Capítulo 9: Declaraciones

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Domingo 1 de abril de 1990/ 16:45 p.m. / Hospital de Rabat.

Aryn se encontraba llorando por la muerte de su hermano mientras lo sostenía en sus brazos y se repetía que todo era su culpa.

Al otro lado de un muro se encontraban Abad y Anima escuchando todo su dolor, en ese momento la joven quería intervenir y consolarlo, debido a que ella entendía perfectamente lo que se sentía el perder a un ser querido, pero Abad se le adelantó al oír las sirenas de la policía y dio un paso al frente y dijo: - Tenemos que irnos de este lugar antes de que la policía llegue. - Lo miro sorprendido por dejarse ver tan vulnerable y se enfureció con ellos.

- ¡¿Todo este tiempo estuvieron aquí y no hicieron nada?! - Pregunto en un estado iracundo.

- Te equivocas, nosotros recién llegamos y no sabíamos cómo ayudarle - la joven se excusó tratando de calmar su ira.

- ¡¿Ayudarme?! ¡¿Oí bien?! ¡¿Acaso dijiste ayudarme?! - Aryn exhalo con una sonrisa llena de desprecio - ¡Si realmente querían ayudarme deberían volver en el tiempo y evitar que esto pasará!

- ¡Cálmate, no queremos pelear, somos un equipo! ¿Recuerdas? - Vocifero Abad.

- Vaya equipo, váyanse, desaparezcan de mi vista en este preciso momento, yo quiero estar sólo. - Dijo inmerso en su ira - No necesito un equipo, no necesito a nadie - Dijo entre dientes para sí mismo.

Abad volteó tomando de la mano a Anima, antes de irse le dio una pequeña mirada de reojo que estaba llena con el mismo despreció que recibieron, susurró para sí mismo y la joven: - Vámonos, solo perdemos nuestro tiempo. - El dúo se marchó sin agregar algo más a la conversación, pero a mitad de camino fueron detenidos por una pareja de oficiales de policía que estaban en compañía de un trio de bomberos.

- ¡Al suelo! - Exclamó uno de los oficiales de policía apuntando con su arma a Abad.

Abad notó el arma que sostenía en sus manos y la tiro al suelo antes de alzar sus brazos en respuesta al policía.

- ¿Que sucede? - Susurro la joven al ver como uno de los oficiales les colocaban las esposas y los llevaban afuera del recinto.

Abad le susurro: - Solo mantente tranquila y haz lo que te dicen o de lo contrario tendremos problemas. - El otro oficial subió por las escaleras junto a los bomberos y se encontraron a Aryn llorando junto al cadáver de su hermano, el oficial de policía lo tomó como un sobreviviente y a su hermano como una de las víctimas del incidente. Aryn no quería apartarse de su hermano, así que ignoro las órdenes del oficial esperando que este lo dejase solo, pero paso todo lo contrario. El policía se acercó para apartarlo del cuerpo, pero no conto que Aryn le daría un puñetazo en el rostro por no obedecerle, gracias a esa acción él también fue neutralizado y esposado por el policía con la ayuda de uno de los bomberos.

Al ver que los tres estaban completamente sanos uno de los oficiales decidió llevarlos a la estación de policía para que puedan dar sus declaraciones del suceso y obtener los antecedentes de los tres.

- ¡¿A dónde se llevan a mi hermano?! - Exclamo Aryn con gran desprecio al oficial.

- Sera llevado a la morgue, así que cálmese o tendremos que ponernos algo bruscos - El policía lanzo su amenaza, su compañero solo se limitó a conducir, pues sabia el carácter de este.

- ¿Bruscos? Bien, quíteme las esposas y acabemos con esto rápido, tengo que ver a mi única familia.

- Cálmate, el todavía tiene paciencia y entiende lo que siente en este momento. No es necesario que lo hagas enfadar - Abad mantenía su mirada fija en la ventana, el no quería ver a una persona que ni si quiera lo consideraba un compañero, pero eso no era motivo para dejarlo recibir una surra.

Yamato: Relatos De Una EspadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora