Domingo 1 de abril de 1990/ 16:03 p.m.
Perspectiva de Aarón
Han pasado cinco horas desde que dejamos a Samir en la sala de emergencia del hospital y ahora no puedo evitar tener un mal presentimiento acerca de lo que vi.
Hace cinco horas Samir cayó al suelo inconsciente tras el último enfrentamiento con Abad, los muchachos y yo nos levantamos de nuestros asientos para ir a desayunar, pero nos detuvimos al ver que ninguno de los dos respondía a nuestros llamados, parecía que ambos llegaron a su límite y que estarían inconscientes por un buen rato. Sin embargo, nos llevamos una gran sorpresa al ver como los ojos de Samir se abrieron de golpe en ese mismo instante, él se recostó en el suelo sacudiendo la cabeza de lado a lado, lo primero que pensé fue en pagarles el desayuno porque ambos se habían esforzado demasiado durante estas semanas, aunque mis pensamientos se disiparon al ver que la nariz de Samir empezó a sangrar a la par de su ojo y oído derecho.
Al ver esto la mocosa se desmayó, Abram se abalanzó velozmente para tomarla en sus brazos, Aryn salió en búsqueda del botiquín que tenemos en el segundo piso, Nabil fue a la cochera del primer piso por la minivan y yo, yo sólo me quedé congelado sin poder hacer nada y me limite a observar.
Mi cuerpo empezó a sudar frío al ver como el brazo derecho de Samir cambiaba a un tono rojizo mientras se retorcía en el suelo, era como si tuviera una especie de espasmo muscular en toda la parte derecha de su cuerpo o una especie de convulsión, no obstante, parecía que su brazo apuntaba en dirección al norte e intentará alcanzar algún objeto de la habitación y eso solo aumentaba nuestra preocupación.
- ¡El auto ya está encendido, debemos irnos ahora! - Grito Nabil mientras subía por las escaleras.
Aryn cruzó la puerta sosteniendo una jeringa en la mano y aceleró el paso ante las palabras de su hermano - ¡Muy bien, esperó que esto funcione! - Dijo antes de incrustar la jeringa en el hombro de Samir, gracias a esto el sangrado se detuvo junto al enrojecimiento de su brazo y parte de su rostro.
- ¡¿Qué cosa está pasando?! - Pregunté exaltado al no entenderlo que sucedía.
-No lo sé, aun así, lo llevaremos al hospital para que Kamal lo revisé, tendré que deberle un favor después de esto. - Abram había permanecido estoico durante esta situación y decidió que lo mejor era dividirnos en dos grupos.
El primer grupo estaría por Abram, Nabil y yo. Nosotros nos encargaremos de llevar a Samir al hospital para que no nos ataque como la última vez tras el incendio.
El segundo grupo está conformado por Aryn y Abad. Ellos dos son más que suficientes para resguardar a la mocosa, pero uno de ellos esta inconsciente en el suelo.
Ya pasaron cinco horas desde que fue ingresado, realmente me pregunto si estará bien o si esto es obra de aquella criatura.
Maldición, mirando en retrospectiva veo que realmente soy patético, no solo me quede quieto mirando lo que sucedía, sino que ahora estoy recostado en esta silla y me muero de aburrimiento.
- ¿Porque la cara larga? - La voz de Nabil me hizo mover mi cabeza en su dirección.
- ¿Me veo tan mal? - Pregunte sonriendo de forma burlona y algo apagada.
- Te vi en peores condiciones, ahora mismo no estas tan mal a diferencia de aquella vez en que vomitaste sobre mi hermano. - Nabil se sentó en el asiento que estaba al frente de mí y abrió una bolsa de papas e hizo una señal para que cogiera unas.
- Gracias, eres el segundo mejor amigo que me queda.
- ¿Segundo? - Nabil levanto una ceja mostrando su extrañeza ante mis palabras - Eso sí que da miedo, si los demás te oyeran estarían sorprendidos de que el sádico del grupo me considere su amigo.
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Yamato: Relatos De Una Espada
General FictionTras un incidente Samir sufre una perdida de memoria selectiva que le impide recordar a todas las personas de su vida, pero eso no fue todo y ahora unas extrañas criaturas vienen ha por él al igual que otros seres. ¿Podra recuperar sus recuerdos y d...