VI.

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Kara POV.

Santa Claus ha cambiado mi vida por completo, y no tengo ninguna duda ahora. Porque primero se aparece de la nada en mi habitación, viéndose tan preciosa con ese sensual traje y luego en un parpadeo me lleva sin dudar hacia el Polo Norte, del cuál es dueña; y no bastándole con demostrarme cuán equivocada estaba al no creer en la existencia de Santa durante casi toda mi vida, Lena se puso nerviosa queriendo hacer las cosas bien para mí y para relajar mi estado de ánimo después de tantas revelaciones y recuerdos encontrados de mi niñez; y pensé que ella no podía ser más adorable qué en ese momento.

Con esos pensamientos en mi mente, busqué con ganas una mínima oportunidad con ella, por verla una vez más y qué lo nuestro no se quedara en lo poco que habíamos compartido mientras ella cumplía con mi milagro navideño; y pienso qué debí hacer algo bien en mi vida para qué ella aceptara mis insistentes intentos; y aunque me descolocó un poco que me enviara de regreso a mi solitario apartamento, ella pronto cambió esa mala sensación de perderla de vista, porque inesperadamente la encontré horas después en esa inmensa mansión, dónde me dejó sin la capacidad de razonar cuándo mis labios se apoderaron de los suyos en ese profundo y delicioso beso qué me tomé de sus labios. Juro que jamás unos labios se sintieron tan suaves y dulces sobre los míos que los de ella; y casi me muero de la dicha al saber qué fui la primera en besarla, porque me parecía increíble qué una mujer cómo Lena nunca hubiera dejado a nadie acercarse tanto cómo para besarla, y ese conocimiento me hizo sentir un calor entrañable en mi corazón y mientras la veía atontada en su inigualable belleza, me prometí ser una buena mujer para merecer la confianza que Santa Claus depositó en mí al dejarme conocer todas sus facetas y sobre todo dejarme acercar tanto a su corazón con mis besos.

No puedo dejar de sonreír recordándola respondiendo todas las preguntas que le hice sobre su negocio y ella hablaba con tanto profesionalismo de su trabajo en LuthorCorp con ese tono de voz tan sensual qué me hace tener indecentes deseos tan sólo recordarlo. Niego en reprimenda por el hilo de mis pensamientos en mitad de Catco, pero no puedo dejar de pensar en lo mucho qué me encantó verla tan entregada a su faceta cómo empresaria, a pesar de que me guste mucho más la faceta relajada y feliz que me dejó ver cómo mi linda Santa Claus.

Y definitivamente no quería que ese día terminara nunca, porque después de dos días a su lado, ya no quería dejarla nunca más. ¿Y qué puedo decir? Tampoco creía en el amor a primera vista, pero sí Santa Claus existe y ahora indiscutiblemente creo en ella, también puedo creer en qué sus penetrantes ojos verdes, su sonrisa tierna y su cuerpo de infarto; me enamoraron desde el primer instante en qué tuve la fortuna de verla.

Pero para mí mala suerte todo lo bueno termina y así nuestro momento llegó a su fin; y juro qué no pude evitar dejar un casto beso sobre sus labios, adorándolos con todo el cariño del qué fui capaz, porque después de saber qué yo había sido quién la había besado por primera vez, yo sólo quiero ser su primera en todo y por eso me propuse en cuánto salí de su elegante estudio a empezar a ser aún más decente, más tierna y amable de lo qué ya soy y lo más atenta posible porque una vez hace mucho tiempo pensé en qué cuándo me enamorara de alguna mujer, sí es qué llegaba hacerlo, me prometí qué me entregaría por completo a ella y después de ver los brillantes ojos verdes de Lena, sólo deseo hacer puras cosas buenas qué me acerquen más y más a ella.

Pensar en todo lo que ha ocurrido en mi vida en la última semana podría resumirse en una inmensa locura y para mi sorpresa estoy disfrutando cada segundo vivirla. Ni siquiera puedo creer que todo esto me esté pasando precisamente a mí de entre todas las personas, pero gracias a Dios que fue así porque estoy amando mi tiempo con Lena. Y es que no hay forma de que no me guste cada vez más, y me fue imposible no caer rendida a su increíble belleza y sí antes me parecía divina, ahora que ella me está dejando conocer su vida humana, he comprobado cuán perfectamente es físicamente y lo que amo aún más que su físico, es su gran corazón. Y aunque antes negaba incansablemente la posibilidad de la existencia de Santa Claus y rechazaba con más fervor la posibilidad de qué existiera un ser todo corazón y bondadoso qué cada 25 de diciembre dejaba regalos en todos los lugares del mundo, ahora no puedo hacer más que aceptar esa verdad porque Lena definitivamente es la qué hace todo eso posible. Porque no conozco a nadie cómo ella y no lo digo por ser ella la mismísima Santa Claus, sino por las bondades que me ha dejado ver en el poco tiempo que llevo conociéndola. Y es que Lena es súper amable con las personas, además ella siempre tiene una sonrisa en su rostro a las personas qué estamos a su lado, a pesar de ser toda una magnate corporativa y ni mencionar su identidad secreta; y amo qué sea tan tierna, porque eso es algo que ambas tenemos en común y me encanta ver qué toda la maldad del mundo no ha dañado su bello y puro corazón y sólo agradezco a ese niño que pidió un milagro hace milenios, porque ahora estoy siendo una fiel testigo de la maravillosa persona qué obtuvo cómo respuesta.

XXVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora