Capítulo 2

116 10 24
                                    


Capítulo 2: Trato.

    Chisme de hoy: “Te lo aseguro, lo ví con estos ojos que se han de comer los gusanos; Mala Suerte arrastró a la fuerza al nieto del tercer Hokage hacia esa guarida que llama escuela de defensa personal.

    Los gritos del muchacho eran miserables. Te digo, si no tuviera tanto miedo, hubiera ayudado al pobre”.

—•••—


    Averiguar la vida de Naruto no fue dificil. En menos de una hora ya tenía información sificiente sobre su escritorio. Hojeó cada página, leyendo con paciencia los detalles que más le interesaban, le surgieron muchas dudas sobre el extraño asesinato de los padres, ¿Y cómo no? Una de las cosas que más le gustaban eran los casos no resueltos, además; desde siempre ha sentido curiosidad por saber qué fue lo que sucedió esa noche, sobretodo, quién fue el causante y qué motivos tuvo para hacerlo.

    No se sorprendió tanto al leer que fueron los aldeanos quienes denominaron por cuenta propia que Naruto fue el culpable, alegando hasta el día de hoy, que es la mismísima personificación de la mala suerte. Itachi no estaba seguro de si existía algo como la suerte, pero estaba firme en su creencia de la estupidez colectiva que tuvieron esas personas en aquél momento, y que fueron transmitiendo al resto de la población de Konoha.

    De hecho, todos los días sin falta, podía oirse uno que otro cotilleo exagerado sobre el hombre al cual llaman ‘Mala Suerte’. Y no, no es porque se hayan olvidado de su verdadero nombre, sino porque (según ellos); pronunciarlo atraería malas energías que luego les cobraría caro durante no se sabe cuánto tiempo. Sin duda un tabú.

    Tuvo ganas de reir al recordar algunos de esos murmullos en la calle, pero se contuvo al leer un párrafo que describía la terrible situación que soportó Naruto desde su niñez hasta la adolescencia. Sintió empatía, admitación por ésta persona que logró sobrevivir solo, tan solo como lo ha estado hasta ahora.

    Se saltó la parte de su baja Shinobi, pues ya estaba enterado de ello. Pensándolo bien, se arrepentía de no haber intervenido en ese momento, por lo menos así no le sería tan dificil convencerle de casarse con sigo a cambio. Ah, pero en ese entonces, Naruto no representaba nada para él, apenas era un transeunte irrelevante del que escuchaba hablar en las calles.

    Esta vez sí río, y con ganas. El llamativo ‘Mala Suerte’ designado como nombre de la escuela que el hombre abrió tres años atrás, le era diviertido. Con ésto podía imaginarse qué tipo de persona era, haciendo burla de esas dos palabras que le habían martirizado siempre.

    Se preguntó, ¿Cuántos alumnos recibía?

    Se desplazó a la sección donde un solitario nombre se hallaba escrito, y al lado, decía que no más de cinco personas recibían clases esporádicas. Con tan pocos, ¿Cómo hacía para mantener el lugar? Más abajo mostraba lo poco que estaba por irse a la quiebra.

    ¿Poco? Para Itachi, la fotografía revelaba lo contrario, la fachada era decente, no destartalada como lo había esperado. Otra demostración del caracter del hombre, estar en quiebra no quería decir ser descuidado.

    Al terminar de leer los documentos, los guardó en el cajón derecho del escritorio sobre el cual apoyó los codos para poder sostener su cara con ambas manos mientras su mirada se perdía en el aire. Aguardó sentado un rato, después fue a su habitación a tomar un baño de agua fría. Se vistió con una muda de ropa cómoda, simple y abrigada, desenredó su largo cabello negro antes de secarlo dejándolo bastabte suave al tacto, luego lo recogió en una minuciosa coleta baja que hizo y deshizo hasta quedar satisfecho.

Mala Suerte (ItaNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora