I Love You //HyeWon//G!P//

16

Me senté bajo de uno de los árboles del patio, sentía un nudo en mi garganta. Tenía años sin ir al aniversario de muerte de mi hermana, aún me dolía recordarla y como se fue, aunque cada año el dolor era menor.

Sentí unos brazos al rededor de mi cintura, por un segundo sentí susto, pero al oler aquel aroma, al sentir su pequeños brazos al rededor mío, sentí una paz. Hyejoo siempre era quien se ponía a mi lado en tas fechas, sabía que decir siempre y que no, sabía cómo me gustaba estar abrazada esos días porque me recordaba a mi hermana. Yo siempre aleje esos días a Soobin, al tener una hermana viva, nunca quise hacerlo entristecer o preocuparse de ella.

Hyejoo:
Podemos dejar a la niñas con las víboras e ir, no quiero que vayas sola, no te dejare desmoronarte sola, ni llorar sin hombro. Podemos no estar juntas, pero que no se te olvide que yo no me iré de tu lado. -me acomode en su hombro-

Chaewon:
No pensé que fueran a sacar el tema así como así.

Hyejoo:
¿Recuerdas si flor favorita? Ella amaba los girasoles. -asentí- y según lo que me han contado no has ido a visitar su tumba en unos años.

Chaewon:
No quería ir sola con las niñas.

Hyejoo:
Cuando vayamos, te llevaras una linda sorpresa, tu espera y respira. Si necesitas ir lento entonces iremos lento.

Cuando me separe del abrazo pude escuchar dos teléfonos sonar. Levanté una ceja ya que era raro que nos escribieran al mismo tiempo, pero decidí sacar mi teléfono y ella igual. Me lleve un mensaje de Jungeun, mientras que Hyejoo uno de Minju, exactamente iguales.

Hyejoo:
No nos pueden dejar descansar.

Chaewon:
¿Dejamos a las niñas con Jungeun? No es mal momento para que al rato presentemos a nuestras pequeñas.

Hyejoo:
Me gusta la idea.

Nos levantamos combinando miradas de complicidad, al entrar Soobin se miraba un poco incómodo y a la vez algo suelto ya que las niñas se habían levantado. Él al verme se levanto con una sonrisa, y las pequeñas comenzaron a llamarnos.

Hyejoo:
Suegritos. -le di un golpe en el brazo- ¿Qué? A ellos nunca les molestó que les dijera así, además, ser la madre de sus nietos me hace casi su yerno. Ese no es el punto. Lastimosamente nos necesitan en el otro lado de la ciudad, así que vendremos en los siguientes días.

Señora Park:
Tengan cuidado. -le dió un beso a cada una-

Soobin:
¿Nos iremos a dónde?

Hyejoo:
Asunto víbora.

Yujin:
¡Víbora!

Soobin:
¿Te las vas a llevar a una pandilla?

Chaewon:
Soobin, ahora no, estamos todos muy felices para que empieces con eso. Te dejaremos en un hotel, no está muy lejos. Te veo cuando termine.

Soobin:
Sí, claro.

Salimos de la casa de mis padres para ir directamente al carro, las pequeñas se miraban muy felices de ir a conocer a su familia. Dejamos a Soobin en un hotel y aunque yo quería darle un beso para despedirme, no se dejó, solo dejo que le besara la mejilla. Quería hacer algo en ese momento, pero no había nada que hacer, porque, para empezar, la culpa de su enojo no fue mía.

Llegamos al lindo hogar de Jungeun, mismo que era un orfanato ya que hace poco había abierto uno en representación a qué quería hacer lo que Yeji hicieron con ellas. Era grande y los chicos que tenían adentro en su mayoría eran del norte, pero así se llamaban mejor ellos. Dejamos a las chicas con ellas y con Hyunjin que llegó unos segundos después que nosotros, mismo esto para buscarnos.

Hyejoo:
Creo que estoy oxidada.

Chaewon:
Estamos oxidadas.

Hyejoo:
Bien dicho, nos hace falta dos cosas para encargarnos de esto, ¿no?

Chaewon:
Sí, no tengo la menor idea de dónde termino mi látigo.

-:
Aquí están, un encendedor para el rey y un látigo para la reina -la chica que estaba al lado nuestro nos proporcionó nuestras pertenencias (porque si eran los que usaban ellas antes)- el problema sigue siendo en el viejo punto de encuentro.

Hyejoo:
¿Viejo?

Chaewon:
El nuevo es en la cantina víbora. -asintio-

No tardamos mucho tiempo en llegar, al estar ahí comprendimos cuál era la necesidad de nosotras. En uno de los almacenes se podía ver que tenían la puerta asegurada, pero gritos y empujones no paraba de salir de ahí dentro. También pudimos apreciar a los que calculé eran de las nuevas generaciones de víboras.

Hyejoo:
¿Qué hay allá dentro?

-:
Son huesos, cuatro.

Hyejoo:
¿Jóvenes? -asintio- ¿Y no pueden con ellos?

-:
Me partieron la mejilla.

Chaewon:
Niños, una víbora no se retira de la pelea porque le rompan la mejilla. Nuestra generación se rompió huesos intentando acabar con esos tipo, es solo una muestra de lo exigente que es estar en esta familia. -negue con la cabeza- iremos por las escaleras para salir a la parte de arriba, quiero que observen y cuando los llame aparecen.

-:
Si, reina.

Hyejoo:
Solo me fui hace un par de meses, no puedo creer que se ablandaran tanto.

Empezamos a subir por las gradas, al estar arriba tuvimos cuidado para bajar al pequeño balcon que había como segundo nivel. Desde ahí pude ver qué eran en efectivo cuatro, jóvenes y muy enojados. Se notaba que estaban contaminados y eso me pareció sumamente peligroso.

Hyejoo y yo nos pusimos de acuerdo para poder bajar con lazos para amarrarlos. Los chicos bajaron al balcón luego de que nosotras nos lanzaramos al primer nivel.

Hyejoo:
¡¿Se puede saber por qué hay escoria aquí?!

-:
Es un estúpido basurero, podemos estar donde querramos.

-:
¿O qué? ¿Las rucas nos van a golpear?

Chaewon:
No pasó ni de los treinta, por favor. -empece a caminar hacia ellos- a ver, si tan rudos que son veamos si pueden conmigo.

El primer chico fue corriendo a dónde estaba yo, en un abrir y cerrar de ojos lo había lanzado al suelo mientras que Hyejoo empezó a pelear con otros dos. Pensé que estaba oxidada, pero veo que ni un poco.

Amarramos a los cuatro de las manos, los colgamos a unas cadenas del techo aunque forcejearon. Sus pies aún tocaban el suelo, no éramos tan malos, pero por como me dejaron y el de Hyejoo, quería que estuvieran de puntitas.

Hyejoo:
Tú, pásame una tabla. -apunto a un chico cerca de los tilinches- mojala de la punta en ese tambo.

Le hizo caso y luego Hyejoo lo agarro para encenderle fuego en la punta, no sabía si lo que tenía ese tambo era alcohol o gasolina, pero está función comenzó a ser más entretenida.

Hyejoo:
Soy la líder de las víboras y están en territorio enemigo. No sean idiotas y díganme que hacen aquí, bastardos.

-:
¿Líder víbora? Puf, se murió hace años. -levanté una ceja-

Hyejoo:
Estuve en la cárcel, no morí. Pedazo de imbéciles. ¿Quién los mando?

-:
No te diremos. -la madera estallo contra su espalda-

Hyejoo:
¡QUIÉN LOS MANDÓ!