Capítulo 8 (Parte II)

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Rachel James.

Luisa me llamó, quería ayudarme dándome un resumen del perfil psicológico de Antoni pero me negué, tenía que venir a mi pent-house para buscar lo necesario, voy a mi habitación y abro la caja fuerte que está detrás del cuatro del cuadro que me regaló Ilenko en el que estoy yo sosteniendo a nuestro bebé león. Lo que más llama la atención es mi sonrisa que hace que mis ojos se achinen y el león el cual se llama Смерть (muerte) se encontraba en mi regazo, fue hace un año cuando todavía era un bebé, ahora ni siquiera puedo alzarlo de lo pesado y grande que está, creo que en parte es mi culpa ya que lo alimenté y consentí mucho.

Agarro lo que vine a buscar y me cambio la ropa poniéndome unas botas largas en donde puedo meter lo que necesito. Salgo de la habitación encontrándome a Michel en la sala, no me fijé que estaba aquí.

—¿Puedes con ello?— me pregunta preocupado y asiento sonriendo.

—Sabes que sí, llamaré a Luisa de camino para que crea que tengo miedo y no se qué, sabes que es chismosa— comento y él se acerca a abrazarme, me aprieta contra él y sonrío.

»Sabes que no soy esa Rachel, la que ellos pisotearon, humillaron, drogaron y maltrataron… ya no está, y estoy haciendo esto para que todos podamos estar tranquilos sin que ellos nos respiren en la nuca — le digo con sinceridad.

Sé que al estar en la mafia y en la milicia al mismo tiempo estoy más propensa a que me maten uno de estos días así que sé que no me voy a librar de la muerte nunca pero al quitar a la mafia italiana y a los Morgan del camino, las probabilidades de morir en unos meses o años… baja bastante porque aunque no me guste Antoni todavía encabeza a la pirámide y los Morgan siguen teniendo mucho poder y aunque Ilenko y yo no nos quedamos atrás… no subestimo a mis oponentes.

—Lo sé, no te considero débil ni mucho menos pero todavía me preocupo por ti y se que lo que has estado haciendo con el Coronel no está nada bien y en algún momento se dará cuenta — dice él y ruedo los ojos.

Le he bajado dos a mi odio visible por Christopher, con eso he hecho que piense que me sigue teniendo enamorada de él y aunque no nos hemos besado ni tocado desde el día en la iglesia en unos días me tocará hacer la misión de las nórdicas así que hay mucha posibilidades que tenga que acostarme con él y aunque la idea me desagrada… no puedo hacer mucho al respecto, hay cosas que simplemente tienen que pasar.

Mientras él piensa que me tiene como estúpida enamorada, yo sigo trazando mi camino hacia la cima y cuando menos se lo espere… lo voy a aplastar como cual cucaracha en mis tacones.

Me despido de Mich y salgo del edificio con pasos acelerados, entro en el auto y de una vez llamo a Luisa.

—¿Rach?— pregunta ella en cuanto contesta.

—He tratado de hacerme la fuerte, Lu pero esto es más fuerte que yo, no se qué hacer— Digo sonando desesperada.

—Respira conmigo, Reichi— dice y le hago caso respirando cada vez que me lo indica.

»¿Estás mejor?— pregunta segundos después.

—Si, gracias.

—Volví a repasar el expediente de Antoni y tienes que tener en cuenta ciertas cosas—Habla y suelto un suspiro — Tiene una “perturbación anímica producida por una idea fija"  o “Idea fija o recurrente que lo condiciona a una determinada actitud”. En la psicología, cuando la obsesión se alcanza el grado de trastorno lo llamamos: “Trastorno obsesivo compulsivo” y ese es el diagnóstico de Antoni. No es la primera vez que lo padece ya que en años atrás su hermana fue víctima de ello.

Renacer (Ilenko Romanov)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora