La Bella Y La Bestia (Parte 2)

1.7K 62 51
                                    

ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS EXPLÍCITAS DE SEXO, POR FAVOR NO LEER SI NO LES GUSTA ESTE CONTENIDO.

Bella

Sonreí adormilada cuando comenzaron a dejar besos en mi cuello y me reí al sentir un cosquilleo.

-Buenos días -saludé con un bostezo y unos brazos fuertes me abrazaron con fuerza desde atrás.

-Buenos días, mi corazón -habló Harry con voz ronca cerca de mi odio y mi corazón se calentó de amor al escuchar su apodo.

Me moví entre sus brazos hasta quedar frente a él y me miraba con cautela. Me reí al ver su cara y me acerqué para dejar un besos en sus labios.

-Nunca había dormido tan bien -admití y se relajó regalandome una sonrisa.

-Ni yo. Hace mucho que no dormía tanto.

-¿Por qué? ¿Mucho trabajo? -bromee y sonrió pero no llegó a sus ojos.

-Pesadillas, me temo -lo miré por un momento y levanté una mano para apartar un mechón de su cabello.

-¿Tiene que ver con tus cicatrices? -murmure y asintió. -¿Puedo preguntar como las obtuviste?

-No quiero dañar tu hermosa cabecita con esos recuerdos.

-Por favor -me apoyé en su pecho y lo miré fijamente -Debió ser algo horrible, no es justo que luches solo con eso, ahora estoy aquí, contigo. Déjame compartir tu dolor. Quiero hacerlo.

-Bella... -me miró indeciso.

-Estoy aquí para ti. Siempre. Déjame ayudarte. -me miró en silencio por unos minutos y luego asintió.

-Cuando tenía once años mi madre se fue. Me dejó solo con mi padre -me acomodé y lo escuché con atención -no podía culparla, mi padre era horrible con ella, siempre la golpeaba frente a mi, la dejaba llena de moretones y cortes y ella aceptaba todo en silencio. A él le gustaba mucho el juego y beber alcohol, en el pueblo lo llamaban la bestia, nadie quería meterse con él porque era lo bastante cruel como para quererlo como enemigo.

Acaricié su torso suavemente con una mano dándole ánimos y levantó una mano para tomar la mía y darle un suave apretón.

-Cuando mi madre se fue él estaba furioso, bebió tanto que creí que se moriría intoxicado -vi como sus ojos se oscurecían y sabía que lo que vendría no sería bueno -por desgracia no lo hizo, y como ya no estaba mi madre comenzó a golpearme a mi. Primero fueron bofetadas, luego golpizas más duras, pero lo peor llegó después. Al parecer creía que eso no era suficiente, así que un día después de llegar borracho estaba muy enojado porque perdió en un juego, así que solo me arrastró a una habitación, me encadenó y lo único que sentí fue el látigo golpeando mi espalda desnuda.

Jadee por el horror y apreté más su mano. Ahora sus ojos estaban perdidos en una pared y me dolió ver el dolor es su rostro.

-La habitación en la que entré -murmure y asintió.

-Cuando mi espalda estaba lo bastante destrozada y ya no habían lugares para más cicatrices siguió con mi torso. -cerré mis ojos con fuerza y mordí mi labio inferior tratando de detener el temblor. -Un día estaba en mi cuarto con un espejo pequeño de mi madre, era lo único que me quedaba de ella, pero en cuanto entró y me vió, el odio se hizo más fuerte, me tomó y las destrozó, dijo que rompería todos sus recuerdos y si me rompía las manos no podía volver a tomar algo de ella.

-Por Dios -solloce.

¿Cómo alguien podía ser tan cruel?

-A medida que fui creciendo el parecido con mi madre se hacía más intenso, y cuando cumplí catorce años él ya no lo pudo soportar. Me llevó a rastras a la habitación, era más grande y traté de defenderme, pero nada sirvió, él era más grande que yo. Me amarró y tomó un cuchillo, entonces el primer corte fue desde mi mejilla a mi mandíbula -negué con la cabeza mientras los sollozos salían sin parar de mis labios -grité tanto de dolor que me desmayé. Cuando abrí los ojos la señora Potts estaba limpiando mis heridas mientras lloraba horrorizada. Mi cara ardía y ni siquiera quería mirarme en un espejo, solo por ver los rostros de los empleados sabía que me veía horrible.

One Shots Hot [H.S] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora