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1/2 ESPECIAL NAVIDAD

Me sentía incomodo, ya pasaron varios minutos en que nadie hablaba, el hombre solo hacía que mirarme con una gran sonrisa en su cara mientras acariciaba mi mano.

-Pequeño te acuerdas de como has llegado hasta aquí?-rompió el silencio el hombre sentado en la butaca.

-No, solo recuerdo irme a dormir y tener mucho frío-comenté intentando recordar lo sucedido.

-Y tu familia?-preguntó el adulto.

Al escuchar esa palabra miles de malos recuerdos vinieron a mi cabeza uno de ellos se repetía sin parar, la muerte de papá. La vista se me empezó a nublar a causa de las lagrimas acumuladas, no quería que pensara que era un llorón como decía mi padre.

-Ey ey peque no quería causarte molestia con la pregunta, solo que tendrían que saber que te encuentras aquí, pero solo si tu deseas eso-me calmo el adulto.

-y-yo no q-quiero verlos-dije en un hilo de voz.

-Podrías contarme?-preguntó.

Me estaba sintiendo acosado de preguntas, no sabía porque deseaba tanto saber de mí. Y una pregunta se planto en mi cabeza, y si quería hacerme daño, quien se interesaría por mí sin el motivo de hacerme daño.

Solo me limite a negarle y mirar mis deditos, tenia miedo de mirarle a los ojos.

-Pequeño de verdad lo siento si te he causado molestia, pero la policia esta investigando tu caso y me hice pasar por tu familia porque sentía el deber de protegerte, seguramente no te acuerdes de lo de la mañana pasada en el establimiento mientras esperabas a Maya y tuviste un pequeño accidente-empecé a recordar y no pude evitar sonrojarme al escuchar como nombraba lo del pequeño accidente-fui yo quien te ayudo, y des de ese momento sentí un aprecio inexplicable hacía ti. Mientras estaba en la sala de espera por mi papa y vi entrar a esos médicos con un pequeño niño muy parecido a ti no dude en seguirlo, hasta estar aquí a tu lado. Perdon si te he echo sentir incomodo en algún momento-dijo mientras se disponia a salir de la pequeña habitación.

Me quede unos segundos aturdido al recibir tanta información de su parte, pero empecé a recordar cosas del día anterior a lo sucedido. Sentía un sentimiento extraño dentro de mí, pero algo me decía que no lo alejara de mi.

-Porfa no te vayas, no quiero quedarme solito-dije con un pequeño puchero.

Dibujo una sonrisa en su cara y no pude evitar hacerlo yo también, se sentó en la butaca que había junto a mi camilla.

-Entonces quieres contarme?-volvió a preguntar.

Nunca ha nadie le había contado los tratos de mi familia, quizás porque no tenía a quien contárselo, me daba miedo por las miles de amenazas y palizas que me dio mi madre para que no contara nada nunca.

Cogí aire repetidas veces, mire al chico el cual esperaba pacientemente a mi respuesta y cogí su mano para posarla encima de la mía para que la volviera acariciar como hacía anteriormente para tranquilizarme. El chico como respuesta a mi acción soltó una risa sonora para empezar acariciarla con suavidad.

☆NICO☆ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora