Capítulo 18

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Capítulo 18: Más que un beso.

        El chisme de hoy tuvo la oportunidad de ser partícipe de la compañía de Naruto e Itachi.


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        Una mujer, el tan misterioso Hokage era una mujer. Por sus cabezas jamás pasó que al entrar por esa puerta se encontrarían a una mujer rubia de espaldas al escritorio bebiendo de una botella de sake. Además, también había otra mujer con un cerdito gordo en brazos parada a un lado. Apenas la Hokage se dio la vuelta y mostró su cara de que ya no puede estar más ahí, la imagen de un hombre anciano con barba larga se hizo añicos en la mente de ambos.

        —Bien, hablen —dijo la mujer al no oir nada desde que entraron—, ¿Qué condiciones ponen para que nos entreguen las malditas pruebas y encerrar a ese par de ancianos de una vez por todas?

        Naruto todavía estaba en shock, por lo que Itachi tomó la palabra, después de todo era el mas indicado para negociar.

        —No existe condición alguna, Señora Hokage —dijo sacando el sello donde traía las pruebas, al segundo siguiente, en la mesa estaban los documentos encarpetados—, estas son las pruebas encontradas por el fallecido Minato Namizake, el cuarto Hokage.

        La Hokage estiró la mano, hojeó una de las carpetas, frunció el ceño, miró por encima del hombro de Naruto y dijo: —Shikamaru, ven y revísalo, es una oportunidad para demostrarme cuan capacitado estás para ser el próximo Hokage.

        Se escuchó un gemido desganado antes de un “sí, Maestra Hokage”. Entonces Shikamaru tomó las carpetas y se sentó a leerlas. Sinceramente, no se sabía cuál de los dos tenía más pereza, la Hokage, o el aprendíz de Hokage. Diez minutos más tarde, Shikamaru dio el visto bueno, e incluso botó un poco de su flojera para añadir lo concluyentes que eran las pruebas y que era seguro que el par de viejos concejeros terminarían lo que les queda de vida en la cárcel.

        La Hokage bebió de su botella de sake, miró entre Naruto e Itachi, habló con el último: —¿En verdad no quieren nada a cambio?

         —No, sólo esperamos ver cómo se desempeña la señora Hokage ante esta situación, y ver qué tan confiable puede ser.

        Ella comprendió lo que quiso decir, asintió dejándoles salir. Shikamaru, aunque no quería levantarse del asiento, los acompañó fuera de la oficina.

       —Les aseguro que pueden confiar en nosotros, lo que más queremos es limpiar las ratas apestosas de la aldea —suspiró cruzándose de brazos, hablaba lento, como si tuviera sueño—. Ah, como me gustaría que este fuera un mundo pacífico y no tener que hacer nada, ah.

         Naruto le sonrió, dándole algo de razón. A él también le gustaría un mundo pacífico, a quién no. Se despidió de su ‘casi hermano’ con un apretón de manos, pero cuando iba a recuperar su mano, él la retuvo, le dedicó una mirada seria. A un lado, Itachi arrugó las cejas, Shikamaru lo ignoró.

        —El resto que descubrieron —se refirió a la conversación que tuvieron dos días atrás—, no se demoren en desvelarlo. Les aseguro que pueden confiar, quién quiera que sea el asesino detrás de las muertes del cuarto Hokage y otros, será más facil atraparlo uniendo fuerzas —esta vez sí miró a Itachi, soltó la mano de Naruto—. Aunque la Hokage no parezca confiable, lo es. Su actual liderazgo lo demuestra.

Mala Suerte (ItaNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora