Capítulo 13

44 8 20
                                    

Capítulo 13: Niña.

      Chisme de hoy: “Deberías pasarte por el sector Uchiha, jajajaja, es bastante divertido ver cómo cada cinco minutos tienen que expulsar gente de las puertas de enfrente. Algunos están vestidos de una forma tan graciosa, ¿Eh? No, no, a mí también me gustaría ir a tratar de hacer que manden a la porra a ese Mala Suerte, pero mientras esté alejado de mí, no hay problema. Bueno, sí, tienes un poco de razón, me alegro de no ser parte del clan Uchiha, pobres gentes”.


—•••—

      Naruto estaba tumbado de espaldas sobre la cama cuando Itachi llegó con la cena, preparada por él, desde luego. Se incorporó sintiendo el olor suave, había hecho una sopa cremosa ligera, apenas para que sus estómagos se amortiguaran a esta hora de la noche.

      Así como aquella vez, ambos se sentaron en el suelo, con una mesa baja que les separaba, y sobre ella estaban los cuencos con la sopa cremosa. Lo diferente, es que lo ameno que se retorcía en el pecho de Naruto, no le hizo escocer los ojos, ya estaba preparado, de hecho lo había estado esperando desde que cruzaron la puerta de la Mansión, porque, aunque ya se lo había dicho en varias ocasiones, Itachi cocinaba delicioso.

      —El arma que usaste para luchar contra el espía —habló Itachi cuando la sopa en sus cuencos se había vaciado a la mitad—¿Por qué nunca antes había visto una igual?

      Dando un sorbo a la cuchara de metal, Naruto hizo aparecer el arma en su mano. Mirándola con detenimiento, se podía apreciar con mayor precisión su majestuosidad, los patrones cubrían la larga hoja desde la base hasta la punta, bajo la luz de las lámparas; el brillo plateado achicaba las pupilas. Era muy parecida a un kunai, pero en definitiva no era uno.

      —Éste es un arma creado por mí, por supuesto que no va a haber uno igual —dijo permitiendo que Itachi lo tomara.

      —Creado por tí —repitió Itachi, sus manos se realizaron sobre los patrones, recordando lo deslumbrantes que se veían con esa luz naranja—¿Cómo lo hiciste?

      Naruto dio unos cuantos sorbos más antes de hablar: —Simple, tome una roca llamada Lonsdaleíta, pocos lo saben, pero éste tipo de roca es muy buena absorbiendo chakra, lo descubrí por accidente poco antes de ser destituido. En resumen, tardé dos años en pulirla en esa forma y uno más en lograr dejarla absorber una mínima parte de mi chakra sin fundirlo con ella, de lo contrario me dejaría seco cada vez quiera utilizarla.

      —Éstos patrones.

      —Son las ‘venas’ por donde fluye el chakra —señaló el mango, de allí nacían—. Dirijo mi chakra hasta mi mano, de ahí fluyen por éstas ‘venas’ en toda la superficie, cubiriéndole por completo, así el arma se hace más poderosa y más resistente.

      Itachi no dijo nada, pero su cara decía todo. Y Naruto estaba orgulloso, nunca le había enseñado a nadie algo que hiciera él mismo, nunca nadie le había dedicado una mirada tan impresionada.

      —¿Tienes más?

      Naruto negó, era bastante afortunado el haberse encontrado con una de esas rocas, y aunque tuviera muchas, tampoco era tan sencillo convertirlas en un arma.

      Devolviendo el arma, Itachi comentó: —Es una lástima, también me gustaría tener una.

      En verdad una lástima, porque de aquí a que se encuentre otra Lonsdaleita, sus huesos ya deberían estar por convertirse en polvo. Que Naruto se encontrase una, si que fue una suerte muy buena.

Mala Suerte (ItaNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora