17-Adopcion. Wei WuXian

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Estaba llevando a los remanentes Wen a Yiling cuando sintió algo sujetarse de su pierna.

Estaba demasiado alerta y por poco le dio un golpe antes de alcanzar a ver al pequeño niño Wen que anteriormente estaba con la anciana.

Lo miraba fijamente con esos grandes y brillantes ojos. Tenía las mejillas llenas de marcas de lágrimas.

Sintió una punzada en el pecho y con un suspiro relajo su expresión y se inclinó para cargarlo justo cuando la anciana llego a su lado.
—Lo siento mucho, Señor, solo lo bajé un momento...—Se apresuró asustada.

—No hay problema, yo lo llevo.—Le dio la mejor sonrisa falsa que pudo formar y siguió caminando.—¿Cómo te llamas?—Le pregunto al pequeño en sus brazos.

—¡A-Yuan!—Dijo formando una sonrisa antes de abrazarse a su cuello.—¿Tú serás mi papá ahora?—Eso lo hizo detenerse de repente.

—¿Por qué crees eso?

—Papá dijo que iba a sacarnos de allí antes de que la gente mala se lo llevara cuando se quedó dormido en el trabajo.

No había podido contestarle en ese momento. ¿Él había visto eso? Ojalá lo olvidará antes de lograr comprenderlo.

Cuando llegaron a Yiling, Wen Qing le contó lo que había ocurrido con los padres del único niño que quedaba entre ellos.

Con el paso de los días A-Yuan se la pasaba pegado a él, no era algo que le molestara. Sentía algo extraño en el corazón cuando lo tenía en brazos, cuando lo escuchaba reír y lo veía jugar. Era ese pequeño rayito de sol en la tormenta que se había convertido su vida. Lo único que podía sacarle una sonrisa real de vez en cuando.

—¡A-Die!—Escucho el grito agudo cuando volvió de comprar algunos suministros... y papas aunque Wen Qing seguía regañándolo por eso.

Un segundo después tenía a A-Yuan abrazando su pierna.

—No, A-Yuan, el señor Wei no es tu A-Die.—Lo corrigió la abuela Wen en voz baja tirando de su bracito para que lo soltara.

—No se preocupe, llevaré a A-Yuan a jugar.—Dijo con una sonrisa levantando al niño.

No era la primera vez que A-Yuan lo llamaba así y siempre sentía tantas ganas de abrazarlo con fuerza y decirle que si, él era su A-Die... pero no lo era.

Esa misma noche, antes de encerrarse a seguir intentando despertar a Wen Ning, llamo a Wen Qing para hablar con ella de eso.

—No sé cómo decir esto.—Rio nerviosamente.

—Solo dilo, de que trata.

—Es sobre A-Yuan.

—No te preocupes por eso, la abuela le estuvo explicando que no debe seguir llamándote A-Die.—Aseguro creyendo que ya lo estaba haciendo sentir incómodo.

—En realidad, ese es el problema.—Dijo bajando la voz y sintiendo ganas de llorar ante las posibles respuestas a la siguiente pregunta que haría. No sabía como se lo fuera a tomar.—¿Estaría mal que... que yo no quisiera que le explicaran eso?

El silencio a su lado lo hizo sentirse aun más nervioso. ¿Se habría molestado y le diría que no podía hacer eso porque era el hijo de sus primos?

Cuando levanto la vista para enfrentarse a la respuesta vio sus ojos brillantes y la pequeña sonrisa en sus labios.

—A-Die ¿Puedo ir con ustedes?—Pregunto A-Yuan poniendo sus mejores ojos de cachorro.

—Lo siento, A-Yuan, pero esta vez no, todavía es peligroso. Pero la próxima vez voy a llevarte. ¿De acuerdo?— Haciendo un puchero termino por aceptar.

Pero no habría una proxima vez.

—¿Hay algo mal?—Lan WanJi lo saco de sus pensamientos.

—¿Eh? ¡No! Todo está bien.—Aseguro con una sonrisa fingiendo que las lágrimas en las esquinas de sus ojos no existían.—¿Por qué preguntas?

—Estabas haciendo esa expresión.

—¿Cuál?—Pregunto fingiendo demencia completamente. Lan Zhan solo lo miro fijamente y con un suspiro decidió dejar de fingir demencia.—Estaba recordando algo.—Contesto volviendo su mirada a lo que estaba viendo antes de perderse en sus pensamientos. El entrenamiento con espada de los discípulos Lan. Más específicamente en SiZhui.—¿Crees que SiZhui aun recuerde como solía llamarme?

—Lo hace.—Aseguro haciendo que Wei Ying volviera a mirarlo.—Lo conozco bien... Por eso lloro.

Una pequeña sonrisa se formó en sus labios recordando cuando, hace unos meses, los alcanzo para decirles que recordaba. No mentira, una vez que la emoción de saber que A-Yuan estaba vivo paso, sintió un pequeño pinchazo en el pecho al no ser llamado A-Die.

Pero fue eclipsado por la dicha que lo invadía cada vez que lo veía. Cada vez que veía el hombre en el que se estaba convirtiendo, el gran joven que era. Esa sonrisa que tuvo la oportunidad de florecer en Gusu y no morir en los túmulos.

—¿Crees que sea extraño para él si yo...?—No termino lo que iba a decir, solo dejo el final de la pregunta en el aire.

—Le gustará.—Aseguro con una pequeña sonrisa.

—SiZhui ¿Puedes venir un momento?—Lo llamo cuando finalizo el entrenamiento y antes de que comenzará su próxima clase.

—¿Qué nece...—No termino de hablar cuando de repente ya estaba en vuelto en un fuerte abrazo.

—¿Te he dicho lo orgulloso que estoy de ti y lo mucho que te quiero, A-Yuan?—Susurro apretando su abrazo.

SiZhui se quedó en silencio. Por un momento temió que esto fuera algo extraño e incómodo para él y estaba por soltarlo cuando sintió su cuerpo temblar y como le devolvía el abrazo.

—Yo también te quiero, A-Die.—Susurro igualmente apretando su agarre. Recordándole a Wei Ying la fuerza de los brazos Lan de repente, pero tal vez en otro momento le importe más que ahora.

Otra vez, no supe como terminarlo pero creo que quedo bien🤔.

DanmeiPregCember 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora