexo con un humano varón?.
¿Acaso tiene un interés oscuro para provocarme sexualmente como lo hace?. ¿Será que pretende usar el sexo para manipularme, como suelen hacerlo las mujeres humanas?.
Bueno, de hecho me dijo hace dos meses que me eligió como su amante, así que es obvio que desea ponerme las garras encima.
El motivo de fondo solo ella lo sabe. No quiero hacerme muchas conjeturas. Solo sé que no deseo convertirme en un títere obediente y complaciente por desearla sexualmente como un tarado sin voluntad. La pasión o el deseo no logran nada en mi. Me muevo por la lógica.
No seria la primera vez que una mujer trata de atraparme a través de su cuerpo y con la cama.
No me he enamorado ni me he apasionado por ninguna mujer. El amor y el romance no forman parte de mis prioridades e intereses. De hecho, atarme a otro ser humano como pareja no me llama la atención para nada.
Planeo continuar siendo un hombre soltero.
Quiero ser libre como un pez en el mar. Me agrada viajar alrededor del mundo para investigar y descubrir nuevas especies biológicas en el océano. Una mujer y una familia me obligarían a echar anclas en un lugar fijo en tierra. Jamás me quedo mucho tiempo en un mismo país.
Soy un ave migratoria en búsqueda de mejores y más emocionantes experiencias y descubrimientos.
Yo pertenezco al estudio y la investigación, no a una mujer, quién quiere que sea esta.
