Neteyam

Capítulo 4

Me desperté alterada a mitad de la noche debido a grandes estruendos, los gritos de los na'vi desgarradores son como vivir una pesadilla en carne propia. Estoy desorientada sin saber qué está pasando, lo único que alcanzo a ver antes de despertar por completo es a Loyr salir del hogar con su arco y flecha, incluso pareciera que discute con Tuny. Un pitido fuerte se hace presente en mi oído, entonces me cubro mis orejas con mis manos sintiendo el fuerte dolor en mi cerebro.

    Observo de nuevo a mi alrededor y sigo dentro de mi hogar, esperando que todo lo que acabo de presenciar haya sido una pesadilla, pero no es así. Veo como Tuny apresurado mete cosas en un bolso, y en la entrada del hogar puedo ver que afuera hay mucha gente corriendo, y fuego alrededor.

    —¿Qué está pasando, Tuny?—pregunto somnolienta y desorientada.

    —Ah, despertaste. Nos están atacando—bastó que diga eso para que me componga y comience a buscar mi arco y flecha también—no nos acompañarás, Silu. Loyr quiere que me quede contigo, pero no puedo hacer eso, debo de acompañarlo.

    —¿Qué? ¿Y qué se supone que haga yo? Debo apoyar a mi pueblo.

    —No, Silu, se acabó, quédate aquí adentro. Te hemos entrenado para que seas una magnífica guerrera pero no te pondremos en estas, no lo permitiré—dice arrugando la nariz del estrés—ahora iré a buscar a nuestro hermano para pelear con él.

    Antes de salir de nuestro hogar, me permito hablar.

    —Tengo miedo Tuny—digo atónita por todos los gritos, sigo en shock sin poder creer que la guerra con los del cielo ha llegado hasta nuestra aldea.

    Se voltea, camina hasta mí y me abraza, con su brazo acaricia mi espalda intentando tranquilizarme.

    —Todo estará bien—respira profundamente—te lo prometo—se separa de mí poniendo sus manos en mis hombros—solo espéranos viva—sonríe de lado, casi siendo burlón. Acaricia mi cabello desordenándolo, como si fuera pequeña.

    Me quedé sola en mi hogar, justo después de que él saliera. No podía creer que todo esté pasando ahora mismo, debía de actuar como la guerrera que soy, debo de ayudar a mi pueblo, a mi gente. ¿Por qué estar aquí encerrada cuando puedo aportar allá afuera? gruño de furia, recobrando fuerzas antes de volver a tomar mi arco y salir corriendo de mi hogar.

    Primero ayudo a los niños a salir rápido de sus hogares, intento hacer que los ancianos corran más rápido, tomo a mi banshee y vuelvo hasta donde están las máquinas que echan fuego para intentar asesinarlas.

    Desde arriba, apunto y disparo con mi arco y flecha, de inmediato esta atraviesa el vidrio con su punta afilada , acabando con la vida de quien fuera que la estaba controlando.

    Hago lo mismo con algunas más, algunas que no marcan mucho la diferencia dado que son muchísimas, por supuesto que al seguir haciéndolo capté la atención de algunos, y comenzaron a dispararme, pero esquivo las balas moviéndome junto a mi banshee de un lado a otro.

    A lo lejos veo a Loyr pelear con una máquina cuerpo a cuerpo, el pánico se apodera de mi cuerpo y hago que mi banshee avance lo más rápido posible hasta él, pero una bala impacta en el ala de Lily. Esta se inclina hacia un lado e intento calmarla para así poder llegar hasta mi hermano.

    Cuando voy llegando, mi corazón se paraliza por segundos y todo ocurre lentamente, veo cómo algo filoso entra en el abdomen de mi hermano mayor, atravesándolo por completo, el solo gime de dolor y gruñe, aún pensando que puede seguir peleando, sin saber que su pelea ha terminado. Me bajo de mi banshee ordenándole que ataque al asesino de mi hermano, Lily no se demora en morder a la máquina, haciendo que el humano dentro de él se desangre ahí dentro.