Crucé la mirada con la de la menor, no pude evitar sentir una calidez sobre mi pecho, yo no recordaba esa sensación que pero cada día que pasa aquí en el hospital y cuando la veo, parece que vuelvo a 2015 cuando la conocí por primera vez, tiene una luz que hace estremecer y yo simplemente no puedo evitar querer sonreír al verla. La forma en la cuál simplemente existe me hace querer correr hacia ella.
He estado dando vueltas sobre la cama desde hace años y últimamente va en aumento, incluso me hace cuestionarme si realmente fue la decisión correcta a mediados de 2022.
Ahí estaba ella, frente a mí, conversando con sus compañeros enfermeros y enfermeras, claro el Doctor Lew le hacía compañía también, a veces me preguntaba yo mismo si sentía celos al respecto pero se me olvidaba al verla sonreír y soltar pequeñas risas, ella seguía siendo especial para mí.
—¡Hey, Craw!—volteó a saludar el Dr. Lew con una amplía sonrisa, Ciro asomó su rostro por un costado del tronco de él y todos voltearon su atención hacia mí, realmente no quería llamar la atención pero pareciera que cierta personalidad notó que los observaba— Vamos, acércate, ven a conversar.
—Hola a todos—esbocé una fugaz sonrisa al acercarme a ellos.
—¿Cómo te va? ¿Qué cuentas?—preguntó Alex.
—Bien, normal.
—¿Ya sabes la nueva buena?
—No, ¿cuál es?
—Ciro le están ofreciendo dar la próxima conferencia de Heridas Quirúrgicas (HxQx) que será en Cancún, ¿quién la viera? Tan joven y ya es muy solicitada—soltó el comentario uno de los enfermeros, tras ello unas risas complementarias le acompañaron, ella sólo volteó a verle sonriendo sin mostrar los dientes. Estaba muy feliz por ella, la conozco desde que era una niña y el saber que le ha ido tan bien me llena de orgullo aunque tal parece que a ella le incomodo un poco.
—Felicidades, me da gusto Ciro— la felicité y sonreí parpadeando al momento.— Se ha esforzado para momentos como este.
Ella sólo esbozó una sonrisa sin mostrar los dientes asintiendo con la cabeza y relamiendo sus labios mientras los presionaba entre ellos.
—De verdad que la admiro, desde que era estudiante de enfermería siempre me pareció tan admirable—se acercó un compañero enfermero quien parecía conocerla también—No dejaba de hacer cosas y siempre se la pasaba murmurando queriendo tener la razón. A veces la tenía y otras no pero siempre fue mi rival.
—¿Iban en el mismo salón?—preguntó Lew.
—Sí, íbamos en el mismo salón y siempre estaba molestando con que yo era su enemigo—hizo una mueca ejerciendo presión en las comisuras de sus labios mientras rodeaba los ojos, Ciro.
Yo intenté ocultar la risa en un suspiro y desviando la mirada hacia el piso al ver la cara de ella. Era gracioso verla de esa forma.
Algunas ocasiones llegué a preguntarme de qué fueron las cosas que me habré perdido en todo el tiempo de ausencia de la vida del otro.
—Y también...—dijo con emoción el Dr. Lew—Se nos casa, ¿a poco no, Dra. Bae?
Yo elevé el rostro rápidamente sorprendido al escuchar esa afirmación por parte de los colegas que eran ahora cercanos a ella, mi corazón comenzó a acelerarse y las manos me hormiguearon. Incluso volví los ojos a ella y ella negó con la cabeza mirando a todos antes de fruncir el ceño.
—No le crean a Max, él lleva años queriéndome casar con alguien que no existe. Casi, casi me quiere casar con el primer vago que ve pasar fuera del hospital—dijo riendo.
—Pero ¿y tu novio? ¿Cómo se llamaba...? ¿Jo...? ¿Joe? ¿Jorge? ¿Josh?—preguntó nuevamente el enfermero que había compartido aula con ella en la época de enfermería.
—Josh, sí. Tenía, sabes perfectamente que él y yo terminamos hace años—rodó lo ojos.
—Pero ahí está el doc. Max siempre está disponible y siempre pide que entres con él a quirófano—comenzó a hacer burla una enfermera mientras les elevaba a ambos las cejas juguetona intentando dejar en la mesa el tema que había algo de él hacia ella.
«Insinuaciones tontas...» pensé.
Yo solamente escuchaba la conversación sin aportar algo al tema o negar, de este lado del hospital no era mi total tipo de convivencia. Siempre estaba del lado de mi consultorio pero ahora que decidí venir al área del comedor me he acercado acá y no sé, en parte me siento fuera de lugar porque siento que no conozco a quienes están frente a mí y aunque hago una excepción, ¿Cuánto no habrá cambiado?
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Sólo por última vez.
RomansaEsta es la historia de una Doctora y un Odontólogo. Los maestros y los profesionales de la Salud siempre dicen que si quieres tener una pareja estable en ésta área de trabajo se debe de buscar por una similar, para que te entienda como estudiante y...