Capítulo Final

3.2K 175 186
                                    





"Lo inesperado es parte de la vida. Nos suceden cosas extrañas. Pensamos que están fuera de la norma, pero es así. Esa es la manera en que funciona la vida..."


—Es tu habitación.— Elizabeth la tomó por su hombro, ocasionado que el rostro de Amber girara un poco. Se notaba atónita, tratando de verificar si había escuchado bien.

—¿Mi habitac...ión? —Harriet sonrió, la mujer desprendía pura felicidad.

—Completamente tuya.—susurró detrás de Elizabeth. Se sonrojó ante las dos mujeres que la veían con una sonrisa que le llenó el corazón de puro amor.

—No sé de qué forma aceptar lo que están haciendo por mí...

—¿Te gusta? —asintió, sus ojos se enrojecieron, las miró rápidamente y trató de envolverlas  entre sus brazos. Elizabeth y Harriet no tardaron en crear un abrazo de tres, dejando a Amber en medio de ellas. Su llanto se intensificó, Amber sentía como sus pensamientos dolían, pero había alivio en aceptar cada uno de esos pensamientos aturdidores.

—Me duele aceptar lo aterrada que estaba de la vida meses atrás. —trató de controlar su congestión, lo que obtuvo a cambio fue un abrazo mucho más caluroso por las dos mujeres. Disfrutó de su cercanía y del dulce perfume.—Buscaba escapar de todo eso, cada día era lo mismo, todos esos pensamientos consumidores tomaban control de mí... Me esforzaba tanto en no ceder ante cada uno de mis miedos. —respiró profundamente.—Esto que han estado haciendo por mí no tiene ningún tipo de comparación cuando pienso en felicidad. —se alejó de ellas, caminó hasta el escritorio y tomó el porta retrato. Lo admiró brevemente. Ahí había una foto de su mamá, también había una foto donde Amber sonreía junto con Allison. Regresó a las dos mujeres que no se habían movido.—Esto es mucho más de lo que pude llegar a soñar. —aceptó, abrazó las fotos. Harriet se acercó un poco a Amber.

—Sabemos que aún tienes miedo, pero también sabemos que has estado trabajando mucho en cada uno de ellos. Elizabeth y yo no pretendemos borrar tu pasado, Amber, jamás lo intentaremos, al contrario, queremos verte abrazar cada uno de tus recuerdos, eso que te hace ser Amber, todo aquello que asusta, que amas, que odias, todo aquello que te hace feliz, todo eso es tu esencia. Pero cada vez que pienses en tus temores, cuando sientas que te estás derrumbando... —la tomó suavemente de su brazo.—Piensa en que nos tienes a nosotras, dos mujeres que están dispuestas a tomar tu mano en el momento que tú lo necesites. Sé que confiar es difícil, toma mucho más tiempo del que me gustaría admitir, pero te estoy dando mi palabra.

—No quiero volver a estar sola. —mordió su labio inferior.

—Jamás volverás a estar sola, Amber. —fue Elizabeth la que se encargó de hablar.—Mientras nos permitas estar a tu lado... tú jamás volverás a estar sola. Hay sueños que detuviste desde hace muchos años, pero de alguna forma nosotras logramos llegar a tu vida, no lograría perdonarnos el no apoyarte en cada uno de tus sueños. Tienes una vida por delante. Sé qué estás consciente de que la vida no es para nada fácil, danos la oportunidad de hacerlo un poco más ameno, déjanos ser tu apoyo, no me refiero solo a términos monetarios, hablo del hecho de que nos permitas ser tu familia, esa que se alegra por cada uno de tus logros, quienes te escuchan la veces que sean necesarias, quienes te ayudan a resolver tus tareas en el colegio, déjanos ser las mujeres que puedan celebrar contigo cada uno de tus cumpleaños. Queremos poder quererte si tu nos permites hacerlo. Tenemos tiempo para construir una relación a base de confianza y aprendizaje. Tenemos una vida para que tú, Amber, logres conocernos.

.

.

.

Cerró la puerta tras ella, aventó su bolso, su cabeza se recargó contra la fría pared. Sus sollozos fueron el único ruido dentro de su apartamento, llevó sus manos hasta su pecho, tratando de buscar una manera de reconfortarse.

PALABRAS QUE NUNCA TE DIJEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora