Olvidar el Pasado

5 1 0
                                    

Capítulo 18

Anoche no pude conciliar el sueño, no podía quitarme de la cabeza lo que había visto…
Después de haber realizado el trabajo que Alfredo nos encargó, fuimos con Carlos y Alberto por
unos tragos. Solo tomé una medida de whisky mi intención era ir a ver a Sofía y pedirle disculpas
por mi comportamiento de la mañana, me despedí de mis compañeros y me fui.
Decidí que iba a caminar hasta su casa me encontraba cerca. Cuando doble en la esquina llamó
mi atención ver a un hombre apoyado en un auto negro justo en la puerta del edificio donde vivía
Sofía. Iba a seguir caminando justo cuando la puerta se abrió y la vi salir, me oculté detrás de un
kiosco de diarios y desde dónde estaba pude ver cómo el hombre le decía algo que a ella pareció
agradarle, se subieron al auto y se fueron.
Ahora entendía el porqué de su rechazo, ya estaba saliendo con otro ese era el motivo por el cual
no quería saber nada más de mí. Ahora si prepárate no sabes de lo que soy capaz y después ella
habla de traición.
El sonido del teléfono me saca de mis pensamientos.
—Hola Julián, ¿Dónde estás? Ya tendrías que estar acá.
—Hola Carlos, no tuve una buena noche, recién a la madrugada pude dormir un poco ¿me
podrás cubrir hoy?
—¿Pero qué fue lo que te paso? Anoche te fuiste temprano del bar y tomaste solo media
medida de whisky. Para una persona como vos acostumbrado a consumir todo tipo de
sustancias, eso no es nada.
—No sé que decirte, puede ser un poco de cansancio últimamente estamos de acá para allá.
—Bueno quédate tranquilo, hoy Alfredo tiene una reunión fuera de su oficina no creo que noté
tu ausencia, nos vemos mañana.
—Gracias Carlos nos vemos…


—Muy buen día Marie, ¿todo bien por acá?
—Buen día, Gabriel, todo bien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Muy buen día Marie, ¿todo bien por acá?
—Buen día, Gabriel, todo bien. Lo esperan en la sala de reuniones.
—Gracias, me podrías alcanzar un café por favor
—Por supuesto enseguida se lo alcanzo.
Es la primera vez en los casi cuatro años que llevo trabajando en esta empresa, que veo en la
mirada de Gabriel un brillo que jamás había visto, hasta podría decir que lo noté feliz.
Tony hace poco tiempo me contó que la vida se había ensañado con él eso lo había convertido
en una persona triste y llena de odio. Creo que la vida está empezando a devolverle un poco de
la paz que le sacó hace algún tiempo atrás, ojalá así sea…
—Buenos días.
—Hola Gabriel, ¿cómo estás?—Muy bien André, gracias.
—Bueno, si les parece arrancamos con nuestra reunión —por supuesto adelante Tony,
arranquemos por favor.
—Bueno antes que nada Alfredo quiero agradecerte que estés acá. Estás informado de todo lo
que está pasando, porque sos parte importante de la investigación que llevamos adelante
hace tiempo. Es por eso que queremos que nos des toda la información que puedas, sobre los
tres muchachos que trabajan con vos.
—Perdón Tony —Adelante Gabriel.
—Hace ya bastante que estamos teniendo muchos problemas, cada vez que estamos por
caerles encima a estos tipos, da toda la impresión que alguien les pasa el dato de que
estamos detrás de ellos y logran escapar.
—Creemos que nos están jugando sucio, con esto no quiero decir que seas vos, pero algo
huele a podrido y nos jugamos mucho en todo esto.
—Me parece que llevo bastante tiempo trabajando para ustedes y para ser sincero esta
desconfianza me ha tomado por sorpresa. Jamás he jugado a dos puntas y considero que eso
lo saben muy bien, nunca me dejé chantajear por nadie y estoy muy conforme con la paga que
recibo por parte de esta empresa.
—No estamos desconfiando de vos Alfredo, creo que eso Gabriel lo dejó muy claro.
—¿Entonces porque me encuentro acá? —Por qué de quién no sabemos nada, es de la gente
que trabaja con vos. ¿Qué podés decirnos de ellos? Tony me dijo que solamente sabemos sus
nombres, que más nos podes decir.
—Confío en mis hombres hace muchos años que trabajamos juntos. Carlos y Alberto están
conmigo en este caso en el que trabajamos en conjunto con ustedes desde el principio,
además también me acompañan en otras tareas que llevamos adelante junto con la Interpol
sé que no me traicionarían hay mucho en juego. Con respecto a Julián él llegó a trabajar
conmigo de la mano de Carlos, la verdad que no veo nada raro en él,, no lo conozco como a los
otros dos, pero hace muy bien su trabajo, está con nosotros hace más o menos un año.
—Alfredo, ¿Qué tan ambiciosos son tus hombres? ¿Hasta dónde llegarían para conseguir más
dinero?
—No entiendo tu pregunta Gabriel.
—Claro que si la entendés, uno de tus hombres está recibiendo dinero de parte de los narcos y
tuya, o sea nuestra.
—Tu comentario me ofende y mucho. Jamás les falle en ninguno de los trabajos que han
encargado y siempre trabajé con la misma gente.
—El que lleva y trae se está riendo de todos nosotros, incluso de vos querido Alfredo.
—Tony tiene razón, hay que neutralizarlo, hacerle una emboscada.
—Creo que todos coincidimos en el sospechoso, ¿verdad?
—¿Julián?—exactamente Alfredo.
—¿Vas a colaborar con nosotros? ¿O tendremos que prescindir de tus servicios?
—Cuenten conmigo, ¿Cómo seguimos a partir de ahora?
—Vamos a pensar muy bien lo que vamos a hacer. Esta persona no puede sospechar nada, de
lo contrario puede escapar y no queremos que eso suceda. El viernes te esperamos
nuevamente por acá Alfredo ahí ya sabremos cómo manejar este asunto.
—Por supuesto, como ustedes digan, no me gusta que me tomen el pelo…

Olvidar el Pasado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora