Capítulo 17

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Capítulo 17: Hyūga.

        Chisme de hoy: “¿No te parece que el par de innombrables se ha vuelto mucho más descarado después de que se revelara sobre la verdad del matrimonio?, sí, sí, el par de innombrable; el Patriarca Uchiha y Mala Suerte. A ese par de desvergonzados no les importa el pudor, ya andan de arriba para abajo mostrando su afecto al público. Tal pareciera que no les importa los problemas de la aldea. Ajá, sí, ninguno dijo nada cuando aparecieron los tres cadáveres, ni cuando se supo que el diablo anda marcando. Dioses, hasta por eso Lord Adivino va a decirnos que nos depara ahora el futuro”.




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        Cada cosa que haya pasado la noche anterior, por el momento fue dejada en un rincón de la mente de ambos (por lo menos en la de Naruto. En cuanto a la de Itachi, aunque no parezca, es imposible que no piense en eso, que no recuerde una y otra vez esas imágenes impulsivas que le aceleran el corazón), ahora estaban discutiendo un asunto importante; quién era la niña llamada Himawari que pudiera pertenecer al clan Hyūga. Itachi recogió la carpeta que traía ayer en la mano, estaba descuidada en el piso, a un lado de la cama. No la había ni ojeado. Cuando la recibió; se había encontrado al despistado Naruto, por lo que se había olvidado de ello.

        Se sentó en la mesa que aún no había sido retirada desde que la puso ahí; cuando Naruto resultó herido. Abrió la carpeta, sacando el documento de la investigación sobre la niña. Leyó apenas una palabra antes de que Naruto colocase una silla a su lado, se sentara, acercase la cabeza peluda y despeinada para también leer el documento. Miró esos cabellos rubios, luego las pestañas largas que proyectaban sombras. Su corazón dio un vuelco cuando Naruto levantó la cabeza, parpadeando mientras le veía.

        —¿Qué pasa? —preguntó él—¿No estás leyendo?

        Itachi respondió que no pasaba nada, soltó un suspiro calmado y continuó leyendo; el documento no era grueso, pero sí muy detallado. Resulta que la pequeña niña de ojos extraños, se llama Himawari Hyūga y tiene cuatro años. Su madre, para su sorpresa, era Hinata Hyūga; uno de los tres cadáveres encontrados por el comerciante de camino a Suna. No era de extrañar que la pequeña se lamentara por su madre, llorando a gritos porque ya no está.

        Hinata Hyūga era la hija de Hiashi Hyūga, Patriarca del clan Hyūga. Hace casi cinco años, Hinata resultó estar embarazada, nadie sabía quién era el padre y ella no estaba dispuesta a revelar esa verdad. Furioso, Hiashi la castigó con diez tablas en las piernas (teniendo un poco de consideración con su estado, de lo contrario hubieran sido entre treinta y cuarenta; una cifra que le puede quitar media vida a la persona castigada), y la encerró en una habitación sin comida por tres días con la esperanza de que hablara. Por el contrario, ella mantuvo silencio, no se sabía si estaba protegiendo al padre o si tenía alguna razón que le impidiera decirlo.

        Hiashi, viendo que no le podía sacar ni una palabra a su hija, llamó un médico para que tratara su enfermedad causada por los diez tablazos y el ayuno. Cuando estuvo seguro de que tanto ella como el bebé dentro de su vientre estaban a salvo, la llamó de nuevo, dándole una última oportunidad. Si decía la verdad, le perdonaría y encontraría la manera de solucionar su problema (el bebé). De otra forma, sería desterrada del clan, ya no tendrían nada qué ver entre sí. Lo que sucedió después, es más que obvio, Hinata no habló, por ende fue expulsada, sin ningún tipo de ayuda.

        Durante el embarazo, se mantuvo con un subsidio que sugirió junto con un permiso de maternidad en el servicio ninja. Después de que naciera la pequeña Himawari, hacía misiones esporádicas y la dejaba al cuidado de una anciana vecina en el sector de donde vivía. Esto duró hasta que la anciana murió, como no tenía a nadie para cuidar de la niña, tuvo que renunciar a su servicio ninja. Hacía trabajos manuales que le dejaban poco dinero, apenas le alcanzaba para sobrevivir.

Mala Suerte (ItaNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora