One Shots Hot [H.S]

La Bella Y La Bestia (Parte 1)

ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS EXPLÍCITAS DE SEXO, POR FAVOR NO LEER SI NO LES GUSTA ESTE CONTENIDO.

Bella

Tomé mi canasto y guardé el pan que había comprado, podía sentir la mirada de algunas personas sobre mí pero las ignoraba. Sabía que muchos del pueblo murmuraban sobre mi, sobre lo rara que era por siempre estar con la cara metida en un libro leyendo, como si eso fuera un crimen.

Mi padre siempre me decía que eso nunca me llevaría a algún lado, que dejara de imaginar cuentos de hadas y que pusiera los pies en la tierra.

¿Pero qué tiene de malo querer imaginar historias hermosas y dejar los problemas de lado por solo algunos minutos?

-Mírenla, ya está en su mundo de fantasía -escuché murmurar a Cindy. La miré y comenzó a reírse con sus hermanas, eran trillizas, y siempre estaban hablando sobre lo rara que era. Las ignoré como siempre y seguí caminando hasta que un cuerpo se detuvo frente a mi.

-Bella, hermosa como siempre -me sonrió Gastón y escuché el suspiro de las trillizas. Ellas estaban locas por él, era alto, tenía grandes brazos y una sonrisa engreída, tal como los villanos de mis libros.

-Hola, Gastón. Lo siento, voy tarde -lo rodee y seguí caminando.

-¿Tarde? Si solo vas a tu casa -escuché sus pasos detrás de mi y rodee los ojos.

-Sí, y tengo muchas cosas que hacer.

-Puedo ayudarte -no pude evitar soltar una risita.

-¿Ayudarme? Tú nunca te ensucias las manos.

-Claro que si, cuando voy a cazar ¿Quien crees que trae a los animales muertos?

-Lefou -Contesté recordando al tipo que siempre andaba con él.

-Eso no es así, yo siempre los cargo, tengo mas fuerza -lo miré y flexionó un brazo haciendo que sus músculos se marcaran más.

-Que bien por ti -el pequeño pueblo comenzó a quedar atrás y ahora caminábamos por un pequeño sendero que estaba rodeado de árboles y que separaba el pueblo de donde vivíamos. A mí padre le gustaba la soledad, así que nuestra casa estaba alejado de los demás y cerca del espeso bosque.

-¿Acaso me vas a decir que no te impresiona? -caminó más rápido hasta que estuvo frente a mi. Me detuve y sonrió.

-Gastón, por favor...

-¿Por qué te haces tanto de rogar, Bella? Todas me desean y tú solo pasas de mi.

-No me hago de rogar, solo no me interesas. -me quitó la canasta y lo miré irritada -Devuelvelo.

-Sí me das un besito puede ser.

-No te daré nada. Como tu dijiste, en el pueblo todas te desean, deberías ir con ellas -traté de tomar el canasto pero lo alejó de mi.

-Pero yo te deseo a ti, acepta ser mi esposa, Bella. Tendrás una buena vida.

-Ya tengo una buena vida -hablé irritada.

-¿Enserio? -se rio -vives con un viejo que prefiere beber que trabajar, tienes que ensuciarte todos los días las manos por comida ¿de verdad esa es una buena vida?

-No es de tu incumbencia -murmure y tomé la canasta -sueltala.

-Sí me das un beso lo haré -levantó su mano libre y tomó mi mentón, entonces desde los árboles se escuchó un gruñido. Gastón abrió mucho los ojos y se giró hacia el sonido. Sin perder tiempo tiré de mi canasta y me fui casi corriendo de ahí.