Estadia

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Ka-Koubun se sintió mal ante las duras palabras de Kougyoku y bajo la cabeza. Kougyoku se giro y miro a sus soldados seria.

Kougyoku: Regresen a casa, soldados. Habéis hecho un buen trabajo protegiendo a los descendientes de la sangre del emperador.

Soldados: Si, octava princesa, Kougyoku!

Kougyoku se acerco a unos soldados en concreto que sabía que habían sido enviados de la facción de Kouha y les susurro.

Kougyoku: Llevaos a Ka-Koubun de regreso a Kou y informat de los sucedido aquí en Sindria.

Los soldados asintieron ante la orden y se acercaron a Ka-Koubun, junto a Kougyoku.

Kougyoku: Reflexiona por tu error y tu arrogancia, Ka-Koubun. A partir de ahora vas a estar a cargo de mi hermano Kouha, hasta que él crea que es correcto que regreses conmigo.

Ka-Koubun le dio una mirada horrorizado por la idea, desde que era un niño se ha sabido que el tercer principe Kouha era un amante de las cosas "únicas" y por lo tanto sus sirvientes más cercanos no eran diferentes. Kougyoku conocía muy bien a Ka-Koubun y sabía que tenía una mente muy cerrada a cosas nuevas, por lo que dejarlo con Kouha sería un buen castigo. Después de todo, ella no quería deshacerse de él, solo que dejara atrás su mentalidad de que era superior a ella.

Kougyoku se acerco a Sinbad.

Kougyoku: Rey Sinbad, le pido humildemente que me dejé a mi, Kougyoku Ren, pasar un tiempo en su reino.

Ja-far, el sirviente de Sinbad, se acercó al oído de este para susurrarle algo. Kougyoku le hizo una seña a Hakuryuu para que notará la presencia de Gizy. Captó enseguida la señal y miro sin disimulo alguno hacia la dirección de Gizy, que ahora se convirtió en un wakamayo azul y voló hasta el hombro de Hakuryuu. El monstruo cambia forma no había pasado desapercibido por el joven magi, y se notaba su curiosidad con solo una mirada.

Este lapsus de tiempo había bastado para que el rey dictará su veredico ante la proposición de la princesa.

Sinbad: Eres más que bienvenida a Sindria, hermosa princesa. Es más, vuestros guardias pueden quedarse a disfrutar de la fiesta que se celebrará hoy en honor a su llegada!! JAJAJA!

Ja'far se veía alterado con lo último dicho, al parecer no estava seguro de sí podrían permitirse alimentar a tal ejército, sus otros visitantes y sin mencionar a todos sus habitantes. Kougyoku leyó la cara de Ja'far y denegó la solicitud del rey de los 7 mares.

Kougyoku: Sería todo un honor, más lamento tener que rechazar su hospitalidad. Ya que nuestros guardias tienen que viajar a Kou lo más pronto posible para imponer el castigo al criminal.

Todos los guardias miraron mal a Ka-Koubun, pero él ya parecía solo un alma en pena después de que todo su plan fuera descubierto. Los soldados resignados empezaron a organizar todo para su regreso a Kou que sería en unas horas.

Por consecuente los sirvientes de Sindria se acercaron a Hakuryuu y a Gizy, y los guiaron al palacio. Sinbad quizo hacer de guía para Kougyoku pero al tener papeleo que organizar le dio la orden a Ja'far con una simple mirada. Kougyoku se negó y dijo que esperaría a que los soldados regresarán.
Poco a poco se fueron retirando todos hasta que solo quedó Kougyoku y unos guardias de Sindria, viendo el barco a la lejanía.

Kougyoku: Bien y ahora, es tiempo de ir al palacio.

Los guardias se acercaron y la escoltados hasta el palacio. Ya estava atardeciendo cuando llegaron al palacio.

Kougyoku: gracias por vuestro arduo trabajo.

Les sonrio y entró. Nada más entrar unas sirvientas se acercaron a ella.

Sirvienta 1: Por aquí, Kougyoku-hime.

Sirvienta 2: La guiaremos hasta su habitación.

Kougyoku: Entiendo, adelante.

Las sirvientes caminaban detrás de Kougyoku mientras la guiaban hasta llegar a la habitación. Era una habitación espaciosa tenía pequeños detalles en color azul que creaban una sensación de libertad, además tenía vistas al mar hecho que fascinó a la princesa. Los muebles de la habitación eran todos blancos, desde la gran cama hasta el tocador.
El cuarto tenía baño propio, con una inmensa bañera al lado de una gran ventana por la cual admirar el mar.

Kougyoku: Es hermosa.

Sirvienta 2: Si necesita cualquier cosa no tiene que hacer más que tocar esta campana para que alguna de nosotras venga.

Kougyoku: Comprendo. Emm con las prisas no he traído ropa para usar en mi estadía, sería posible comprar ropa?

Sirvienta 1: Por supuesto. Desea que hagamos las compras por usted?

Kougyoku: Me parece bien, no se mucho sobre la moda en Sindria, pero me gustaría adaptarme al lugar así que usaré la ropa que me compréis. Confío en vuestro juicio.

Sin más Kougyoku les dio el dinero y una de ellas fue a comprar la ropa mientras la otra se quedó en palacio por si Kougyoku necesitaba alguna otra cosa. Y con el permiso de ella fue hacer tareas del palacio.

Kougyoku: Voy a tomarme una ducha, creo que para cuando esté ya habrá vuelto con la ropa.

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El tiempo pasó y cuando salió de la ducha el armario estaba repleto de ropa, desde lo más básico hasta lo más formal. Kougyoku se cambió de ropa por algo cómodo, pues según le habían contado las sirvientas la celebración de su llegada sería pospuesta por problema de organización del rey.

Kougyoku: Voy a buscar a Gizy.

Kougyoku salio de la habitación y deambulo durante un tiempo intentando encontrar a Hakuryuu o a Gizy. Mientras buscaba se topo con un hermoso jardín.

Kougyoku: Este lugar es increíble. Mañana traere a Hakuryuu!

Y continuó su caminata, cruzó y cruzó pasillos y en uno de esos se choco con alguien y cayeron juntos al suelo.

Kougyoku: Ay! Ah! Estas bie...en?

De la sorpresa no pudo disimular, la otra persona aun estaba procesando el encuentro.

x:..AH!! Usted es Ren Kougyoku!! Lo lamento. Pero, que hace usted aquí? no, primero, se encuentra usted bien?

Por el nerviosismo el albino se paro rapidamente y le ofrecio la mano preocupado. Kougyoku sonrio. A ella le parecía algo lindo su nerviosismo; acepto la mano y se puso de pie.

Kougyoku: Gracias...Ja'far, era? jajaja perdon soy mala con los nombres.

Ja'far: Qué? Ah, si? Como sabe mi nombre?

Se notaba realmente interesado pues no recordaba haberse presentado ni tampoco que nadie lo llamará por su nombre en la presencia de ella.

Kougyoku: Me intereso bastante la primera vez que lo vi, por ello investigué un poco sobre usted.

Ja'far se puso alerta, y Kougyoku sabía que lo haría así que tapo un poco su sonrisa con su mano.

Ja'far: Puedo preguntar a que se debio su interés?

Le sonrió forzozamente, y Kougyoku se relajo.

Kougyoku: No.

La respuesta descolocó a Ja'far que iba a decir algo pero Kougyoku lo interrumpió mientras se agachaba y recogía los pergaminos esparcidos.

Kougyoku: Estos han de ser documentos muy importantes y urgentes como para que corra por los pasillos de forma tan descuidada.

Ja'far que se había agachado y había terminado de recoger los últimos pergaminos, la miro con perspicacia. Ambos se pusieron de pie y Kougyoku le entrego los que había recogido.

Ja'far: Gracias, princesa Kougyoku.

Hizo una pequeña reverencia.

Kougyoku: No es nada, puedes seguir tu camino e intenta no chocar con nadie más.

Dijo mientras lo pasaba, Ja'far se sonrojo de la vergüenza y retomo su camino.

 












KougyokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora