Renacer (Ilenko Romanov)

Capítulo 2

Rachel James

Alana Rodríguez, el nuevo papel que interpretaré será el de una devota, tengo 24 años y iré al centro para dedicarle mi vida al señor (Aunque ya lo tengo a él al cual le rezo de rodillas) tengo que hacer todo lo que nunca he hecho así que ya he visto varios vídeos de YouTube de cocina y cosas así.

El último año y medio me la he pasado como una reina y no había tenido que hacer nada de esto, si le cuento a la rubia se reiría en mi cara. Tengo que servirle a los padres que son unas personas sádicas y asquerosas y escabullirme a buscar información útil.

Aunque sé todo lo que pasa ahí.

Las órdenes que nos han dado son claras “Cumplir o cumplir" a mi lo que me apetece es cumplir mi sueño de pegarle un patada en las bolas a cierto hombre insoportable «Pronto lo haremos» me recuerda la voz en mi cabeza y nunca he estado más segura de algo.

El penthouse en el cual me estoy quedando queda en la parte más cara de Londres. Se parece a un castillo y ese pensamiento hace que me lleguen varios recuerdos que me sacan una sonrisa

«—Lo mejor para la Reina—dice él mientras me quita la venda que tenía en los ojos y me quedo sorprendida ante lo que veo

—Te mereces el mundo, Rachel— dice mientras me mira, estamos acostados y yo estoy sobre su pecho mientras él me hace caricias en la espalda. No resisto más y me le subo encima y lo lleno de besos «Nunca antes había sido tan feliz…»

—Eres lo mejor que nos ha pasado—me comenta y yo no resisto más y me le tiro encima abrazándolo, porque sé que si yo soy lo mejor que les ha pasado, ellos para mi lo son todo, absolutamente todo…»

Todo lo que he vivido me ha enseñado tanto, pero sobre todo me enseñó que «No debo poner la felicidad de los demás antes que la mía » la Rachel de antes quería hacer feliz a todo el mundo, a Bratt, a Luciana, a sus amigos y hasta a Christopher pero nunca pensó en su propia felicidad, hoy en día soy una persona completamente diferente.

Mi felicidad siempre valdrá más que la de cualquiera y se que suena egoísta pero cuando pasas lo que yo pasé entiendes que la vida es sólo una y si te pones a pensar en los demás antes que en ti, todo valdría una mierda.

Me pongo a responder unos mensajes importantes a lo que termino recojo la mochila con las cosas que tendré que usar, apago la lámpara del escritorio y…

—De nuevo en el juego—Escucho que dicen

Vuelvo a encender la lámpara y me volteo, Ángela entra con una sonrisa y con los brazos abiertos

—Llevo toda la tarde intentando saludarte— veo que no viene sola y mi humor se desfigura cuando veo a la insoportable de Meredith, ella se queda contra la pared, mirándome con una ceja enarcada y hago todo lo posible por no rodar los ojos. La ignoro, no estoy para perder el tiempo con personas estúpidas, suficiente tuve con el coronel.

—Estas muy hermosa—me dice mientras sonríe—Te sentó bien recorrer el mundo.

Río, si supiera que en ves de recorrer el mundo recorrí la verga de él

—Gracias—no dudo de sus palabras, ella siempre fue amable y linda conmigo.

—¿Alguna visita al quirófano?—susurra en mi oído y su cercanía no me gusta

—No, una que otra visita a las agujas de un tatuador— le digo y sonrío sin que se note mi incomodidad.

—Hay alguien que quiere verte—me avisa Meredith y me mira con asco «¿Tanto le cuesta entender que su novio todavía me ama y que yo no tengo la culpa de eso? Me está empezando a dar lastima, como gema»—¿Puedes atenderlo o lo dejamos para otro día?